La radiografía de Cruz Azul, un ‘campeón’ sin corona

La espera ha sido larga. Han pasado 23 años, cinco meses y 23 días desde que el Cruz Azul ganó su última Liga. Y la amarga racha puede aumentar si pierde este domingo (20.15) frente a Santos Laguna. El azul lleva ventaja 0-1. Durante más de dos décadas, el equipo cementero se ha mantenido en la búsqueda del campeonato. Si la Liga MX se jugara en un formato de torneo largo, como Inglaterra o España, el equipo hubiese sido campeón cinco veces, alejado de su funesta marca de ser el equipo más subcampeón en México: once veces con la medalla de segundo lugar.

El Cruz Azul es considerado como uno de los grandes clubes en México. El equipo nació del cemento. La cementera Cooperativa la Cruz Azul formalizó un conjunto deportivo de los trabajadores en 1927. La época dorada del equipo ocurrió en la década de los setenta al ganar seis títulos de la Liga. El último título fue en 1997, cuando vencieron al León con un gol de oro de Carlos Hermosillo.

Desde 1996, el fútbol mexicano se juega a dos torneos cortos por cada temporada. Los procesos de los entrenadores en cada equipo se han tenido que acelerar y encontrar la fórmula para hacer equipos sólidos en tiempo récord. El formato le ha costado al Cruz Azul: ha perdido seis de las siete finales que ha disputado. Estas son contra Pachuca, en el torneo invierno 1999 (3-2); Santos Laguna, en el clausura 2008 (3-2); Toluca, en el apertura 2008 tras caer en los penaltis 2-2 (7-6); Monterrey, en el apertura 2009 (6-4); América, en el apertura 2013 al derrumbarse en los penaltis 2-2 (4-2), y también contra las águilas en el torneo 2018 (2-0).

Las otras veces que el Cruz Azul ha sido subcampeón son ante Necaxa (3-1, 1994-95), América (5-4, 1988-89), Chivas (4-2, 1986-87 y en 1969-70) y Pumas (4-2, 1980-81).

Si se suman los puntos de los torneos cortos de Cruz Azul desde la temporada 1999-2000, el conjunto cementero hubiese ganado cinco títulos de la Liga mexicana. En la actual temporada, la 2020-21, el campeón sería el Cruz Azul con 70 puntos, los mismos que el Club América. La diferencia de goles da la ventaja: 22 por parte del azul y 21 de las águilas. En la 2018-19, los celestes empatan en puntos con Tigres, pero la diferencia de goles favorece a los felinos.

La misma información muestra hasta siete depresiones de rendimiento que los ha llevado a caer al decimosexto lugar en la temporada 2008-09. El torneo corto del clausura 2008 fue el peor al terminar en el último lugar; sin embargo, en el apertura 2008 llegaron a la final, que perdieron contra Toluca. Otro mal año fue el 2016-17 al terminar decimotercero.

De últimas seis finales perdidas en torneos cortos, en cinco ocasiones ha caído fuera de casa (Pachuca, 1999; Santos Laguna, 2008; Toluca, 2008; América 2013 y 2018). Contra Monterrey, en el 2009, ocurrió una de sus inexplicables derrotas. En los primeros 45 minutos de la ida, el Cruz Azul ganaba 1-3, después de salir del vestidor les dieron la vuelta 4-3. En el partido definitivo por el título perdieron 1-2 pese a jugar en casa el estadio Azul. Esta vez cerrarán la final en el estadio Azteca, con el 25% de aforo permitido, con lo que quiere decir que estarán cobijados por sus aficionados.

Otro dato para entender la sequía de triunfos del Cruz Azul basta un dato: en la plantilla que ganó la última Liga jugaba como defensor el peruano Juan Reynoso, el actual entrenador del equipo. Cuando ganó el título tenía 28 años. Han sido 16 los entrenadores, entre ellos Paco Jémez, que han dirigido al Cruz Azul y han fracasado en volverlos a hacer campeón. Reynoso, de 51 años, busca romper esa estadística.

Los motivos que ayudan a dar cierta certidumbre al Cruz Azul sobrevuelan sobre el gran desempeño de la gestión de Reynoso. Este torneo, los cementeros terminaron en la primera posición de la tabla con 13 victorias, dos empates y solo dos derrotas. El club hilvanó 12 triunfos seguidos, todo un hito. Sumados los datos de la liguilla, registró la mejor ofensiva (31 goles) y la mejor defensiva (14 tantos).

Si el Cruz Azul vuelve a caer agrandará su marca como subcampeón en México, si gana el mexicanismo cruzazulear, que define la derrota agónica e inesperada, quedará enterrado.

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