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El Estado de México alcanza un nuevo récord de hospitalizaciones por coronavirus

Con una ocupación hospitalaria superior al 75%, la entidad reporta una cifra máxima de 2.501 ingresos por la covid-19

Karina Suárez
Personas caminan por el centro del municipio de Naucalpan (Estado de México).
Personas caminan por el centro del municipio de Naucalpan (Estado de México).Mario Jasso (cuartoscuro)

Los hospitales del Estado de México son una bomba de relojería ante la escalada de la pandemia. Con un acumulado de 118.388 casos de coronavirus, 15.959 muertes y una ocupación hospitalaria superior al 75%, el viernes se ha alcanzado un nuevo máximo de hospitalizaciones con 2.501 registros, el nivel más alto desde que inició la emergencia sanitaria en marzo pasado. La cifra máxima en hospitalizaciones diarias en el Estado de México se ha dado a conocer el mismo día en que el Gobierno de Alfredo del Mazo y la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, anunciaron que vuelven al semáforo rojo ante la escalada del virus. La zona metropolitana del valle de México ha fijado la suspensión de actividades no esenciales a partir de mañana y hasta el 10 de enero de 2021.

El Estado de México, una entidad que rodea la capital y que soporta una de las tasas de pobreza urbana y violencia más altas del país, ahora está contra las cuerdas por la crisis sanitaria. Durante el anuncio del retroceso del semáforo epidemiológico, Del Mazo advirtió de que ya se está en los mismos niveles máximos que se tenían en junio cuando se contabilizaron hasta 2.284 hospitalizaciones en un día. “El ritmo de los contagios es preocupante”, ha declarado. Con 16.613 contagios y 2.335 defunciones, el municipio de Ecatepec lidera la lista de casos y muertes por coronavirus en el Estado.

La suspensión de actividades no esenciales busca ser un balón de oxígeno para un sistema sanitario que lleva las últimas cuatro semanas operando al límite. La entidad registra una ocupación de camas generales por encima de un 75%, una cifra alarmante respecto al promedio nacional que ronda el 43%. El coordinador de Instituto de Salud del Estado de México, Carlos Aranza Donis, admitió que, al menos, 15 hospitales públicos adscritos al Instituto –de los 58 que integran su red de atención covid– están saturados.

“Que nosotros nos hayamos ido en estas últimas cuatro semanas hacia arriba (en casos) cuando teníamos aparentemente controlada la problemática es el resultado de esas dos semanas de El Buen Fin [del 9 al 20 de noviembre], de centros comerciales totalmente llenos que es lo que estamos viviendo ahorita”, explicó el doctor. Para evitar un colapso hospitalario, el Gobierno local buscará reconvertir camas generales a camas con ventiladores, específicas para pacientes con covid. En los próximos días se añadirán 226 camas en distintas unidades médicas.

A 10 meses de que inició la emergencia, Aranza Donis admitió que otro problema que deben resolver es la falta de personal y el cansancio generalizado de los más de 57.000 médicos y enfermeras. El Estado, uno de los más poblados del país, solicitó al Gobierno federal la contratación de 785 médicos. Sin embargo, solo fueron autorizadas 552 plazas. “En el Estado hemos tenido un número considerable de bajas porque han fallecido enfermeras y han fallecido médicos, pero también hemos tenido la oportunidad de tener el apoyo del INSABI [Instituto de Salud] para contratar plazas. Tenemos que hacer una rotación de personal”, concluyó.

María Luisa Soriano, directora del hospital 71 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), localizado en el municipio de Chalco, explicó que, ante la falta de espacio en las unidades mexiquenses, se están trasladando pacientes a los Estados de Puebla y Tlaxcala. “Sin embargo, si la ciudadanía no nos ayuda, tanto los centros de convalecencia, como los hospitales, estamos saturados y no vamos a tener en su momento para dónde movernos”, dijo durante la conferencia de sanidad del Gobierno federal del pasado jueves.

“Estando en la primera línea de batalla, muchos hemos enfermado, nos hemos recuperado y hemos regresado a la atención, otros no han tenido esa suerte, han perdido esa batalla, pero seguimos los que estamos ahí, al frente. Mis compañeros están agotados, no solo llevan marcas en la cara, llevan marcas en la piel, llevan marcas en el alma por los seres que hemos perdido”, zanjó la doctora.

Los esfuerzos por frenar la ola de contagios parecen insuficientes en un Estado con 125 municipios y más de 16 millones de habitantes. Marisol Ramos, habitante y dueña de una estética en Chalco, expresó su incredulidad sobre el regreso al semáforo rojo y criticó la falta de claridad con la que las autoridades han dado a conocer las nuevas restricciones. “Aquí, en el Estado de México, se ha hecho caso omiso casi desde el inicio de la pandemia, todos los negocios yo veo que abren normal y cierran tarde”, aseguró.

Aunque conoce de primera mano los efectos de la covid-19: su padre de 72 años y su hermana de 42 años acaban de recuperarse del virus, tampoco considera viable el poder cerrar su negocio durante los próximos 23 días. “Tengo dos hijos y soy cabeza de familia, los gastos a mí no me esperan. La mayoría de la gente aquí es población vulnerable, no todos tienen la fortuna de hacer home office”.

Con un millón 301.546 casos confirmados y 117.249 muertes a nivel nacional, las autoridades han pedido a la ciudadanía que no realice las actividades que no sean indispensables. No obstante, en domicilios como el de Marisol la alternativa de bajar los brazos hasta el próximo 10 de enero no es una opción.

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Sobre la firma

Karina Suárez
Es corresponsal de EL PAÍS en América, principalmente en temas de economía y sociedad. Antes trabajó en Grupo Reforma. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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