Estados Unidos sanciona al Banco Central de Venezuela
El Departamento del Tesoro restringe las transacciones y el acceso a dólares al órgano rector de la economía del país sudamericano
El cerco financiero asfixia al chavismo. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó este miércoles al Banco Central de Venezuela (BCV), el organismo rector de las finanzas del país sudamericano, y a una de sus directores, Iliana Ruzza Terán, para restringir sus transacciones y su acceso a dólares americanos.
El anuncio llega tres días después de que el Gobierno de Canadá aplicase restricciones contra 43 funcionarios chavistas, incluido al canciller del Ejecutivo de Nicolás Maduro, Jorge Arreaza, y varios jefes de inteligencia. John Bolton, asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, recalcó que la medida es una “dura advertencia” para los “actores externos” —entre ellos Rusia— que apoyan a Caracas. “El Banco Central de Venezuela ha sido crucial para mantener a Maduro en el poder, incluso a través de su control de la transferencia de oro por moneda”, señaló el alto cargo de la Administración Trump en una conferencia celebrada en Miami.
El secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, indicó que la restricción evita que el ente financiero sea usado como una “herramienta” del líder chavista, que continúa “saqueando los activos de Venezuela y explotando las instituciones gubernamentales para enriquecer a personas corruptas” de su entorno. El funcionario aclaró que no se pretende afectar las operaciones bancarias de los ciudadanos venezolanos. “Si bien esta designación inhibirá la mayoría de las actividades del banco central emprendidas por el régimen ilegítimo de Maduro, EE UU ha tomado medidas para garantizar que las transacciones regulares de débito y tarjetas de crédito puedan continuar y que las remesas personales y la asistencia humanitaria continúen sin cesar y puedan llegar a los que sufren la represión del régimen”, agregó.
La asfixia financiera sobre el chavismo aumentó después de la jura de Juan Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional, como presidente interino de Venezuela, el 23 de enero, provocado por el desconocimiento del segundo mandato de Maduro, reelegido en mayo del año pasado en unas votaciones denunciadas como fraudulentas por la oposición.
Venezuela destaca por sus altos niveles de corrupción, de acuerdo con la ONG Transparencia Internacional, aunque el oficialismo atribuye la desventura económica a un bloqueo de Estados Unidos y de otros países contra la llamada revolución bolivariana. Las estatales Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Compañía General de Minería y Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (Bandes) se estrenaron en la lista de sancionados, pero la mayoría de las prohibiciones se dirigen contra funcionarios y aliados del chavismo.
No es un asunto menor en Caracas. El pasado martes, Maduro pidió al Gobierno de Portugal devolver 1.726 millones de dólares retenidos en una cuenta del Banco Novo que, supuestamente, serán usados para atenuar la crisis. El dinero fue congelado hace dos meses por una petición de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional —una Cámara controlada por la oposición— que sospecha sería desviado a una sucursal en Uruguay del Bandes.
El mandatario promete que usará ese monto para comprar “todas las medicinas y alimentos” del devastado país. “Ustedes no tienen ningún embargo sobre Venezuela, no hay medidas de embargo ni en la Unión Europea ni en los bancos de Portugal para que nos quiten ese dinero que es venezolano, es nuestro”, dijo.
La hiperinflación, el incremento de la represión contra disidentes y el imparable éxodo de venezolanos provoca que la comunidad internacional condene las desacertadas políticas de Maduro. Su Gobierno es rechazado por, al menos, 54 países. En América Latina, el político apenas es apoyado por sus históricos aliados: Cuba, Nicaragua y Bolivia. Todos son vistos con recelo en la Casa Blanca. El Departamento del Tesoro también sancionó a Laureano Ortega Murillo, hijo del presidente nicaragüense Daniel Ortega, y al Banco Corporativo, acusado por autoridades estadounidenses de cooperar en presuntas operaciones de lavado de dinero del Frente Sandinista de Liberación Nacional.
En el encarnado conflicto, México y Uruguay intentan ser neutrales, aunque el canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa firmó, en marzo, una declaratoria que respalda la propuesta del Grupo de Contacto de elecciones libres en Venezuela. Entretanto, el chavismo se aferra al espaldarazo de Rusia, China, y Turquía para torpedear los obstáculos económicos.
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