La vista del departamento de Barrales en Miami: delfines, manatíes y seis torres Trump
Una lujosa propiedad de Alejandra Barrales en Florida hace cuestionar a la líder de la izquierda mexicana
El departamento de Alejandra Barrales, presidenta del PRD, en Florida forma parte de la prestigiosa área de Sunny Isles, en la zona norte de Miami Beach, un punto caliente del lujo inmobiliario que cuenta con seis torres con la marca Trump y está en ebullición de mercado. En un apartamento similar al de la dirigente de la izquierda, una cortina eléctrica deja a la vista un paisaje maravilloso. Al activarse, la persiana revela a la derecha un pequeño natural protegido y a la izquierda el océano Atlántico.
El edificio en el número 400 del bulevar Sunny Isles es nuevo y lujoso. Una encargada de ventas decía la mañana del martes que la construcción tenía “apenas un año”. Los 240 apartamentos del complejo de dos torres ya están vendidos, pero algunos están disponibles en reventa o, como ha decidido Barrales, para rentar. Un espacio de 135 metros cuadrados, ligeramente mayor al que compró en 2015 la exsenadora y exsecretaria de Educación de la Ciudad de México, tiene un precio de salida de 1,2 millones de dólares. Es un espacio tipo loft, blanco diáfano, con una habitación principal con un amplio ropero en la planta superior y otra secundaria en la planta inferior.
La revelación de la propiedad, producto de una investigación periodística realizada por Univisión y la página de Internet En la Politika, se ha convertido en un escándalo en México. Alejandra Barrales tenía aspiraciones para contender por la jefatura de Gobierno (alcaldía) de la Ciudad de México en las elecciones de 2018. El apartamento representa para sus deseos una empinada cuesta arriba en un proceso electoral que estará marcado por el combate a la corrupción.
Barrales ha acusado un tratamiento “doloso y distorsionado” en la información periodística. Esta mañana, en una entrevista radiofónica, fue más allá al sugerir que estaba lista para acudir a los tribunales para defenderse. La presidenta del PRD asegura que el departamento por el que pagó 990.000 dólares aparece en la declaración patrimonial que realizó cuando era senadora, en julio de 2015. Según su versión, la propiedad fue incluida en una lista cuando dejó el Senado para saltar al Gobierno de la Ciudad de México en la Administración de Miguel Ángel Mancera.
“El pasado 28 de abril de 2016 dicho inmueble fue nuevamente referido en la declaración 3 de 3”, asegura la oficina de la presidencia en relación con el formato impulsado por el Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO). Este organismo de la sociedad invitó en abril de 2015 a todos los políticos de alto perfil en cargos de responsabilidad en niveles estatales y federales a presentar una declaración patrimonial, de intereses y de pago de impuestos. Esta iniciativa pretende acabar con la opacidad y combatir la corrupción política.
Una vocera del IMCO ha señalado a EL PAÍS que a diferencia de lo que Barrales sostiene, “no hay mención del departamento de Miami en la declaración 3 de 3 que presentó en abril del año pasado”.
Barrales ha explicado que pagó el departamento cuando era senadora. Realizó un abono anticipado a lo largo de siete meses por 693.000 dólares pagados en efectivo y otros 297.000 cubiertos con una hipoteca a 30 años. La presidenta del PRD, que comenzó una trayectoria política en el sindicato de azafatas, también explicó que la compra fue realizada a través de una empresa llamada Maxba Development. Las acciones de esta compañía pertenecen a Alabama Transportes. Barrales es única accionista de la primera empresa y la dirección fiscal de la segunda es la casa de la madre de la política.
“Cuando un departamento comprado a título personal se transfiere a una empresa, justo antes de hacer una declaración patrimonial, por supuesto que se generan dudas y desconfianza”, señalan desde el IMCO. En un comunicado oficial, Barrales ha dicho que la hipoteca se pagará con el dinero que genere la renta del departamento en un lujoso edificio donde comprar una plaza para un bote de 32 pies cuesta 50.000 dólares. “Las propiedades de Barrales están debidamente declaradas y son producto del trabajo de más de 30 años en la iniciativa privada, funcionaria pública y legisladora”, afirma el texto enviado por el PRD la noche del lunes.
Para salir del muelle privado de Sunny Isles en una pequeña embarcación es necesario zarpar hacia el mar por una estrecha bahía con prudencia. En este tránsito, explica la encargada de ventas, es necesario navegar a baja velocidad para no afectar a los delfines y manatíes, unos simpáticos mamíferos marinos en recuperación pero aún en la lista estatal de especies protegidas. Junto al edificio de Barrales se está levantando ahora una nueva torre llamada Parque Platinum. En el cerco de mampara de la obra anuncia que el lugar brindará, a quien se lo pueda permitir, "una vida más allá de lo extraordinario".
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