Ferreira Gullar, del poema sucio al poeta limpio
El poeta brasileño, el más importante de su generación, muere a los 86 años víctima de una neumonía
“Lo que se ha ido se ha ido”, escribe Ferreira Gullar, fallecido este domingo de neumonía, a los 86 años, en Río de Janeiro, en su libro Em alguma parte alguma (en alguna parte alguna), de 2010. Y, obviamente, el poema O que se foi (lo que fue), de esta última recopilación de textos inéditos, no acaba ahí. Mucho menos, el hombre José Ribamar Ferreira, nacido en Maranhão: “Lo que se ha ido se ha ido. Si algo todavía perdura es solo la amarga marca en el paisaje oscuro. Si lo que se ha ido regresa, trae un error fatal: le falta simplemente ser real. Por tanto, lo que se ha ido, si vuelve, se hace muerte. Entonces, ¿por qué me hace el corazón latir tan fuerte?"
Un obituario de Ferreira Gullar podría componerse tan solo de fragmentos de su obra, como prueba este fragmento de su famoso Poema Sujo (poema sucio): “Cuerpo que si para de funcionar provoca un grave acontecimiento en la familia: sin él no hay José Ribamar Ferreira, no hay Ferreira Gullar y muchas pequeñas cosas que sucedieron en el planeta se olvidarán para siempre”. Pero es necesario informar que el cuerpo del poeta, ensayista, dramaturgo y crítico de arte será velado a las cinco de la tarde de este domingo en la Biblioteca Nacional, y a las 9 de la mañana del lunes en la sede de la Academia Brasileña de Letras (ABL), donde Gullar pasó a ocupar una silla a finales de 2014, después de haberse pasado años diciendo que nunca lo haría.
Al tomar posesión en la ABL, en diciembre de aquel año, el poeta no esquivó la polémica. “Como mi vida se ha caracterizado no por lo previsible, sino por lo inesperado, al decidirme por la candidatura a la que nunca he aspirado, me comporté como siempre me he comportado, es decir, optar por lo imprevisible. Estoy muy feliz, ya que, a los 84 años de edad, comienzo una nueva aventura hacia lo inesperado que a algún lugar desconocido ha de llevarme. Puede alguien espantarse al oírme decir que puedo encontrar lo nuevo en esta casa que es el reducto propio de la tradición. Y puede que tenga razón. Sin embargo, como en la vida, en cualquier lugar, en cualquier momento, lo inesperado puede suceder".
"Inesperado" es una buena palabra para definir a un hombre que fue miembro del Partido Comunista y que se pasó los últimos años de su vida escribiendo artículos para criticar la agenda socialista. Gullar se exilió en la Unión Soviética, en Argentina y en Chile durante la década de 1970, mientras Brasil era gobernado por una dictadura militar, y llegó a ser encarcelado cuando regresó a su patria, en 1977. Aun con ese pasado militante, no dejó de criticar los rumbos de los regímenes de izquierda del mundo entero. En una entrevista con la revista Veja, en 2011, resumió su postura sobre este tema: “¿De derechas, yo? Era lo que me faltaba. La cuestión está muy clara. Cuando por ser de izquierdas te podían mandar a la cárcel, nadie lo era. Ahora que da premio, todo el mundo lo es. Pensar eso con respecto a mí no es honesto. Porque lo que estoy diciendo es que el socialismo acabó, estableció dictaduras, no creó democracia en ninguna parte y mató a una gran cantidad de gente. Todo eso es verdad. No me lo estoy inventando”.
Mi vida se ha caracterizado no por lo previsible, sino por lo inesperado,
El autor, uno de los fundadores del neoconcretismo, a finales de la década de 1950, creó el concepto de libro-poema, en el cual “el pasar las páginas hace el poema”. “Es la participación del lector en el hacer del poema. Deja de ser leer solo con el ojo. La mano participa”, resumía el poeta. Vienen de aquella época las diferencias entre Gullar y el poeta Augusto de Campos, que ambos sostuvieron en las páginas de los periódicos hasta hace unos meses.
El gobernador de Maranhão, Flávio Dino, del Partido Comunista de Brasil (PCdoB), decretó luto en el Estado natal de Gullar, “que nunca se exilió de aquí, como mostró en elPoema Sujo”, escribió el político en su perfil en Twitter. El presidente Michel Temer también escribió en la red social, para decir que “Ferreira Gullar deja un vacío inmenso en la literatura nacional. Hemos perdido a un poeta de primera grandeza”.
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