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Laudrive, un taxi contra el miedo a ser asesinada en México

Las descargas de la aplicación, que funciona solo en la capital mexicana, se dispararon un 600% desde el feminicidio de Mara Castilla

Cynthia Godínez, conductora de Laudrive.
Cynthia Godínez, conductora de Laudrive.E. Coppel

Uber y Cabify tienen desde este año un competidor nuevo en México. Laudrive nació en marzo pasado y quiere plantar cara a los dos gigantes que ofrecen servicios de taxi a través de una aplicación. Pero Laudrive es diferente a sus competidores. Para pedir un Laudy —como llama la empresa a sus vehículos afiliados— es necesario ser mujer, vivir en la capital del país y no llevar mucha prisa.

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A los problemas técnicos por la juventud de la aplicación mexicana se ha sumado ahora un aumento exponencial en la demanda que hace más lento el servicio. Este se ha producido tras conocerse la noticia del asesinato de Mara Castilla, que fue violada y estrangulada tras pedir un coche de Cabify, el pasado 8 de septiembre. Las descargas de la aplicación se han incrementado en un 600% desde entonces, llegando hasta 75.000, según el fundador y director de Laudrive, Luis Fernando Montes de Oca.

También ha crecido la oferta: el proceso de registro para trabajar con la plataforma se disparó en un 200%. "Algunas candidatas vienen de apps como Uber y Cabify", comenta Montes de Oca. "Muchas de ellas se sienten más cómodas dando el servicio en Laudrive". 

Cynthia Godínez, de 37 años, es una de las 850 conductoras certificadas que actualmente son socias de este servicio ofrecido solo por y para las mujeres. Su auto tarda aproximadamente 10 minutos en llegar desde que este periódico solicita un Laudy a las 10:30 de la mañana. Es su tercer viaje del día, cuenta Godínez, pero en dos horas le han cancelado más de 10 traslados. "Cuando me solicitan un viaje tengo que llamar a la usuaria para avisar que estoy a media hora o 40 minutos. Si me esperan, yo voy, pero normalmente los cancelan", relata la conductora.

La también consultora financiera y madre de un hijo comenzó a trabajar en Laudrive hace un par de meses, pensando en tener un segundo ingreso. Godínez cuenta que eligió este servicio, y no algún otro, motivada por la seguridad: "Soy muy miedosa y prefiero subir a puras mujeres. Me siento más segura así, aunque sean pocos viajes todavía". Ella se conecta a la aplicación alrededor de tres veces por semana y dice ganar alrededor de 300 pesos al día. Una amiga suya que está con Uber, cuenta, se dedica a conducir a tiempo completo y consigue hasta 1.000 pesos por jornada.

Para convertir su coche en Laudy, Godínez debió pasar todas las pruebas que exige la compañía: un examen psicométrico, otro toxicológico —que puede repetirse en cualquier momento sin previo aviso—, una entrevista y la entrega de una constancia de no antecedentes penales. El traslado solicitado por este periódico, que hubiera costado 60 pesos con Uber o Cabify, cuesta 90 con Laudrive. "Nuestros precios son un poco más caros que los de la competencia: lo que vendemos es confianza", asegura el fundador de la empresa, de 28 años.

La idea de la aplicación, cuenta Montes de Oca, surgió cuando él y sus tres socios se dieron cuenta de la poca cantidad de mujeres que trabajaban en otros servicios de taxi. Después de hablar con algunas entendieron que la mayoría se sentían inseguras. "Las conductoras nos dijeron que muchas usuarias solo querían llamarlas a ellas después del primer viaje con una mujer como chófer. Así identificamos un problema que necesitaba una solución". Para ofrecer seguridad a las afiliadas, Laudrive cuenta con un servicio de monitoreo que funciona todo el día y toda la noche.

Laudrive funciona solo en la Ciudad de México, pero planea expandirse en el resto del país. Se espera que en diciembre puedan poner en marcha la aplicación en Monterrey, Guadalajara y Puebla. "La gente nos escribe de muchos lugares preguntando qué pueden hacer para que lleguemos a otras ciudades", cuenta Montes de Oca. Y no solo las mujeres, dice, también los hombres preocupados por la seguridad de sus familiares que deben viajar solas en un país donde se producen siete feminicidios cada día.

Puebla suma 88 feminicidios en 2017

Elías Camhaji

Puebla ha dado el salto a las portadas nacionales e internacionales por una ola de violencia e inseguridad en 2017. El feminicidio de Mara Castilla ha visibilizado otros casos de violencia machista y organizaciones en defensa de los Derechos Humanos cifran en 88 los feminicidios en el Estado del centro de México. El Gobierno estatal reporta 62 casos hasta la semana pasada y señala que las diferencias en los datos responden a la tipificación del delito, ya que no todos los asesinatos contra mujeres son juzgados como feminicidios.

Puebla aún debate si la suspensión de la licencia de Cabify fue una decisión acertada. La compañía ha estado bajo el punto de mira tras el asesinato de Mara, al haber contratado a Ricardo Alexis Díaz, el único sospechoso del crimen. La empresa defiende que la cancelación de su permiso no es una solución al problema que vive el Estado y llama al Gobierno a asumir su responsabilidad en el problema.

“Me parece injusto porque están pagando cientos de familias por lo que hizo un loco, ¿esa era la solución? Cuántas cosas han pasado en los taxis y en los autobuses… ellos siguen funcionando”, recrimina José Andrés García, un conductor de Uber de Puebla, que afirma que la clientela de las aplicaciones de transporte han bajado un 20% en las últimas semanas. “No fue una decisión impulsiva ni caprichosa (…) obedece a una estrategia”, responde el secretario estatal de Gobernación, Diódoro Carrasco, y detalla que Cabify ya ha solicitado una audiencia con el gobernador para evaluar la posibilidad de recuperar su licencia.

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