Por qué el desayuno español es un desastre (y cómo cambiarlo)

El habitual desayuno de zumo de naranja, cereales, bollería o tostada con mermelada es una pequeña catástrofe nutricional. La dietista Raquel Bernácer, autora del libro 'Aprende a desayunar', explica cómo cambiarlo.

Vídeo: MIKEL LÓPEZ ITURRIAGA / UNTO

Digámoslo alto y claro: el desayuno típico español, con su bollería, galletas, zumo de naranja, leche con Colacao o Nesquik o tostadas con mermelada, es un desastre desde un punto de vista nutricional. El cuñado que hay dentro de ti estará diciendo en estos momentos: "¡Pero si es lo que hemos desayunado toda la vida y estamos sanísimos!". Reprímelo con un poco de información: primero, es falso que hayamos desayunado así toda la vida, porque ese modelo se implantó en el siglo XX y ha sido el marketing de la industria que elabora esos productos el que lo ha apuntalado como único en nuestros cerebros. Segundo: no estamos sanísimos, como demuestra el ascenso de la obesidad y enfermedades relacionadas con la mala alimentación en nuestro país.

¿Qué hacer? Antes que nada, entender cuáles son los fallos de nuestra primera comida. Y acto seguido, pensar en alternativas apetecibles y saludables. Por eso convocamos a la dietista-nutricionista Raquel Bernácer, colaboradora habitual de El Comidista que acaba de publicar el fantástico libro Aprende a desayunar. Sin pelos en la lengua, Bernácer desmonta en el vídeo que tienes arriba unos cuantos mitos sobre los alimentos comunes a primera hora, y da ideas prácticas y sencillas para mejorarlo. Porque el desayuno no es la comida más importante del día, como dice el topicazo, pero nunca está de más hacerlo bien.

Sobre la firma

Más información

Archivado En