Un fiscal pide imputar a Mauricio Macri por la ley de blanqueo de capitales
El presidente modificó la norma para que pudieran acogerse los familiares del Gobierno, lo que incluiría a su padre, multimillonario
Una vez más, los tribunales se convierten en grandes protagonistas de la política argentina. Esta vez se trata solo de la petición de un fiscal, aún tendrá que decidir el juez, pero el golpe de imagen es significativo. Mauricio Macri, el presidente argentino, Alfonso Prat Gay, su ministro de Economía, y Marcos Peña, su jefe de Gabinete, han quedado imputados en un juzgado federal por la polémica modificación de última hora que hicieron a través de un decreto en la ley de blanqueo fiscal mediante la que permitían que se incorporen a esta amnistía los familiares del Gobierno.
Esta decisión, contraria a lo que había prometido el Ejecutivo, fue muy polémica porque la oposición entiende que gracias a ella podrán entrar al blanqueo de capitales personas como el multimillonario Franco Macri, padre del presidente, y otros familiares de los ministros que en algunos casos son miembros de las familias más ricas del país.
Macri había prometido que el blanqueo no estaría permitido para los miembros del Gobierno ni para sus familiares. Pero a última hora cambió la ley con este decreto y la diputada de la izquierda Victoria Donda, hija de desaparecidos y nacida en la ESMA (el mayor centro de torturas durante la dictadura), denunció a estos tres altos cargos por abuso de autoridad, al modificar el espíritu de la ley aprobada en el Congreso mediante un decreto. El fiscal Guillermo Marijúan le ha dado la razón y ahora queda saber si el juez Ariel Lijo imputa definitivamente a Macri, algo complicado. El propio Peña aseguró que el Gobierno está "muy tranquilo" con ese decreto y no cree haber incumplido el espíritu de la ley.
Este asunto es delicado porque cuando se hicieron públicas las declaraciones juradas se comprobó que varios miembros del Gobierno tienen millones de dólares en el exterior, aunque ellos insisten en que están todos declarados. Incluso el propio ministro de Economía, Prat Gay, tiene sus ahorros -1,7 millones de dólares- en EEUU aunque asegura que todo su dinero está invertido desde allá en bonos argentinos.Tener el dinero fuera de Argentina es una práctica muy extendida en un país que ya ha sufrido varias debacles.
Se estima que los argentinos tienen entre 200.000 y 400.000 millones de dólares ocultos fuera del país.Esta costumbre están tan naturalizada entre la clase media-alta que Carlos Melconian, una persona de máxima confianza de Macri y presidente del Banco Nación, una institución pública, lo justificó así: “Como muchos argentinos, tengo dinero guardado en el exterior. Voy a traer parte de mi dinero, y parte quedará afuera para mis hijos". Esto es, ni siquiera ahora que él está en el poder se animar a traer todos sus ahorros. El Gobierno de Macri está tratando de atraer al menos 50.000 millones dólares a través del blanqueo, ofreciendo a los defraudadores condiciones muy ventajosas.
El padre de Macri y la fortuna familiar no ha dejado de ser un quebradero de cabeza desde que el presidente llegó al poder. Su nombre apareció en los papeles de Panamá -es el único presidente del mundo que aparece, con el de Islandia, que dimitió inmediatamente- precisamente porque estaba como director de empresas off shore en Las Bahamas de la familia. Él responsabilizó de todo a su padre. Después se supo que tiene en ese paraíso fiscal más de un millón de dólares y el presidente decidió traerlos a Argentina. Sin embargo, el presidente no se animó a exigir a los ministros que sigan su ejemplo. El tema de las fortunas familiares de algunos miembros del Gobierno y sus vínculos con las empresas para las que trabajaron o en las que siguen destacados miembros de sus familias es una fuente constante de polémica en Argentina, que por primera vez en su historia reciente tiene en el Ejecutivo varios millonarios que vienen del mundo de la empresas y no de la polémica, como el presidente.
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