España en po si ti vo
Escuelas de negocios

Escuelas de negocios

ILUSTRACIÓN: Alberto Vázquez

Cantera de directivos

Tres escuelas de negocios se encuentran entre las 25 mejores del mundo. Sus puntos fuertes: la red de antiguos alumnos, la innovación, la capacidad emprendedora y la internacionalización.

Miguel Ángel Noceda

De un tiempo ya largo a esta parte, las escuelas de negocios españolas escalaron a los primeros lugares de las clasificaciones sectoriales. Dos de ellas (ESADE e IESE) aparecen entre las 10 mejores, y una tercera, el Instituto de Empresa (IE), entre las mejores 25, siendo además España el segundo país, tras Estados Unidos, empatado con Reino Unido en este peculiar ranking. No hay muchos sectores en España que dispongan de tres empresas entre las 25 mejores del mundo.

¿Qué es lo que hace que este país, cuestionado por la mayoría de instituciones económicas internacionales, esté en el top mundial de formación directiva? Probablemente no hay una única respuesta. Quizá sirvan las razones que esgrime Eugenia Bieto, directora general de ESADE: operan en mercados globales desde hace 25 años, su cercanía al mercado para la contratación de directivos, la red de antiguos alumnos y la flexibilidad de instituciones que se mueven con financiación privada. Eso unido a la innovación, la capacidad emprendedora y el proceso de internacionalización logrado en los últimos 25 años, especialmente hacia América Latina.

Algunas de las principales escuelas de negocios españolas se crearon a finales de la década de los cincuenta, con el Plan de Estabilización de 1959, que supuso un giro significativo hacia una primera liberalización de la economía española. Desde el primer momento se produce una competitividad que puede ser la base de la explicación sobre la fortaleza de los centros españoles. A ese factor habría que añadir que siempre ha tenido márgenes de libertad favoreciendo la autorregulación del sector, lo que ha evitado la burocratización y permitido la internacionalización antes que otros sectores. La atracción de talento global, gracias a esa buena imagen, es otra de las señas de identidad, lo que contribuye de forma significativa a difundir la marca España.