El Govern se abre a prorrogar los refuerzos covid en los Presupuestos

El ejecutivo incorpora “la estabilización de la plantilla actual” en las cuentas de 2022

Personal sanitario del Centro de Atención Primaria de Ripollet realizando test covid el primer verano de pandemia.MASSIMILIANO MINOCRI (EL PAÍS)

Los refuerzos sanitarios contratados en Cataluña para responder a la pandemia tienen futuro más allá de 2021. El Govern no aclara cuántos ni cómo, pero se abre a prorrogar estos efectivos en los ...

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Los refuerzos sanitarios contratados en Cataluña para responder a la pandemia tienen futuro más allá de 2021. El Govern no aclara cuántos ni cómo, pero se abre a prorrogar estos efectivos en los Presupuestos de 2022. Según ha podido saber EL PAÍS, el Ejecutivo catalán incorporará en el proyecto de Cuentas que se aprobará el martes una frase que blinda la plantilla actual en sanidad: “Se estabiliza para 2022 la plantilla actual para dar respuesta a la covid y a la recuperación de la infrafinanciación y el control del paciente crónico”, reza el acuerdo entre ERC y Junts, socios de Govern.

Desde enero de 2020, cerca de 15.000 profesionales —médicos, enfermeras, celadores y administrativos, entre otros— se han incorporado al sistema sanitario. En concreto, en atención primaria, entre enero de 2020 y enero de 2021, hay casi 4.600 profesionales más. La Generalitat no concreta si este compromiso adquirido en los Presupuestos significa la estabilización de todos o hay salvedades.

Apenas una semana después de que el consejero de Salud, Josep Maria Argimon, redoblase la presión para mantener los refuerzos covid e incrementar los recursos en sanidad, el Ejecutivo catalán recoge el guante y enfila el proceso de negociación de los Presupuestos con una apuesta de máximos en el epígrafe sanitario: la continuidad del personal contratado para superar las necesidades extraordinarias sujetas a la pandemia.

El Consell Executiu aprobará el martes el proyecto de Cuentas. Desde entonces se abre a una ardua negociación con los partidos del arco parlamentario, empezando por la CUP, socio preferente y muy exigente con garantizar el máximo de recursos para sanidad.

Por lo pronto, el acuerdo señala, por un lado, “priorizar la atención primaria con la incorporación del 100% de los equipos referentes de bienestar emocional”. Esto significa, la incorporación de unos 250 profesionales de salud mental a los centros de atención primaria entre este trimestre y el año que viene para mejorar la accesibilidad a este ámbito. “Con este programa no haremos psicología clínica, sino prevenir el malestar emocional que puede haber en toda la sociedad, en todos los grupos de edad”, dijo Argimon cuando presentó el proyecto.

A renglón seguido, el acuerdo contempla estabilizar —que no consolidar a largo plazo— “la plantilla actual” en 2022. Esto es, una prórroga de los contratos. Pero no concreta a cuántas personas afectaría porque hay diversas formas de contabilizar los refuerzos adicionales de la pandemia y el Govern no aclara cifras. Por ejemplo, no todos los refuerzos de la crisis sanitaria fueron incorporados como contratos covid; algunos ya se pusieron en marcha antes de la llegada del fondo covid y de que la pandemia estuviese en auge, explican fuentes sanitarias.

Con todo, sin los fondos extraordinarios covid del Estado, que supusieron una inyección de 2.100 millones para Cataluña este año, las cuentas se complican. Esta partida no aparece en el proyecto de Presupuestos del Gobierno central para el próximo año, pero el Govern no ceja en su empeño y sigue presionando —Argimon, el primero— para prorrogarlos. De hecho, el Consejo de Administración del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) firmó la semana pasada una carta abierta donde reclamaba la incorporación de “fondos específicos para garantizar la recuperación del sistema sanitario”.

Fondos covid del Estado

La misiva, firmada por patronales, sindicatos y entes municipales, alertaba de que era “imprescindible” mantener los fondos covid del Estado: “Las necesidades derivadas de la pandemia continuarán existiendo y será necesario mantener actos asistenciales, como el plan de vacunación o las pruebas de detección de la covid. Es necesario consolidar las estructuras puestas en marcha los últimos meses y el personal que se ha incorporado”, señala la carta.

Salud cuenta con 9.800 millones de euros de presupuesto y aunque Argimon ya avanzó que, previsiblemente, crecería hasta los 12.000 millones (un 20% más), sigue siendo insuficiente para igualarlo al gasto de 2020, que fue de 13.800. A falta de la respuesta de Madrid, de concretarse esta apuesta del Govern en sus Cuentas, significaría una importante inyección económica para Salud y un espaldarazo a las demandas de Argimon. El consejero se niega a recortar, insistieron fuentes de Salud.

A la partida de mejora de la sanidad se deberá sumar a la ya comprometida para el curso escolar: hasta junio, está garantizada la continuidad de unos 7.600 efectivos de refuerzo. Fuentes del Govern insisten, en cualquier caso, en que el compromiso del Govern está sujeto a la aprobación de los Presupuestos.

Pendientes de fondos covid y de las demandas de la CUP

La pelota está en el tejado de la CUP. Aunque también es cierto que las últimas incorporaciones extra se han ejecutado sin nuevas cuentas. Las últimas aprobadas son de 2020 y no incluían partidas para asumir la crisis sanitaria pese a que se aprobaron en abril, con la pandemia activa.

La gran duda que el Govern desvelará el martes es cómo cuadra las cuentas con la pandemia afectando todavía a la actividad ordinaria de la Generalitat y sin el fondo covid procedente de la Administración central. Podrá mejorar sus ingresos por una mejor situación económica que elevará la recaudación vía impuestos, por un mayor margen de déficit (el objetivo se eleva hasta el 0,6%, equivalente a unos 1.300 millones de euros) y por la llegada de fondos europeos. El president Pere Aragonès ha cifrado en 3.500 millones los recursos extra con los que se contará.

La cuestión son las demandas de la CUP, que ha pedido grandes partidas para asegurar un salto en vivienda y también medidas para resarcir los recortes sufridos por sanidad y educación durante los años de la Gran Recesión; además de más fondos para luchar contra la pobreza, que la pandemia ha agravado. Eso habrá que hacerlo sin recursos extra procedentes de nuevos impuestos, tal y como reclamaba la CUP. Al contrario, se ha optado por retrasar la entrada en vigor de los impuestos de la ley de Cambio Climático hasta 2023.


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