López Obrador ofrece ahora alquilar el avión presidencial para fiestas y bodas
El presidente de México intenta de nuevo cumplir su promesa electoral de deshacerse del lujoso aparato tras haber tratado en vano de venderlo y luego de rifarlo


Se vende, se rifa o se alquila para fiestas o vuelos ejecutivos. Estas son las tres posibilidades -se dará prioridad a la que se concrete primero- que permitirían al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, cumplir con una vieja promesa hecha en épocas de campaña: deshacerse del lujoso avión presidencial TP-01, un Boeing 787-8 Dreamliner, bautizado con el nombre de José María Morelos y Pavón, un sacerdote que fue héroe de la independencia de México. El martes la telenovela sobre el destino de esta aeronave dio un nuevo giro.
Durante su conferencia matutina de ese día, López Obrador anunció que ha ofrecido a las compañías aéreas Delta Airlines y Aeroméxico el avión presidencial, que no ha sido vendido, para que lo usen para viajes de ejecutivos y de fiestas como bodas. “Aproveché también para ofrecerles el avión porque podrían usarlo, que lo administre Aeroméxico si lo deciden y que lo puedan usar para viajes ejecutivos o fiestas, hay la costumbre de que hay matrimonios y se casan en algún lugar del Caribe… bueno, pues para eso podría utilizarse el avión”, dijo el presidente al referirse a una reunión celebrada con directivos de las aerolíneas.
Pero el horno de la industria aérea en México no está para bollos. Delta Airlines ofreció a principios de mes comprar parte de la deuda que tiene Aeroméxico con un fondo de inversión, utilizado para paliar el bajo tráfico aéreo derivado de la crisis sanitaria por el coronavirus. “No hay empresa privada que quiera entrarle a un negocio que no va a ser negocio, aunque quizá lo estén analizando cortésmente ante la petición del presidente”, dice en entrevista Fernando Gómez Suárez, analista en materia de aviación y aeropuertos.
Para este especialista, se trata de un ofrecimiento que difícilmente pueda aprovechar una empresa operadora de vuelos masivos comerciales, como Delta o Aeroméxico, ya que no tienen una división encargada de operar este tipo de aeronaves. “En épocas de bonanza sí se puede hacer, no en esta coyuntura económica de la pandemia, adicionalmente que no está claro cuál es el retorno de la inversión”, indica Gómez Suárez.
Deshacerse de la aeronave comprada por el expresidente Felipe Calderón y estrenada por Enrique Peña Nieto, ha sido hasta ahora imposible tras una serie de esfuerzos fallidos de la Administración de López Obrador. “El avión es muy lujoso, muy extravagante, lo hicieron a la medida, no es un avión hecho en serie, cuesta trabajo venderlo”, ha criticado el mandatario.
El primer ofrecimiento de venta, del que públicamente no se conoció ni la oferta ni el monto que el Gobierno mexicano preveía recuperar, resultó vano. Ante la falta de compradores, se anunció una rifa para sortear la nave. Poco después se añadió que se trataría de una lotería simbólica, y que se darían premios a los ganadores. Por último, el presidente anunció que serían los empresarios los que en realidad iban a pagar la lotería comprando la mayoría de los boletos.
Si no se vende ni se rifa, la posibilidad está en el alquiler. Lo cierto es que el presidente se mantiene firme en su discurso de no usar el avión presidencial y sí, en cambio, trasladarse a sus giras por el país en vuelos comerciales. Y lo ha justificado. “Nos sale mejor porque si lo usáramos, nos costaría mucho el traslado”, dijo el martes López Obrador.
Según el mandatario, al año gasta unos seis millones de pesos (254. 547 euros)en traslados aéreos en contraste con los siete millones (296.949 euros) que se gasta el TP-01 solo en servicios de comunicaciones. Hasta ahora, ni vendido, ni rifado, ni alquilado: el avión presidencial sigue sin emprender el vuelo desde hace varios meses.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Más información
Archivado En
Últimas noticias
Iñaki Williams, muy crítico con la Supercopa: “Jugar en Arabia Saudí es una mierda”
Beyoncé se convierte en la quinta cantante en ingresar en el club de los multimillonarios
500 conductores dan positivo en alcohol al día en una semana de vigilancia de Tráfico
Familia y amigos se despiden de Carles Vilarrubí en un funeral en Barcelona
Lo más visto
- 80.000 barriles de petróleo de Pemex a Cuba: la isla se mete en la pugna entre Estados Unidos y México
- El descarrilamiento del Tren Interoceánico es el sexto incidente en dos años de los nuevos trenes de los gobiernos de Morena
- Al menos 13 muertos al descarrilar el Tren Interoceánico en Oaxaca
- El relato de una sobreviviente del accidente del Tren Interoceánico: “Venía tirando las maletas. Teníamos miedo por la velocidad en la curva”
- Juan Antonio Reboulen: “Estamos en la tormenta perfecta, sin acceso al mercado americano y con más importaciones asiáticas en México”










































