Jornada negra del peso y la Bolsa mexicana ante la incertidumbre global

El peso volvió a entrar en la zona de peligro. La moneda mexicana llegó superar este martes el umbral psicológico de los 19 pesos por dólar. Es su peor resultado en cuatro meses, pero sobre todo una señal (otra más) de que el vendaval cambiario no ha hecho más que comenzar.

En el horizonte han aparecido demasiados nubarrones de golpe. La posible subida de tipos de interés por Estados Unidos, la fortaleza de Donald Trump, la incertidumbre generada por el referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea y hasta la caída del barril de petróleo se conjugaron en este martes negro. Un día para el olvido en el que no sólo empalideció la moneda mexicana, sino que la Bolsa, contagiada por sus homólogas europeas, sufrió una erosión de 0,8% y cayó a su mínimo desde mediados de marzo.

La eventual intervención del Banco de México, en caso de persistir el temporal, emergió hoy con fuerza. La última vez fue en febrero. Ante circunstancias similares, se suspendieron las subastas de dólares, se subieron las tasas de interés y se anunciaron más recortes en el gasto público. La receta surtió efecto. Pero como predijeron los analistas, no remedió la enfermedad. Ahora hay un rebrote y dudas sobre la capacidad de México de frenarlo en seco.

El fenómeno es global y hunde sus raíces en una circuito viral de incertidumbre, atonía económica y volatilidad. Los precusores clásicos de una tormenta financiera. Un cuadro que se retroalimenta y ante el que los inversores buscan refugio en deudas de alta seguridad, como la alemana y estadounidens. El resultado de este reajuste es la inestabilidad de países emergentes, con monedas más débiles. En el caso de México, el peso se ha depreciado un 8% desde inicio del año y el martes, aunque cerró a 18,96, llegó a tocar en el mercado de mayoreo el 19,02.