Santos invita al expresidente Uribe a hablar de paz con “criterio patriótico”

La polarización política que se vive en Colombia en torno al proceso de paz con la guerrilla de las FARC, ha llevado a que hoy no tenga un respaldo sólido, algo fundamental si se quiere que los acuerdos a los que lleguen los negociaciones sean refrendados por los colombianos. Por eso, el presidente Juan Manuel Santos ha invitado a su mayor opositor y quien fuera su mentor, el hoy senador Álvaro Uribe, a reunirse para dialogar “con criterio patriótico, de paz”.

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La polarización política que se vive en Colombia en torno al proceso de paz con la guerrilla de las FARC, ha llevado a que hoy no tenga un respaldo sólido, algo fundamental si se quiere que los acuerdos a los que lleguen los negociaciones sean refrendados por los colombianos. Por eso, el presidente Juan Manuel Santos ha invitado a su mayor opositor y quien fuera su mentor, el hoy senador Álvaro Uribe, a reunirse para dialogar “con criterio patriótico, de paz”.

Santos hizo el anuncio a través de su cuenta de Twitter y luego lo reafirmó en una entrevista televisiva. “Yo estoy más que dispuesto a reunirme con el senador Uribe, con el Centro Democrático, para discutir todos estos temas, con criterio patriótico, con miras a lograr una buena paz para todos los colombianos”, dijo a Noticias RCN y reconoció que la paz está por encima de cualquier diferencia personal y política.

El mandatario le hizo esta invitación a Uribe después de que el Centro Democrático, la principal fuerza política de oposición en el Congreso, publicara un memorial que tituló 52 capitulaciones de Santos en La Habana, en el que critica cada uno de los tres puntos que hasta ahora se han acordado parcialmente en la mesa de negociaciones en Cuba, donde el Gobierno y las FARC negocian el fin del conflicto armado desde noviembre de 2012. Para el uribismo, estos acuerdos no son otra cosa que la “claudicación santista que renuncia al país para entregárselo a las FARC”.

Las críticas del uribismo se dan casi un mes después de que los negociadores de paz decidieran de común acuerdo publicar los borradores íntegros de los acuerdos parciales a los que han llegado en el punto de desarrollo agrario, participación política y narcotráfico, para acabar con la supuesta desinformación planteada por los opositores del proceso, entre ellos el expresidente Uribe.

Para Santos, las llamadas capitulaciones son “absolutas mentiras” que en su concepto “nada tienen que ver con la realidad”, por lo que ha anunciado que su equipo de paz las refutará una a una, con el ánimo de generar un debate constructivo, ya que no se puede “atacar con mentiras”. El jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, fue más allá y cuestionó que el uribismo atribuya a los acuerdos alcanzados con las FARC, “algo que los textos no dicen”. Para De la Calle, los opositores no pueden usar “su insatisfacción con normas vigentes desde el siglo pasado para provocar alarma entre propietarios legítimos y empresarios”, dijo refiriéndose a una de las críticas del partido político del expresidente, que asume que lo acordado hasta ahora busca quitarle la propiedad de la tierra a sus dueños legítimos.

Desde la semana pasada, el proceso de paz también ha estado bajo la lupa crítica del Procurador General, Alejandro Ordóñez, quien cuestionó que Santos hubiera facilitado dos viajes a Cuba del máximo jefe de las FARC, conocido con el alias de Timochenko, sin pedir el levantamiento de las órdenes de captura en su contra, como sí se hizo con los guerrilleros que hoy son negociadores. Ordóñez, a través de una carta, le pidió explicaciones a Santos, ya que considera que se violó la ley, a lo que el mandatario le respondió airado, recordándole que él como jefe de Estado tiene el mandato político de adelantar un proceso de paz. En una nueva carta, Ordóñez subió más el tono y le acusó de “brindar protección a un terrorista”.

Tal como hizo con Uribe, Santos invitó al funcionario a una audiencia a la Casa de Nariño para “ilustrarlo” sobre los avances del proceso de paz, pero hasta el momento no se sabe si Ordóñez aceptará la reunión y mucho menos si lo hará el expresidente Uribe, quien se ha abstenido de responder y en cambio ha continuado con sus críticas enconadas a las negociaciones y con revelaciones sobre el traslado de varios jefes guerrilleros a La Habana, que apoyarán al grupo negociador de las FARC, lo que ha vuelto a desatar el debate ya que esa información solo la maneja la inteligencia militar. 

Según Uribe, el Gobierno suspendió operaciones militares en dos regiones para poder sacar a este grupo de guerrilleros en el que está Luis Antonio Losada Gallo, conocido como Carlos Antonio Lozada, uno de los hombres fuertes del bloque Oriental, el más grande de esa guerrilla. También viajaron alias Pacho Chino y Matías, miembros de alto rango del bloque Alfonso Cano, que antes comandaba Pablo Catatumbo, uno de los negociadores de paz de esa guerrilla. Habría dos jefes guerrilleros más, también cercanos a Catatumbo. Todos tienen prontuarios delictivos a cuestas como secuestros y atentados.

El Gobierno no se ha pronunciado pero fuentes extraoficiales lo han confirmado a los medios colombianos, así como el levantamiento de las órdenes de captura que tienen en su contra estos guerrilleros, requisito indispensable para salir del país, algo que ya ha sucedido en otras ocasiones a lo largo de los dos años que llevan los diálogos de paz. “Traslado de terroristas es otra afrenta a las FFAA y otro riesgo a la seguridad”, escribió el expresidente Uribe en Twitter.

Un diálogo entre Santos y Uribe resulta clave para el proceso de paz colombiano de cara a la futura ratificación de los acuerdos. Su voz representa la de siete millones de colombianos que en las presidenciales votaron a favor de las tesis del uribismo, que insisten en que Santos está entregando el país a los terroristas y que exigen una “paz sin impunidad”. Sin embargo, hasta ahora los políticos colombianos de diferentes partidos no creen que se dé el encuentro.