Maduro decreta el 9 de marzo como Día de la Lucha contra el Imperialismo
El anuncio es una respuesta a la extensión del decreto estadounidense que considera Venezuela como una “amenaza” a la seguridad de ese país
La obsesión del chavismo es el imperio. Y con la excusa del imperio —encarnado en Estados Unidos— el Gobierno venezolano ha retirado embajadores, movilizado masas y justificado incontables crisis en el país caribeño. Pero nunca es suficiente. Así que el mismo día que el presidente estadounidense, Barack Obama, anunció la extensión del decreto que considera Venezuela como una “amenaza” para la seguridad de su país, Nicolás Maduro respondió consagrando el 9 de marzo como Día de la Lucha contra el Imperialismo.
La nueva fiesta fue acompañada de la decisión de retirar al encargado de negocios de Venezuela en Washington, Maximilien Sánchez Arveláiz. “He tomado la decisión de retirar a nuestro embajador, que ha venido ejerciendo el papel de encargado de negocios en Washington, y regresarlo a nuestra capital, a Caracas, retirarlo ya de la embajada de allá”, dijo Maduro. Sánchez Arvelaiz esperaba el plácet desde mayo de 2014 para representar a Venezuela en territorio estadounidense. Ambos países no mantienen relaciones desde 2010, en época del fallecido Hugo Chávez.
La historia de esta pugna comenzó el 9 de marzo de 2015. Ese día, la Casa Blanca difundió un comunicado que declaraba a Venezuela como una “amenaza” para la seguridad nacional. El procedimiento ya se había aplicado a Irán, Siria, Ucrania, Yemen, Libia y Birmania, entre otros países considerados hostiles. El decreto sanciona a siete altos funcionarios del Gobierno venezolano, impidiéndoles ingresar y hacer transacciones en Estados Unidos, por formar parte de las fuerzas de seguridad que neutralizaron las protestas antigubernamentales de 2014, que se saldaron con 43 muertos. Para justificar su decisión, Obama argumenta que en Venezuela todavía se vulneran los derechos de los disidentes y manifestó su preocupación por “la persecución de los opositores políticos, las limitaciones a la libertad de prensa y el uso de la violencia”.
Anuncio simbólico
Pese a ello, Maduro ha esperado un año para declarar a Estados Unidos como una “amenaza” que requiere de un día para rechazar su “imperialismo”. El anuncio se hizo el miércoles en el Panteón Nacional de Caracas, donde reposan los restos de Simón Bolívar, El Libertador. El presidente venezolano estaba acompañado de su séquito, algunos sostenían pancartas contra el decreto de Estados Unidos y otros solo aplaudían cada expresión de rechazo a Obama.
El nuevo revés entre Estados Unidos y Venezuela cuenta con una estrategia de contraataque impulsada por Maduro. El presidente venezolano ha girado instrucciones a la canciller, Delcy Rodríguez, para “dar los pasos para defender la patria” en las próximas semanas. “Se van a tomar medidas, que en su oportunidad se irán anunciando [en relación con el decreto de Obama]”, sentenció el mandatario.
El jefe del Estado venezolano también ha clamado por el apoyo de los aliados extranjeros. Maduro pidió formar un “eje de fuerzas internacional”, incluyendo a la Organización de Naciones Unidas, para discutir sobre el “imperialismo” de Estados Unidos. La idea, según este mandatario, es derogar el decreto impuesto por Obama mediante la presión de los Gobiernos foráneos.
Pero la ofensiva, aparentemente, no solo dependerá de las maniobras diplomáticas y los posibles aliados internacionales. Maduro ordenó a sus seguidores salir a las calles el próximo sábado, el mismo día que se concentra la oposición en el este de Caracas, para rechazar al Gobierno de Estados Unidos. “Saldremos para decirle no al irrespeto en Venezuela”, dijo el presidente venezolano.
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