Una discusión motivó el asesinato del sacerdote de Michoacán, según la fiscalía

Vicente y Francisco conversaban con el sacerdote José Alfredo López en su casa, la noche del 19 de septiembre. En algún momento que nadie sabe explicar, la “convivencia” se transformó en discusión y los hombres decidieron someter al párroco: atarlo con algunas ropas, envolverlo en una cobija y llevárselo de ahí, en la cajuela de su propio vehículo. Los atacantes robaron algunos objetos y emprendieron la huida. Hicieron un alto en un paraje, bajaron a López y lo mataron a tiros. Cuando se pincharon las llantas del vehículo, los asesinos pidieron permiso a un policía para dejarlo en el estacionamiento oficial y huyeron de nuevo. Este lunes fueron aprehendidos y el caso “ha sido esclarecido”, según las autoridades, con esta versión de los hechos.

El asesinato del religioso ocurrió en el municipio de Puruándiro, del central Estado mexicano de Michoacán, uno de los focos rojos en el país por ser un punto estratégico para el trasiego de droga y la consecuente violencia que desata. El crimen consternó a la población y a la iglesia católica, al grado de que el papa Francisco manifestó su preocupación, pues el mismo día fueron asesinados otros dos sacerdotes en el Estado de Veracruz. Se especulaba que podría ser obra del crimen organizado, pero la fiscalía de Michoacán descartó el lunes esa versión.

“Los hechos investigados no fueron motivo de un secuestro, ni delincuencia organizada o ataque a la iglesia, ya que se trató de un evento de convivencia social que surgió como consecuencia de las diferencias entre los participantes”, dijo en un mensaje a medios José Martín Godoy, procurador michoacano.

La fiscalía consideró “esclarecido” el crimen con la detención y declaración de los presuntos homicidas, que ya se encuentran recluidos en el penal de la ciudad michoacana de Zamora; sin embargo, el fiscal no aclaró cómo es que finalmente se logró la aprehensión, después de que los individuos acudieron a la policía para pedirle ayuda con la camioneta averiada. La versión oficial es que tras esta aparición huyeron en otro coche del párroco, tuvieron un accidente y abandonaron el auto, que días después fue hallado por la policía, pero fue hasta este lunes que los agresores fueron detenidos.

Tras la desaparición del sacerdote, la fiscalía informó de que la última vez que se le vio estaba con un chico de 16 años, con quien estaba tomando alimentos. Durante el tiempo que duraron las investigaciones, se difundió en medios nacionales un video que mostraba a un hombre –presuntamente José Alfredo López- entrando a un hotel con un niño, pero más tarde una mujer declaró que el hombre del video es su exesposo y no el clérigo. La fiscalía no ha aclarado si se trataba o no del párroco, ni ha ofrecido más detalles hasta el momento sobre el paradero del joven con el que López estaba el día que murió.

México es el país más peligroso para ser sacerdote en América Latina, según un informe del Episcopado. En la última década 40 religiosos han sido asesinados en el país, y las entidades que lideran las agresiones son, precisamente, Guerrero, Veracruz, Michoacán, la Ciudad de México y Chihuahua.