_
_
_
_
_

Asesinado a tiros un periodista brasileño en una zona “de alto riesgo” de la frontera paraguaya

Sicarios atacaron a Leo Veras en su casa de la ciudad de Pedro Juan Caballero

El periodista brasileño Leo Veras.
El periodista brasileño Leo Veras.Sindicato de Periodistas de Paraguay

Tres presuntos sicarios con el rostro oculto aparecieron cerca de las 21.00 (hora local) del miércoles en la puerta de la casa de Leo Veras, periodista brasileño de 62 años, conocido por su trabajo de investigación sobre corrupción, tráfico de drogas, armas y contrabando de tabaco en la frontera entre Paraguay y Brasil, una zona considerada de alto riesgo por la Relatoría para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Veras cenaba con su esposa, su hijo y su suegro cuando salió a ver quién estaba en el patio de su vivienda. Fue acribillado con 12 disparos por la espalda cuando trataba de escapar de sus atacantes, según la policía paraguaya.

Los autores huyeron y el reportero fue trasladado al hospital donde falleció en Pedro Juan Caballero, ciudad vecina de la brasileña Punta Porá, de la que solo las separa una calle sin controles policiales, de aduanas o migración. De la cárcel de Pedro Juan Caballero escaparon recientemente más de medio centenar de miembros de una de las bandas criminales más grandes de América del Sur, la brasileña Primer Comando da Capital (PCC).

Veras fue colaborador del diario paraguayo ABC Color y actualmente dirigía su propio sitio web Pora News (Buenas noticias, en guaraní e inglés) donde publicaba noticias sobre los habituales crímenes transnacionales perpetrados por las mafias brasileñas y la corrupción política y policial. "Era uno de los periodistas con más trayectoria de la zona de frontera. Hace unos años ya había recibido amenazas que denunció y llegó a tener escolta policial por ello, pero no tenía en estos momentos", cuenta Santiago Ortiz, integrante del Sindicato de Periodistas de Paraguay (SPP).

El relator especial para la Libertad de Expresión de la CIDH, Edison Lanza, condenó el asesinato y expresó su solidaridad con la familia del reportero. "Esa frontera es zona silenciada y de alto riesgo. El Estado debe prevenir, investigar y sancionar", expresó en su cuenta de Twitter al conocer el caso. Las asociaciones y sindicatos profesionales de Paraguay y del Estado brasileño de Mato Grosso do Sul expresaron también sus condolencias y exigieron una investigación por parte de las autoridades. Recordaron que se trata del periodista número 19 que es asesinado en la zona desde el comienzo de la democracia paraguaya en 1991. Solo en dos de los casos, las autoridades esclarecieron los hechos y detuvieron a los autores de los asesinatos.

"Denunciamos la impunidad con que esto sigue ocurriendo. En la zona de Pedro Juan ya son seis periodistas asesinados, es el lugar donde más casos se han producido. Y se debe a la presencia de grupos mafiosos, donde el Estado y el Gobierno no tiene control real ni tampoco intención real de control como quedó evidenciado cuando se fugaron todos los presos sin que el gobierno reaccione. Hay clanes políticos y mafias que fomentan guerras entre sí", detalló Ortiz.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Mientras que en Paraguay la tasa de homicidios se sitúa alrededor de 8 por cada 100.000 habitantes, una de las cinco más bajas de América, la zona fronteriza con Brasil cuenta con una de las tasas de homicidio más altas del continente, cercanas a las de Honduras o El Salvador, con unos 70 casos por cada 100.000 habitantes.

"Él siempre decía, yo soy ciudadano fronterizo, de padre brasileño y madre paraguaya, un brasiguayo como generalmente le llamamos aquí a este tipo de gente. Mestizo fronterizo se hacía llamar", cuenta Marciano Candia, uno de sus colegas, corresponsal en la misma ciudad para los medios paraguayos Última Hora y Telefuturo.

El primer periodista asesinado en democracia fue Santiago Leguizamón, el 26 de abril de 1991, el día en que en Paraguay se celebra la profesión periodística. Desde entonces, han muerto otros 18 comunicadores. En octubre de 2014, Pablo Medina, periodista del diario ABC Color, y su colaboradora Antonia Almada fueron asesinados por sicarios cuando investigaban los presuntos nexos del narco con políticos del gobernante Partido Colorado. Este ha sido el único caso en que fueron detenidos tanto los ejecutores del crimen como quien lo encargó, un alcalde del Partido Colorado de Ypehu (Pato negro en guaraní), otra ciudad fronteriza.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_