Recuperado en Argentina un nieto de la dictadura cuya madre sobrevivió

Las Abuelas de Plaza de mayo culminan con una gran noticia tal vez el mejor año desde que se fundaron, en plena dictadura, para buscar a sus nietos secuestrados por la dictadura en las cárceles en las que estaban encerradas sus madres. Apareció el nieto 119, y no es uno más. Es un caso único porque su madre está viva, algo inédito. Lo habitual era que los militares asesinaran a las madres después de que dieran a luz. Hay más de 500 nietos desaparecidos y las madres nunca fueron encontradas. Pero este caso es especial. “No se hallan registros de que se hayan encontrado hijos con su madre en estos casos de desapariciones forzadas durante la dictadura”, ha señalado el propio nieto, que se llama Mario Bravo, en conversación con la radio FM Renacer. Él ya ha hablado varias veces con su madre biológica aunque aún no la ha visto. Su primer encuentro será mañana en Buenos Aires, adonde viajará desde Santa Fe, donde vive. “He conversado en estos días con mi madre, que está rememorando momentos muy duros y me cuenta que por un milagro recuperó la libertad después de dos años de cautiverio pero siempre amenazada para que mantenga silencio sobre lo ocurrido”, asegura Bravo.

Esta recuperación llega pocas semanas después de que apareciera el nieto 118, también especialmente simbólico porque resultó ser el de Delia Giovanola, una de las 12 fundadoras de la organización y uno de sus miembros más carismáticos. En conversación con EL PAÍS, Giovanola señalaba que es previsible que aparezcan muchos más nietos no solo por el trabajo de los últimos años de Abuelas para dar a conocer su lucha sino sobre todo porque muchos, como ha sucedido en su caso, están esperando a que fallezcan los “padre de crianza”, como les llaman ellas, o a que quede claro que no van a sufrir represalias por haber participado indirectamente en el secuestro de los niños, algo que precisamente está sucediendo en estas fechas.

Los niños, hoy adultos de alrededor de 40 años, se están animando ahora más que nunca a acudir al banco genético de Abuelas para confirmar sus sospechas. El año pasado apareció otro nieto muy simbólico, el de la presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto, que hoy ha sido uno de los primeros en saludar la buena noticia de la aparición de un nuevo nieto.

La madre de Bravo vive en Tucumán, una de las provincias donde la represión fue más feroz. "Mi madre vive en Tucumán, una provincia que tiene el agravante de que seguía gobernando, hasta hace poco, un represor como (Antonio) Bussi en el gobierno. Hay que entenderla”, asegura el hijo. Bussi fue el único político con una destacada participación en la dictadura que logró ser elegido para gobernador de su provincia en 1995. Su hijo se presentó a las últimas elecciones de este año sin éxito.

“Yo ya venía hablando con Abuelas y en febrero me hacen una entrevista, y van surgiendo los datos, se hacen muchas pruebas y contrapruebas y me llamaron hace una semana de la oficina de Derechos Humanos para citarme a mantener una charla. Allí me piden autorización para comunicarlo”, asegura el nieto recuperado.

“Yo soy padre y no sé si aún tomo dimensión de todo esto que me está pasando. Mi madre biológica ya está en Buenos Aires y tiene una gran necesidad de verse conmigo. Los integrantes de Abuelas hacen una excelente contención. Mañana será un día muy especial. Desde el lunes en que hablamos por primera vez ella cuenta los segundos que faltan para vernos”, remató. El caso se dará a conocer mañana en una conferencia de prensa en Abuelas.