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Balazos al aire en Sinaloa, un ritual violento para iniciar el año

En la entidad mexicana prevalece una vieja costumbre que ha dejado 47 heridos por balas perdidas en los últimos siete años

Una patrulla resguarda la escena de un crimen en Sinaloa.
Una patrulla resguarda la escena de un crimen en Sinaloa.CUARTOSCURO
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Cada año, cuando faltan unos minutos para que acabe el 31 de diciembre, Carmen le pide a sus hijos y a sus nietos que se alejen de las ventanas de su vivienda ubicada en una céntrica colonia de Culiacán, la capital de Sinaloa. Esta enfermera de 65 años que ha residido toda su vida en este Estado del noroeste del país sabe que poco antes de la media noche los balazos se escucharán por varios minutos hasta que comience el año nuevo. “Cuando yo estaba niña eso era una costumbre de los ranchos y los pueblos. En Guamúchil (otro municipio del Estado), donde yo vivía, mi abuelo tiraba balazos para anunciar el nuevo año y despedir al viejo, pero nunca supimos de un accidente porque eran lugares poco poblados, cuando pasaron los años ya comenzaron los problemas", cuenta. 

Esta práctica no es exclusiva de Sinaloa —también se realiza en otros estados del norte del país como Sonora y Baja California—, pero sí se ha intensificado por la proliferación del crimen organizado que posee armas de topo calibre, considera Leónidas Alfaro Bedolla, escritor sinaloense. "Este asunto de celebrar el año nuevo con balazos no es exclusivo del narcotráfico. Se ha intensificado, eso sí, porque ahora las armas están en todas partes", explica.

En las celebraciones de fin de año de 2016 las autoridades recibieron 105 reportes de personas que denunciaron a través de llamadas telefónicas que alguien había disparado, según reportaron medios locales. Además, entre diciembre de 2010 y de 2016, ha habido 47 heridos y seis muertos, de acuerdo a la información proporcionada en su momento por funcionarios locales de la anterior administración (2011-2017) que difundieron medios de Sinaloa.

Las autoridades de la actual administración estatal (2017-2021) dicen desconocer cuántas personas han muerto a causa de esta práctica en los últimos años. Sólo llevan un registro de las llamadas que se reportan a la línea de emergencia 911. El 24 de diciembre del año pasado —fecha en que también se dispara al aire, pero en menor proporción— se recibieron 40 reportes, mientras que este año fue de 14, según datos proporcionados por la Secretaría de Seguridad Pública.

En un boletín enviado por la dependencia se informó que se trabajaba en “estrategias conjuntas” con la Fiscalía de Sinaloa y el Poder Judicial para poder actuar en contra de las personas que disparen. El subsecretario de Seguridad, Cristóbal Castañeda, dijo que al detectar domicilios donde se realicen disparos, se podría solicitar órdenes de cateo para revisar los domicilios y que las autoridades apliquen la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.

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Leónidas Alfaro, que reside en Sinaloa y ha escrito varios libros y ensayos donde aborda el tema del narocotráfico, expone que los disparos al aire se realizan como una forma de festejar el año que entra. “Es una manifestación de júbilo de una etnia sinaloense, que es muy festiva, muy argüendera, que de todo quieren hacer una fiesta y un alboroto”, manifiesta.

Aunque la práctica se da en toda la entidad, durante los años 50 y 60 los disparos se intensificaron en la colonia Tierra Blanca, en Culiacán, donde vivían los entonces narcotraficante más temidos de la época, como Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca. “Ahí, donde empiezan las conexiones con la zona serrana, estaban asentados la mayor cantidad de los narcotraficantes con toda su gente, y en esa parte era donde más disparaban”, cuenta.

La costumbre de los disparos se recrudece por la impunidad, destaca. “Las autoridades no son capaces de manifestar que existen, tenemos muertes violentas todos los días, no ha bajado la cantidad de muertes y esa situación de impunidad permite que la gente se manifieste en jalar el gatillo en fin de año”. Las personas disparan porque saben que no habrá consecuencias.

Las autoridades buscan revertir esta situación con campañas preventivas, donde aseguran que estas prácticas sólo demuestran ignorancia e imprudencia. En anuncios de televisión, radio y en redes sociales, la voz de una niña pide: “evitemos los balazos y celebremos con abrazos”. Enrique Báez Sigüenza, director de Programas Preventivos, explica que una bala disparada al aire, puede alcanzar un radio de seis kilómetros de distancia. “Estamos exhortando a que no lo hagan, la velocidad con la que sale una bala, es la misma velocidad con la que llega al suelo. Una bala es un fragmento de plomo que atraviesa estructuras como el vidrio, el cartón, la madera y puede herir a un inocente”, manifiesta.

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