Las calles enfrentadas a Almeida no lo han castigado en las urnas: “¿Qué importan los árboles? ETA ha vuelto”

Ha pasado algo difícil de comprender en las municipales de Madrid que podría parecer masoquismo electoral. Las calles del malestar con el alcalde José Luis Martínez-Almeida, donde se han sucedido protestas al grito de “se tiene que notar a la hora de votar”, volvieron a dar su apoyo en el 28-M al mismo equipo municipal que les había causado tanto descontento. Ha pasado por todo Madrid en lugares que parecían foc...

Ha pasado algo difícil de comprender en las municipales de Madrid que podría parecer masoquismo electoral. Las calles del malestar con el alcalde José Luis Martínez-Almeida, donde se han sucedido protestas al grito de “se tiene que notar a la hora de votar”, volvieron a dar su apoyo en el 28-M al mismo equipo municipal que les había causado tanto descontento. Ha pasado por todo Madrid en lugares que parecían focos de conflicto donde Almeida iba a sufrir un castigo por temas de la gestión municipal tan diversos como la tala de árboles, el ruido, las cocinas fantasmas o las promesas incumplidas. Hay muchas variables que influyen en el voto de una persona, según los expertos, pero el resultado en la capital, donde Almeida ha sacado una mayoría absoluta con el mejor resultado desde 2011, sugiere que lo municipal ha tenido menos peso que grandes temas de la agenda nacional, como los candidatos terroristas de Bildu o los casos puntuales de supuesta compra de votos por parte del PSOE en pequeñas localidades.

Esto genera una evidente frustración en los vecinos más implicados, aquellos que se colocan al frente de la manifestación sujetando la pancarta. Uno de los líderes de la protesta contra la tala de unos árboles en Madrid Río, Eduardo Ramis, lo resume con ironía: “¿Qué importan lo árboles cuando estamos amenazados porque ETA ha vuelto?”

EL PAÍS pone la lupa en lo que ha sucedido en 19 secciones censales donde han estallado conflictos vecinales con el Ayuntamiento. Cada sección censal tiene aproximadamente unos 1.500 vecinos, un tamaño tan reducido que asegura que los residentes en esas calles conozcan la batalla contra el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, y la vicealcaldesa, Begoña Villacís. De estas secciones seleccionadas, el voto al equipo municipal de PP y CS solo ha caído en dos mesas, las afectadas por la promesa incumplida de soterrar la A-5 a su paso por el Paseo de Extremadura.

Calle Treseta 39 (Ensanche de Carabanchel). Crece 7,1 puntos

Almeida plantó aquí un cantón de basuras sin avisar al barrio. La obra comenzó en marzo y los vecinos se enteraron por los obreros. A los residentes que se han echado a las calles les preocupa el impacto estético, el ruido, los olores y la posible depreciación de sus viviendas. El cantón se encuentra a 50 metros del mayor centro comercial de la ciudad, Islazul, y a 250 metros de los hogares más cercanos. Los trabajadores de limpieza callejera utilizarán esta instalación para depositar temporalmente basura, antes del traslado diario al vertedero.

A pesar del descontento, el apoyo a los dos partidos del gobierno municipal ha crecido en siete puntos. Un líder vecinal, Borja Cacho, cuenta que el PP ha puesto mesas informativas junto a la parada de metro al menos cuatro días, algo que no han hecho otros partidos. “Han desinformado a los vecinos rebajando el impacto que va a tener el cantón. Probablemente habrá influido en el voto, pero la verdad es que entre los mejor informados, los que iban a las manifestaciones, también ha habido muchos que han votado al PP”.

Avenida Aviación (Cuatro Vientos). Crece 0,6 puntos

El barrio ha protestado contra un cantón desde diciembre, cuando los obreros les revelaron el secreto del Ayuntamiento. Hace pocos días fueron a la Junta Municipal de Aluche para hacer una comedia en la que tres vecinos portaban caretas de Almeida, Ayuso y Borja Carabante, el concejal de Medio Ambiente. Julia Velilla, que tiene su vivienda a menos de 100 metros, ha votado contra el Ayuntamiento, pero su voto figura en otro lugar. “Yo no he votado aquí porque yo estoy censada todavía en Villaverde donde vivía antes”.

Calle Sante Genoveva (La Elipa). Crece 5,9 puntos

Esta es otra sección afectada por un cantón. El sábado 20 de mayo, ocho días antes de las elecciones, se manifestaron por última vez antes de la votación. Solo acudieron unas 50 personas. Elisa Pérez, una apoderada de Vox de 41 años, vio el resultado el domingo en primera persona. Ella no vive junto al cantón, pero este es su barrio de toda la vida y se ha implicado en la lucha. “No me sorprendió en absoluto que saliera ganador el PP porque el cantón afecta a los tres bloques de vecinos más cercanos. Los seres humanos por naturaleza somos egoístas y miramos por lo nuestro”.

Padre Damián (Hispanoamérica). Crece 1,1 puntos

El túnel del Bernabéu: un barrio del PP, contra el PP, menos para votar. Cuatro años después del inicio de las obras, el Santiago Bernabéu continúa patas arriba. Y, por primera vez, el vecindario se rebela. Una rara avis en el distrito de Chamartín, donde el club convive los días de partido con 150.000 vecinos en seis barrios muy poco acostumbrados a colgar pancartas en los balcones, a quejarse públicamente en los medios y, sobre todo, a manifestarse por las calles, más aún contra el PP. Estos vecinos han recogido firmas, han protestado y han salido a la calle. Ahora, con las elecciones, PP y Ciudadanos han subido en votos 1,1 puntos.

Paseo de la Chopera (Chopera). Crece 0,1 puntos

El “no a la tala” comenzó en febrero cuando conocieron que la Comunidad de Madrid, con el apoyo del Ayuntamiento, planeaba tumbar 1.027 árboles para hacer paso a la futura estación de Metro de Madrid Río. La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, suspendió la tala tras una protesta multitudinaria para estudiar alternativas, pero la zona ha seguido vallada y los vecinos creen que las autoridades van a retomar la tala ahora que ya se ha votado. Los vecinos han tenido un punto de información a la entrada del parque de Arganzuela y han recogido más de 26.000 firmas, pero el voto a los dos partidos del gobierno de Almeida ha subido 0,1 puntos. El portavoz de la asociación vecinal, Eduardo Ramis, de 56 años, dice que los vecinos sabían bien que con otro Ayuntamiento habría sido posible anular la tala. “Muchas personas viven de espaldas a su realidad y atienden a los grandes titulares”, critica él.

José Calvo, 10 (Berruguete). Crece 1 punto

La pandemia abrió un nuevo modelo de negocio en las grandes ciudades, las cocinas fantasma. En mitad de un patio de vecinos o en tejados que colindan con colegios públicos, comenzaron a surgir chimeneas que impregnaban las viviendas de olores procedentes de cocinas industriales. En febrero, existían 10 en Madrid, según fuentes municipales. Una de ellas está en la calle José Calvo, 10. Aquí, PP y Ciudadanos han subido 10 votos con respecto a 2019, pasando de 375 a 385.

“Esto es muy curioso”, apunta Santiago Navas, vecino afectado. “En el chat de los vecinos afectados envié un documento con las propuestas de los partidos que estaban en contra de las cocinas. Recibí una respuesta de un miembro que hablaba sobre los etarras y los violadores sueltos. Yo no decía a quién votar, simplemente enviaba las propuestas. Ha triunfado el muro ideológico frente a los problemas reales de mi barrio”.

Paseo Ermita del Santo, 48 (Puerta del Ángel). Crece 0,9 puntos

Almeida prepara la recalificación del centro comercial La Ermita de Madrid Río en contra de la mayoría de las asociaciones del barrio. Es un “pelotazo urbanístico” en Madrid Río que favorecerá a un magnate venezolano, quien podrá construir dos rascacielos de viviendas.

Plaza del Carmen (Sol). Crece 3,4 puntos

En este emblemático recinto, a pocos metros de la Puerta del Sol, la reforma provocó la tala de 24 árboles hace unos meses. Los vecinos se quejaron por la pérdida de estos árboles maduros que proporcionaban unas muy necesarias sombras en pleno centro.

Menéndez Pelayo, 65 (Niño Jesús). Crece 3,2 puntos

Almeida anunció en 2020 y por sorpresa que, tanto el Ayuntamiento como la Comunidad de Madrid, iban a construir un gran aparcamiento en la zona de Retiro: 800 plazas junto al emblemático parque. El proyecto ha levantado ampollas en el vecindario, que no lo considera necesario. Ahora, está suspendido. Se recogieron 45.000 firmas contra el proyecto. La Unesco ha advertido de que corre peligro la declaración como Patrimonio Mundial del Paisaje de la Luz, que se produjo en 2021 y abarca el Paseo del Prado y el Retiro.

“Esto pasa porque se ha votado en clave nacional”, cuenta Félix Sánchez, portavoz de la Asociación de Vecinos Retiro Norte. “A la gestión no se le ha dado ninguna importancia. La gente ha votado en clave local a partidos de izquierdas y en clave nacional a las derechas. Aquí el PP solo ha venido una vez en campaña. No ha hecho campaña callejera. No se les ha visto debatir propuestas. Hicimos un debate y no vino nadie. No sé si vivimos en una burbuja... pero estamos sorprendidos”.

Avda Albufera, esquina norte y sur. (Puente de Vallecas). Crece 1,2 y 4,6 puntos

Puente de la M-30 en Vallecas. En marzo de 2021, todos los grupos municipales aprobaron el comienzo de los trámites para desmantelar el enorme puente que corta dos grandes avenidas en el distrito de Puente de Vallecas, la de la Albufera y avenida Ciudad de Barcelona. Los vecinos llevan reivindicando la demolición más de una década. Por el puente pasan hasta 170.000 coches al día, que generan ruido, contaminación y una barrera de movilidad para el peatón. Sin embargo, el pasado año Almeida renunció a eliminarlo. “No compensa para nada”, dijo la edil de Obras, Paloma García Romero. Dos años después, las urnas han hablado. Pese a que Más Madrid proponía derribar el puente, el PP ha ganado también en estas mesas.

“Ha ocurrido que la derecha está en una situación de fuerza. Es una especie de cambio de ciclo”, cuenta por teléfono el presidente de la asociación de vecinos de Puente de Vallecas, Jorge Nacarino.

Paseo Extremadura (Campamento). Caídas de 1,5 y 4 puntos

El soterramiento de la autovía A-5 era un proyecto estrella que Almeida ha incumplido. Algunos residentes de este barrio tienen la ventana de sus pisos a dos metros de la carretera. Almeida prometió el soterramiento de este tramo durante la campaña electoral de 2019, pero el 25 de septiembre del pasado año anunció que su promesa era “inviable”. Andrés Piñeiro, presidente de la asociación vecinal, cree que muchos han comprado las excusas del Ayuntamiento, que asegura ahora que retomará el proyecto como parte de la Operación Campamento, un macroplan para construir 12.000 viviendas, en el que participará también el Gobierno central. También considera que ha podido influir alguna mejora en el barrio. “Entre otras cosas nos han arreglado por fin unas canchas deportivas”. Se observan caídas en varias secciones censales anexas a la autovía, entre ellas las dos seleccionadas.

Ponzano (Gcía Paredes/Ríos Rosas) (Almagro y Ríos Rosas). Subidas de entre 1,3 y 11,7 puntos

Esta es una calle vecinal de un kilómetro de largo y más de 70 bares. Las protestas por el ruido son anteriores a la llegada de Almeida, pero los vecinos sienten que el equipo de gobierno de PP y CS ha priorizado el negocio por encima del derecho al descanso. Lamentan la permisividad con bares que, dicen, carecen de licencias, así como con las terrazas, que han sido permitidas en las plazas de aparcamiento durante buena parte de la legislatura. Los resultados muestran que el voto al equipo de Almeida ha subido entre un 1% y un 11% en las seis secciones censales de la mitad sur de la calle, la parte más afectada. A los vecinos más peleones contra el ruido les enfada, como es lógico. “Si la campaña hubiese estado en la gestión municipal, puede que el castigo al PP hubiese sido visible”, dice Pilar Rodríguez, la presidenta de la asociación de vecinos El Organillo.

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