“El Gobierno mexicano está siendo sumiso y débil”

“El muro fronterizo es un muy mal negocio porque costará miles de millones de dólares. A pesar de que Trump presume haber hecho su fortuna construyendo grandes edificios esta es una pésima idea. La mayoría de los inmigrantes no entra por la frontera, lo hace por avión. Un muro no acabará con los problemas migratorios. Entre más dañe Trump a México los mexicanos más querrán irse a Estados Unidos. No es muy inteligente de su parte la construcción de esta barrera. Sin embargo, esta es una buena oportunidad para fortalecernos como país. Tenemos que consumir más productos mexicanos, apoyar a nuestro campo y nuestros mercados y ser menos dependientes de Estados Unidos. Esta es mi idea de por dónde tendríamos que empezar”.

“Esto puede terminar en una guerra con México, en todos los sentidos, salvo el militar. Tenemos que tomar consciencia plena de la magnitud del problema. Nos enfrentamos a un cambio de paradigma. El que había se ha roto y hay que buscar uno nuevo. Esa es una tarea en la que debe participar toda la sociedad, desde los medios hasta las organizaciones civiles y la oposición. No podemos depender sólo de la diplomacia y del Gobierno federal. Una de las muchas cosas que se deben hacer es crear un lobby mexicano que llegue al pueblo y a las instituciones estadounidenses, sobre todo, en los swing states”.

“No podemos hacer como si nada hubiera ocurrido y esperar a que Trump cambie de actitud y se modere. Eso no va a pasar. Hay que plantear una estrategia nueva. Si Estados Unidos impone algún gravamen contra México, hay que responder fiscalmente. Hasta el Gobierno se ha dado cuenta y está preparando una respuesta. En cualquier caso, México se enfrenta a una gran incertidumbre. El Tratado de Libre Comercio puede caer, y las inversiones extranjeras, hasta que no se aclare el horizonte, están siendo suspendidas. El choque es múltiple. En el interior, el Gobierno está ajustando el gasto, y en el exterior tenemos a Trump amenazando a la economía. La inflación sube, el peso cae y el escenario se complica en todas sus dimensiones. El riesgo para México es muy serio”.

“El daño ya se está sintiendo. Trump cumple sus amenazas y no deja de ahuyentar grandes inversiones dirigidas a México. La situación se está volviendo muy complicada. Podemos acabar viendo deportaciones masivas, cortes en las remesas, el fin del Tratado de Libre Comercio y la construcción de un muro. Viene una mala época, pero el Gobierno de Enrique Peña Nieto sigue con su actitud sumisa y débil. Hasta ahora sólo ha conseguido que nos vaya peor. Hay que llamar la atención en la calle para que cambie”.

“Trump ganó porque las elecciones de Estados Unidos no tienen ningún tipo de sentido. No digo que sean dictatoriales, pero el pueblo no elige. Si fuera así, hubiera ganado Hillary Clinton. Ahora con Trump, la gente se va a manifestar, a mover. Está bueno que tengan a un presidente que les baje el autoestima un poco, aunque ya los han tenido antes. Tienen que darse cuenta de que viven en una burbuja y que tienen a un presidente que a los ojos del mundo es un payaso. Ellos se creen los mejores en todo, ahora tienen al presidente más ridículo y más payaso del mundo”.

“Paradójicamente el fenómeno Trump puede ser una oportunidad para el despertar de México. Tenemos decenas de años de sumisión a Estados Unidos y de abandono y violencia del pueblo y así hubiera seguido siendo con Hilary Clinton como presidenta. De esta forma México puede despertar y mirar hacia dentro.

Al aparecer Trump hay un despertar de la conciencia y de la idea de que vamos a luchar. Trump es un estímulo negativo para el país. No tengo ninguna confianza en el gobierno, entreguista y sumiso, sino en el pueblo y en la capacidad de organizarse para construir un país fuerte que no dependa de EEUU. Es lamentable que prácticamente todas nuestras exportaciones vayan exclusivamente a EEUU o que la primera fuente de ingresos sean las divisas que llegan de los emigrantes”

“Más que preocuparme, considero que los mexicanos tenemos que estar unidos y bien informados para llevar por buen camino al país. El 2018 es año de elecciones presidenciales en México y es ahí en donde podemos levantar la voz. Donald Trump es un empresario que a lo largo de su vida se ha caracterizado por tomar decisiones con mano dura y poco flexible. Él está velando por los intereses de su país a su forma de entenderlos y los mexicanos tendremos que hacer lo mismo. No me gusta su actitud porque deteriora una relación que se ha venido construyendo a lo largo de muchos años y se corre el riesgo de quebrarse. Habrá que hacerle frente con mano dura y sin dudar”.

“Es una situación triste. Hay ya muestras de miedo, racismo. Pero creo que en México estamos acostumbrados a las crisis. Los problemas son una antesala de las oportunidades y debemos empezar a buscar otras alternativas, empezar a mirar hacia nosotros, dejar de tener a Estados Unidos como role model. La presidencia de Trump es una oportunidad”.