Nicaragua concede asilo político al expresidente salvadoreño Funes
El antiguo mandatario del FMLN es investigado en su país por enriquecimiento ilícito durante su mandato
La Fiscalía de El Salvador incautó dos camiones de mudanza cargados con pertenencias del expresidente de ese país, Mauricio Funes y su familia, cuyo destino era Nicaragua, país donde el político que gobernó bajo la bandera del Frente Farabundo Martí Para la Liberación Nacional (FMLN) se ha refugiado y pedido asilo después de que se iniciara una investigación en su contra por enriquecimiento ilícito, peculado, negociaciones ilícitas, malversación y tráfico de influencias.
El Gobierno de Nicaragua, liderado por el sandinista Daniel Ortega, otorgó el asilo a Funes a través de una resolución del Ministerio de Relaciones Exteriores publicada en el diario oficial, La Gaceta. El Gabinete sandinista justifica la entrega del asilo al expresidente salvadoreño afirmando que la Constitución política de este país establece el asilo para “perseguidos políticos”, aunque el documento oficial no hace referencia a la investigación por corrupción que las autoridades salvadoreñas mantienen contra su protegido.
Mauricio Funes fue visto hace un par de semanas de compras en un supermercado de Managua, acompañado de su pareja, Ada Mitchell Guzmán Sigüenza, conocida como Michy, y sus hijos. El político salvadoreño, que justificó su presencia en el país porque realizaba “trabajos de consultoría”, también iba custodiado por oficiales de la Policía Nacional. Al ser cuestionado por esta custodia oficial, Funes respondió en su cuenta de Twitter: “Soy exjefe de Estado. Si un expresidente llega a El Salvador se le ofrece seguridad. El Gobierno acá actúa con reciprocidad”.
En esa misma red social, el pasado 23 de agosto, Funes había negado afirmaciones del Fiscal General de El Salvador, Douglas Meléndez, quien informó de que el político había pedido asilo en Nicaragua. “No estoy asilado en Nicaragua ni estoy tramitando el asilo. Me encuentro acá por trabajo”, escribió. Este martes, Funes informó de que “decidí tramitarlo (el asilo) el 31 de agosto después de constatar la persecución política que se inicia en mi contra”. El exmandatario asegura que “estando en El Salvador recibí "mensajes" de fuerzas de derecha que aseguraban que una vez en el país atentarían contra mi integridad física”.
El fiscal Meléndez inició una investigación oficial contra Funes por supuesto enriquecimiento ilícito durante su mandato (2009-2014). En marzo pasado, funcionarios de la Unidad de Delitos de Anticorrupción de la Fiscalía salvadoreña acusaron formalmente al mandatario y aseguraron que Funes y su familia no pudieron justificar un monto de más de 700.000 dólares de su patrimonio.
Salvador Martínez, director de comunicaciones de la Fiscalía salvadoreña, dijo a la prensa nicaragüense que tras allanar viviendas de Funes y su familia “estamos analizando la documentación incautada y además la Fiscalía ha congelado cuentas bancarias y decomisados algunos bienes”.
Diputado guatemalteco también “refugiado” en Nicaragua
El exmandatario salvadoreño no es el único político centroamericano que ha buscado refugio en Nicaragua. Hace dos semanas los medios nicaragüenses informaron de que Luis Rabbé, expresidente del Parlamento de Guatemala también está en Managua.
A Rabbé se le vio comprando bombillos en una tienda de la capital del país. El político guatemalteco es investigado por el Ministerio Público de su país y la Comisión Internacional Contra la Impunidad (Cicig) por las creación de llamadas “plazas fantasmas”, puestos públicos conformados en el Parlamento, supuestamente contratados por Rabbé con salarios superiores a los dos mil dólares, pero que nunca fueron ocupados.
Rabbé es cuñado del empresario Ángel González, propietario del monopolio de la televisión abierta en Guatemala y poderoso hombre que quita y pone presidentes en ese país.
En Nicaragua, González ha mantenido negocios cercanos con la familia del presidente Daniel Ortega y el ente regulador de las telecomunicaciones le ha concedido las señales de televisión abierta para la explotación de los canales 2, 9, 10 y 11. De hecho, González y la familia del presidente Ortega controlan casi la mayoría de canales de televisión del país, con una línea editorial basada en noticieros de la llamada “nota roja”, es decir que cubren hechos sangrientos, pleitos de chabolas y sexo, además de retransmitir telenovelas sobre narcotráfico e información edulcorante del gobierno.
Hasta ahora no se ha oficializado el otorgamiento de asilo político a Rabbé por parte del gobierno de Nicaragua.
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