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El chavismo impide el desarrollo de la marcha de la oposición

El excandidato presidencial Henrique Capriles, agredido con gases lacrimógenos por la policía

Video: REUTERS / Edición: Oscar A. Sánchez

El régimen cerró este miércoles las estaciones del metro de Caracas aledañas al sitio de concentración establecido por la Mesa de Unidad Democrática para intentar impedir el acceso de los manifestantes al Consejo Electoral. Son maniobras dilatorias del Gobierno chavista para intentar ralentizar el proceso y evitar en lo posible la convocatoria de un referéndum revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro. En el Estado natal del fallecido presidente Hugo Chávez las protestas fueron más acaloradas y se saldaron con ocho heridos.

Las autoridades venezolanas han impedido que la caminata convocada por la Mesa de Unidad Democrática (MUD) llegara hasta el Consejo Nacional Electoral (CNE) para exigirle que agilice el trámite para convocar a final de año un referéndum revocatorio. En los alrededores de la plaza Venezuela, uno de los puntos céntricos de Caracas, se apostó la Guardia Nacional Bolivariana para obstaculizar a los manifestantes. Vinieron los empellones y forcejeos de rigor y el lanzamiento de gas lacrimógeno. El gobernador del Estado de Miranda, Henrique Capriles, fue afectado "por una sustancia que le rociaron en el rostro", según denunció el diputado Julio Borges, jefe de la fracción parlamentaria de la MUD. Poco después, el equipo de prensa y el entorno del excandidato presidencial informaron de que se encontraba en buen estado de salud tras ser atendido en un hospital.

Fue un plan que se llevó a cabo con algunas dificultades. A primera hora de la mañana el metro de Caracas cerró hasta 10 estaciones de sus cinco líneas, la mayoría de ellas cercanas al punto establecido por la MUD para agrupar a sus simpatizantes, localizado en el barrio capitalino de Bello Monte. Apenas se inició la caminata, donde destacaba, además de Capriles, el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, un cordón de la Guardia Nacional Bolivariana pretendió impedir el paso por el puente gemelo que cruza el río Guaire, que atraviesa la capital venezolana de oeste a este. Un nutrido grupo de caminantes se agrupó en las cercanías de la plaza Venezuela, pero no pudo proseguir. La Guardia Nacional bloqueó todas las calles aledañas y la autopista Francisco Fajardo, la principal vía de comunicación de la capital. Encerrados y sin posibilidad de seguir, la dirigencia decidió abandonar la protesta y convocaron una nueva para el sábado.

Nuevas elecciones

En Barinas, el Estado natal del fallecido Hugo Chávez, se reportaron protestas mucho más acaloradas. Unos 50 dirigentes, liderados por el alcalde, José Luis Machín, tampoco pudieron llegar a la sede del CNE y fueron reprimidos con perdigones por las autoridades. Hay ocho heridos, entre ellos dirigentes regionales de los partidos Primero Justicia y Voluntad Popular, la formación del encarcelado dirigente Leopoldo López.

Para la oposición es vital que la elección se celebre este año. A partir de enero de 2017 Maduro cumplirá cuatro años en el poder y en caso de que pierda los comicios su vicepresidente culminaría el periodo. Antes de ese cuarto aniversario, si la oposición ganase el referéndum con más votos que los obtenidos por Maduro en 2013, se convocarían nuevas elecciones para elegir al sucesor.

El chavismo también salió a la calle para protestar contra una ley aprobada por la oposición que otorga la titulación de las casas y apartamentos que entrega el Gobierno en la Gran Misión Vivienda Venezuela, uno de los programas asistencialistas más exitosos creados por la autodenominada revolución bolivariana. Ese texto legal ha sido declarado inconstitucional por el Supremo de Venezuela, que está controlado por el régimen. En realidad, el motivo de la convocatoria era una excusa. El régimen no acepta que sus adversarios protesten en el centro de Caracas porque lo consideran un territorio revolucionario.

Represión y muerte en los barrios

Decidido a disminuir los altos índices de criminalidad, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha informado de la nueva fase de la llamada Operación de Liberación del Pueblo (OLP), el nombre con el que su Gobierno ha bautizado las incursiones de los cuerpos de seguridad en los barrios más peligrosos del país.

Con un promedio de 120 homicidios por cada 100.000 habitantes, Caracas es la ciudad más violenta del mundo, de acuerdo con el más reciente reporte de la organización mexicana Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal, elaborado con datos de 2015.

Esa cifra podría ser superada, ya que recientemente la Fiscalía General de la República anunció que en los primeros cuatro meses del año el país ha sufrido 4.696 asesinatos.

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