Telefónica
FOTO: Lluís Gené (Getty Images)
Las mil cabezas de telefónica
La compañía se reinventa a punto de cumplir un siglo. Convertida en multinacional, apuesta por nuevos proyectos, un cambio de paradigma.
No hay escenario más inestable e infiel que el de la Red, donde algunos gigantes han caído (o están a punto de desplomarse) como pesados dinosaurios. Y en medio de ese escenario, Telefónica no deja de ser un gigante con apariencia de animal vetusto y pesado (cumplirá 90 años de edad en 2014) que pretende seguir en el pedestal dentro de unos años: 315 millones de clientes en 25 países y una facturación que se aproxima a los 70.000 millones de euros hablan de una compañía global, rentable para sus accionistas y que compite en igualdad de condiciones con otras dos grandes (ATT y Vodafone) por el liderazgo mundial. La cuestión es, sin embargo, que para liderar un mercado tan esquizofrénico no sirve una sola estrategia, así que el gigante español ha decidido convertirse en una especie de monstruo de mil cabezas.
Habría que preguntarse dónde no está Telefónica. En febrero presentaba un seguro de automóvil para jóvenes conductores que tendrán una especie de chip en su coche: si conducen bien, bajará su prima de seguro. De la misma manera, investiga para convertirse en algo parecido a su médico en casa (o doctor online). Son proyectos de una compañía que está dispuesta a gastarse 1.000 millones de euros en una iniciativa denominada Wayra para financiar nuevas ideas: se han presentado 3.444 proyectos en 32 países. Un analista lo calificó como un cambio de paradigma: una forma de atraer talentos sin convertirlos en empleados. Otra táctica para rejuvenecerse 94 años después.