¿Te sorprende que una mujer esté pintando cuevas?

Las pinturas rupestres de Roca dels Moros de El Cogul estrena ‘Els ulls de la història’, el proyecto de técnicas narrativas y tecnológicas para conocer el patrimonio histórico catalán

La consejera de Cultura, Natàlia Garriga, durante la presentación de 'Els ulls de la història' en El Cogul (Lleida).

El rumor del río Ter disimula el bramido de un bisonte empeñado en darse de bruces contra las rocas. Iluminados por las estrellas, los arbustos de retama y tomillo―asediados por pequeños conejos― rodean una hoguera. Sus artífices son también los responsables de las pinturas rupestres de la Roca dels Moros (Roca de los Moros) de El Cogul (Lleida), elaboradas hace más de 10.000 años. Pasear por el mesolítico es posible gracias a Els ulls de la història (Los ojos de la historia), el proyecto del departamento de Cultura de la Generalitat que busca acercar el patrimonio catalán al público, a través de nuevos relatos históricos, reformas museografías y técnicas de realidad virtual. “El Cogul es la punta de lanza del cambio más grande en el que ha trabajado este Govern: una apuesta estratégica por la reinterpretación de espacios culturales que se extenderá a otros lugares emblemáticos de la historia catalana”, ha afirmado la consejera de Cultura, Natàlia Garriga, en el Centre de Interpretación de Arte Rupestre (CIAR) de El Cogul.

“¿Te sorprende que una mujer esté pintando las cuevas?”, pregunta la voz en off del paseo prehistórico de realidad virtual que ha estrenado el CIAR de El Cogul. Garriga ha explicado que Els ulls de la història cuenta con distintas herramientas tecnológicas para ofrecer experiencias culturales dinámicas, completas y en 360º: “Queremos eliminar las barreras invisibles entre la gente y los monumentos, que la gente se adentre en el contexto del lugar que está visitando”, ha insistido. Acercar el pasado a la sociedad del presente exige narrar la historia desde nuevas perspectivas: “En El Cogul hemos querido reforzar la perspectiva de género y demostrar el papel tan activo que tuvieron las mujeres en estas sociedades mesolíticas”, ha subrayado.

Además de la experiencia de realidad virtual, la restauración del CIAR de El Cogul comprende una nueva museografía con una reproducción a escala de la balma donde se encuentran las pinturas, la Roca dels Moros, que mejora la visibilidad de las pinturas y enfatiza su tacto para las personas con discapacidad visual. Después de pasar por pantallas interactivas y un espacio creativo, los visitantes harán un recorrido hasta la balma real, con una guía multimedia que integra audio e imagen, lenguaje de signos y audio descripciones.

La elección de esta muestra de arte rupestre levantino, Patrimonio Mundial de la Unesco, en El Cogul―tan lejos de Barcelona―para inaugurar Els ulls de la història es “toda una declaración de intenciones”, ha señalado Garriga. Durante los próximos dos años, este nuevo formato expositivo se incorporará a La Cartoixa d’Escaladei (octubre de 2025), el Conjunt de la Vall de Boi (diciembre de 2025), el Monestir de Sant Pere de Rodes (julio de 2026) y el Castell de Miravet (octubre de 2026).

Els ulls de la història va más allá de la restauración de cinco monumentos. Con un presupuesto de 10 millones de euros, el proyecto cuenta con otras dos vertientes. La primera, la educativa, lleva el patrimonio cultural a los centros educativos de toda Cataluña ―el servicio ya se puede solicitar en la web de patrimonio de la Generalitat― para facilitar el aprendizaje a los más jóvenes. El alumnado podrá asistir a un escenario de inmersión portátil donde interactuar con la historia, al tiempo que reciben lecciones y fichas educativas del material de los cinco lugares emblemáticos que componen el proyecto. Por último, el proyecto comprende la construcción de una nueva exposición―con herramientas virtuales y gráficas― en los bajos del Palau Moja, en pleno centro de Barcelona, para poner la historia catalana al alcance de visitantes nacionales e internacionales.

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Las mujeres del final del paleolítico se dibujaron a sí mismas, a otros miembros de la tribu y a algunos animales mitológicos para consagrar la sacralidad de este enclave, situado actualmente en la comarca de Les Garrigues. Más de 10.000 años después, la tecnología permite acercar sus huellas y las de todas las civilizaciones que han pasado por Cataluña para recordar a la sociedad actual la importancia de conocer de dónde viene, antes de seguir avanzando.

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