En Perú, las fuertes lluvias asolan la región de Piura

Ubicada al norte de Perú, Piura solía ser una metrópoli de modernas urbanizaciones, flamantes avenidas, centros comerciales y universidades. Gracias al boom de la agroexportación, la pequeña ciudad rodeada por el desierto del pasado había experimentado un crecimiento sin precedentes. Aunque su población se calcula en casi dos millones de personas, en algunas temporadas las empresas se veían obligadas a importar mano de obra, para cubrir las necesidades del campo y la construcción.

Ahora mismo, poco queda de aquella metrópolis pujante. El último desborde del río Piura ha cubierto calles y parques con lodo y agua, hasta una altura de metro y medio, dejando una estela de destrucción, más de 20.000 damnificados y cerca de 240.000 afectados. Lugares emblemáticos como la Plaza de Armas están inundados, igual que varios edificios del gobierno, como la Corte Superior de Justicia o el Ministerio Público.

El centro comercial Open Plaza amaneció anegado, con el patio de comidas convertido en un embalse, donde sobresalen las mesas y sillas. Construido cerca del cauce del río, el campus de la Universidad Nacional de Piura está inhabitable. Lo mismo ocurre con el primer piso del Hospital Cayetano Heredia, que fue cubierto por el agua, afectando buena parte de sus instalaciones. 6.000 hectáreas de cultivos han sido inundadas.

Pero el lugar más golpeado es Catacaos, un distrito de 60.000 mil habitantes, ubicado en el Bajo Piura y famoso por sus sombrererías. Al menos cuatro personas murieron en las poblaciones de Nueva Catacaos y Viduque, y cientos de familias han sido evacuadas a las zonas altas, donde Defensa Civil ha montado refugios. 

Quienes no lograron huir se atrincheraron en los techos de sus casas, para esperar a la llegada de los equipos de la marina. «En un momento pensamos que podíamos rescatarlos con helicópteros, pero estos son aparatos muy pesados y no podemos poner en riesgo la vida de las personas», dijo el ministro de Defensa Jorge Nieto.

En el centro de Piura, los rescates son encabezados por miembros del cuerpo de salvavidas, con el respaldo de las Fuerzas Especiales de la Marina de Guerra y de la Fuerza Aérea, así como 200 efectivos del Ejército. Los propios ciudadanos han contribuido con estas labores. Se ha vuelto muy popular la imagen de un joven llamado Roberto Guzmán, que se dedicó a rescatar a sus vecinos, montado sobre una tabla de surf y arrastrando un gigantesco unicornio inflable.

El gobernador regional Reynaldo Hilbck apuntó que los niveles que viene registrando el río Piura son históricos y han sobrepasado las defensas ribereñas. Aseguró que se trabaja para evitar que la situación empeore. «Estamos defendiendo puentes y las alcantarillas de la ciudad, donde se sale el agua por la presión y el volumen», dijo.

De paso por el Perú para recibir su cumpleaños 81, el escritor Mario Vargas Llosa ofreció un mensaje de solidaridad con los piuranos: «Con mucha pena veo que El Niño sigue causando estragos en la ciudad de Piura y en los alrededores. Me da muchísima pena. Piura es una ciudad que quiero mucho desde el año 1945, donde fui por primera vez y pasé un año en el colegio Salesiano».

Varias obras de Vargas Llosa —como «La Casa Verde» o la más reciente «El héroe discreto»— se deben a esas vivencias. «Quisiera hacerle llegar a los piuranos, que están sufriendo una experiencia tan terrible, mi solidaridad, mi cariño y mi agradecimiento por los riquísimos recuerdos y por las enormes emociones que gracias a Piura me han acompañado desde entonces. Sé que, entre otros méritos, los piuranos saben resistir a la adversidad, y estoy seguro de que, una vez más, sabrán sobreponerse», añadió el Premio Nobel de Literatura 2010.

Por su parte, el Presidente Pedro Pablo Kuczynski viajó este martes a Piura, para evaluar el alcance de las inundaciones. Anunció que la región será declarada en emergencia. Según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología, las lluvias que han causado esta crisis continuarán hasta el sábado primero de abril.