El mundo financiero duda de cuándo pondrá dinero en Argentina
Bancos y fondos elogian a Macri, pero pocos se atreven a invertir de inmediato ante los retos de la economía local y el contexto internacional
Es difícil imaginar un presidente argentino más amigo de los mercados que quien ocupará ese cargo a partir del próximo jueves Mauricio Macri, que fue empresario hasta que inició su carrera política en 2003. Los bancos y los fondos de inversión lo llenan de elogios, pero la duda radica en cuándo volverán a apostar su dinero por Argentina, país del que se alejaron tras la suspensión de pagos de 2001 y al que en general esquivaron durante los últimos 12 años de kirchnerismo. Macri está apresurado por eliminar el cepo (control) cambiario y devaluar el próximo viernes, pero para evitar un desmadre necesita dinero. La pregunta es si llegarán capitales en el corto plazo teniendo en cuenta los desafíos internos de la economía argentina y un contexto internacional que la favorece poco, con la previsible subida de tipos de interés de EE UU, el consiguiente encarecimiento del crédito para los mercados emergentes y el abaratamiento de las materias primas, la crisis de Brasil, su principal socio comercial, y la desaceleración de China, su segundo socio.
Macri necesita que al liberar el cepo entren divisas de varias fuentes: exportadores agrícolas, que retienen una cosecha equivalente a por lo menos 4.500 millones de dólares a la espera de una devaluación; grandes bancos de inversión con los que está negociando préstamos por unos 3.000 millones; y algún crédito del Gobierno de EE UU, que está en discusión, según fuentes financieras y de la prensa argentina. Claro que no es fácil que se activen esos grifos, sobre todo el último. Este viernes hablaron por teléfono el secretario del Tesoro de EE UU, Jacob Lew, y su futuro homólogo argentino, Alfonso Prat-Gay, pero fuentes oficiales norteamericanas no comentaron nada sobre préstamos sino sobre "trabajo productivo" a futuro.
“Es extremadamente difícil que EE UU asista rápidamente con dinero a Argentina”, opina Ousmène Manned, del fondo New Sparta Asset Management, con sede en Londres. “Habría si hubiese una relación bilateral como la que EE UU tiene con México, pero Argentina debería ir por el FMI (Fondo Monetario Internacional) y eso lleva tiempo”, añade Manned.
Inversores consideran difícil que EE UU financie a Argentina en el corto plazo
El economista de New Sparta tampoco prevé que en lo inmediato lleguen a Argentina grandes flujos de inversión privada, solo anticipa “algún dinero especulativo”: “Macri es una buena cosa para el mercado, pero las inversiones dependerán de las medidas que adopte y si son suficientes para que Argentina vuelva a ser un país normal”. En concreto, Manned espera que Argentina vuelva a someterse a la revisión económica anual que el FMI practica a todos sus miembros y que este país sudamericano esquiva desde 2006. También considera impresincindle que Macri dé independencia al manipulado Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y al Banco Central, en cuya presidencia el nuevo líder argentino pondrá a un diputado de su partido, Federico Sturzenegger. Manned admite que sería mejor “un economista neutral”, pero elogió a Sturzenegger como un “tecnócrata”. Mientras tanto, los trabajadores del INDEC que se han opuesto a la intervención kirchnerista plantearon este viernes en la calle sus exigencias a Macri.
Manned opina que es “demasiado temprano” para liberar el cepo cambiario. Además advierte de que, “con políticas insostenibles y pese a la actual desaceleración, Argentina creció más del 3% anual con el kirchnerismo y Macri deberá cambiar el modelo económico sin afectar ese ritmo de crecimiento”.
Diego Ferro, del fondo Greylock Capital, en Nueva York, destaca que “hay apetito por Argentina y algunos que se van de Brasil se van allá, aunque otros se vayan a EE UU”. Ferro destaca que el gabinete de ministros de Macri “es el más serio” de los que recuerda en Argentina, pero alerta de que el fallo judicial de EE UU contra este país y a favor de los ‘fondos buitre’ de 2014 impone “restricciones legales para prestar a Argentina”. Por eso, este inversor considera que “el apetito depende de la resolución” de ese conflicto.
En tres grandes entidades financieras de EE UU, Reino Unido y Brasil comentan que el futuro Gobierno de Macri ya negocia con bancos de inversión un préstamo de 3.000 millones de dólares para relajar la escasez de divisas al liberar el cepo, pero advierten de que no podrá ser mucho más dinero que ese por las estrictas regulaciones bancarias internacionales sobre inversiones de riesgo. A esos bancos les interesan los altos tipos que pagaría Argentina y la posibillidad de que este país los contrate para emitir en el futuro nuevos títulos públicos. En cambio, los fondos de inversión se reparten entre los que arriesgarán ahora, los que esperarán semanas o meses para ver la reacción económica y social a las primeras medidas de Macri, los que solo pondrán dinero si además se anuncia un fuerte ajuste fiscal, algo descartado por el próximo presidente, y los que ya están cansados de Argentina y difícilmente regresen.
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