Sumar y Podemos: historia en tres actos de una ruptura anunciada
Dirigentes de ambas partes admiten que lo personal ha primado sobre lo ideológico. El partido fundado por Iglesias ha pasado de tener cinco millones de votos en 2015 a cinco diputados
Jueves, rueda de prensa en el Congreso de Ione Belarra. “Podemos va a utilizar su autonomía (...). Aspiramos a recuperar la fuerza política que tenía”, dice la secretaria general del partido. “Hemos visto una operación de intento de sustitución de la izquierda transformadora por una izquierda más cómoda para el PSOE. Todas las cartas están ya boca arriba”, añade. La formación ha pasado, en ocho años, de tener más d...
Jueves, rueda de prensa en el Congreso de Ione Belarra. “Podemos va a utilizar su autonomía (...). Aspiramos a recuperar la fuerza política que tenía”, dice la secretaria general del partido. “Hemos visto una operación de intento de sustitución de la izquierda transformadora por una izquierda más cómoda para el PSOE. Todas las cartas están ya boca arriba”, añade. La formación ha pasado, en ocho años, de tener más de cinco millones de votos y 69 escaños a cinco diputados. La organización territorial está devastada, es un campo de gestoras, dimisiones y expedientes disciplinarios. Y la relación con Sumar, la coalición con la que se presentó a las elecciones hace apenas cuatro meses, está públicamente rota tras meses de rencillas más o menos soterradas. Nadie cuenta con verlos juntos en la próxima convocatoria electoral, las europeas, y si el divorcio definitivo (irse de casa para vivir en el Grupo Mixto del Parlamento) no ha llegado aún no es porque se aprecien posibilidades de reconciliación, sino por motivos económicos (los grupos reciben una subvención pública, así como por diputado y votos) y estéticos (el temor a perder el relato, es decir, a ser señalado como culpable). EL PAÍS ha consultado a una decena de voces para analizar las causas y consecuencias de esa separación y explicar el aislamiento de Podemos. Pocos aceptan que su opinión salga junto a su apellido. No hay grandes diferencias ideológicas. Casi todas las batallas han tenido que ver con cuestiones personales, con nombres, no con ideas; con filias y fobias, no tanto con el programa.
Esta es la historia de una ruptura en tres actos, empezando por el final.
Primer acto: Fuera del Gobierno
Martes, día de traspaso de carteras. Belarra e Irene Montero se despiden de sus ministerios denunciando que el PSOE las “echa” por haber hecho las cosas bien. El Partido Socialista quería recuperar Igualdad porque la etapa de Montero abrió graves divisiones en las filas socialistas. Tienen 90 diputados más que su socio de Gobierno y en la negociación, Sumar acepta finalmente que ninguno de sus cinco ministerios sea ese.
Unos días antes, el viernes 17 de noviembre, Nacho Álvarez, en Podemos desde su fundación (2014), regresa a Madrid tras un viaje de trabajo a Mallorca. Unas horas después, dimitirá como secretario de Estado de Derechos Sociales y responsable económico del partido. Belarra y la secretaria de Organización de Podemos, Lilitth Verstrynge, se encuentran en París para firmar una declaración con otras formaciones de izquierda europea. Pasadas las dos de la tarde, Verstrynge mantiene una conversación con Josep Vendrell, director de gabinete de la ministra de Trabajo y le envía un documento, revelado por eldiario.es, donde, por orden de Díaz, ofrece a Podemos un ministerio para Álvarez a cambio de que se comprometan a “cesar los ataques públicos e insultos a miembros de Sumar”, y a presentarse en coalición en las europeas.
Belarra publica inmediatamente una cadena de mensajes en su perfil de X (antes Twitter) criticando el movimiento e insiste en que el ministerio del partido ha de ser el de Igualdad. “Los ministros de Podemos”, subrayan ahora fuentes de la dirección, “los elige Podemos”.
Díaz había conversado con Álvarez unos días antes, pero este aseguró que no podía aceptar el cargo sin que su partido lo aprobase. Podemos no lo hace, pese a que en 2015 Pablo Iglesias se refería a él como su futuro ministro de Economía. A las 20.47 del viernes, Álvarez anuncia que deja la política y que vuelve a la universidad: “Agradezco la confianza que Yolanda Díaz deposita en mí”, escribe en X, “pero en mi cultura política no es concebible aceptar un cargo al margen de la organización de la que uno forma parte”. Ocho minutos después, estampa ese mismo mensaje en el chat interno de Podemos. La primera en contestar es Belarra: “Lo siento, Nacho. No me parece muy justo que esto haya acabado así, poniéndote a los pies de los caballos. Seguiremos caminando, desde muchos lugares”. Al rato, el cofundador del partido Juan Carlos Monedero pone otro mensaje en X: “La salida de Nacho Álvarez es un triunfo del régimen del 78 y sus cloacas, una artimaña intolerable de Sumar, que va a salir cara, una consecuencia de la ira e intereses de ajenos y propios que quieren a los morados fuera del Gobierno. Y, sin duda, un fracaso de Podemos”.
En conversación con este periódico, Monedero relata: “Álvarez cometió muchos errores. Iba de árbitro en un derbi y al final le han tirado piedras de los dos lados. Sumar, que desde hace meses trabaja para matar a Podemos, lo utilizó. Que Podemos, que hizo posible un gobierno de coalición y votó a favor de la investidura de Sánchez pese a sentirse maltratado haya quedado fuera, es una señal de ingratitud que convierte la política en una pelea de hienas”.
Al día siguiente de la dimisión de Álvarez, Díaz llama a Belarra, pero la conversación, según fuentes de ambas partes, se limita a unos mensajes. Según Sumar, intentaron buscar una alternativa, incluida la propia Belarra, pero la postura del partido era o Montero o nada. Según Podemos, la decisión de echarles del Gobierno “estaba tomada desde mucho antes”.
Formalizado el nuevo Gobierno, el diario Red, del canal Red, que dirige Iglesias, difunde la tesis de que Belarra ha sido expulsada del Gabinete por manifestarse en apoyo al pueblo palestino y por exigir sanciones contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Una de las nuevas ministras de la cuota de Sumar es Sira Rego, de origen palestino (su hermano y su padre viven en Cisjordania). Díaz también había participado en esas manifestaciones propalestinas, en las que pidió embargo de armas, sanciones e investigación a Israel por crímenes de guerra.
Segundo acto: el dedazo de Iglesias y el nacimiento de Sumar
15 de marzo de 2021. Pablo Iglesias anuncia en un vídeo de ocho minutos en redes sociales que abandona el Gobierno de coalición para enfrentarse a Isabel Díaz Ayuso en las elecciones de la Comunidad de Madrid. “Creo que digo algo que sienten millones de personas de izquierda de toda España si digo que Yolanda Díaz puede ser la próxima presidenta. Tenemos que animar y apoyar a Yolanda para que sea la candidata de Unidas Podemos en las próximas elecciones generales”, afirma. La apuesta no sale bien: Podemos es la quinta formación en el Parlamento autonómico y su candidato decide abandonar la política.
Antes de ese dedazo por plasma, Iglesias había compartido con Díaz su voluntad de abandonar el Gobierno y que ella fuera su sustituta, y esta, según fuentes de su entorno, le había dicho que no quería asumir ese puesto. El día del vídeo no sabe nada. En ese momento, su relación es buena. Se conocen hace mucho. De hecho, Díaz había contratado a Iglesias en 2012 como asesor para su campaña en las elecciones gallegas. Una amistad de años está a punto de saltar por los aires.
“La salida de Iglesias”, afirma Monedero, “fue precipitada. Díaz no era militante del partido, no tenía ningún compromiso con Podemos. Los desencuentros empezaron a la semana”. El 6 de noviembre de 2022, cuando la formación cierra su foro anual, Iglesias lanza, sin mencionarla, un recado para su sucesora: “¡Ay de aquel o aquella que se atreva a faltarle el respeto a la militancia de Podemos!”.
El partido presiona a Díaz para que anuncie su candidatura y esta convoca un “proceso de escucha”. Las fricciones son cada vez más evidentes. El politólogo Pablo Simón, autor del libro Entender la política y que ha estudiado la evolución de Podemos, señala dos hitos: “Antes de que estallara la ley de solo sí es sí, Podemos quería que Montero y Díaz fueran un tándem de candidatas en coalición. Las consecuencias de la norma la desgastan y esa operación se frustra. Luego sucede la moción de censura de Vox con Tamames, donde Díaz realiza un discurso que tiene muy buena aceptación en la opinión pública y se produce una desbandada masiva para apoyar a Sumar. Al acto de Magariños [la presentación oficial de la ministra de Trabajo como candidata a La Moncloa] termina yendo todo el mundo menos Podemos. Y eso abre otro debate: ¿Qué es Podemos? Tenemos una dirección atrincherada que instruye a los suyos para no acudir a actos de Díaz, pero sus cuadros medios y militantes se han ido alineando con Sumar. Hay más ex de Podemos que gente en Podemos”.
El 2 de abril de 2023, cerca de 3.000 personas asisten a la presentación oficial de Díaz como candidata la presidencia del Gobierno. En primera fila están la entonces alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de los Comuns; el todavía alcalde de Valencia, Joan Ribó, de Compromís; Íñigo Errejón, de Más País; Mónica García y Rita Maestre, de Más Madrid; Juantxo López Uralde, de Alianza Verde; representantes del Proyecto Drago, que lidera en Canarias el ex número tres de Podemos Alberto Rodríguez, además de varios de los fundadores de la formación, que denomina a los asistentes, despectivamente, como “sumaritas”.
Díaz concede entonces una entrevista a EL PAÍS:
—¿Un Sumar sin Podemos sería un fracaso?
— En absoluto sería un fracaso. Los movimientos ciudadanos los decide la gente, y yo sé que Sumar va a ser el revulsivo de la política española en este tiempo. Lo tengo clarísimo.
Sumar no concurre en las autonómicas y municipales de mayo. Podemos sí: desaparece de Madrid, la Comunidad Valenciana y Canarias y pierde peso en la mayoría de ayuntamientos. Varios dirigentes y miembros de la organización consultados reconocen que aquí hizo falta más autocrítica. “Nos hace falta un proceso de reflexión y de analizar qué ha pasado”, cuenta un destacado dirigente nacional. “Ahora mismo no tendría sentido un Vistalegre III porque no hemos salido fuertes en ninguno, pero se necesita una estrategia que cohesione y que mire hacia la gente que tenemos en los territorios”.
Tras el descalabro de la izquierda, Sánchez decide adelantar las generales a julio. El diario Red publica un artículo el 11 de junio que dice: “Yolanda Díaz no es la hija de un mozo de mudanzas, sino la hija de un dirigente de las Comisiones Obreras de Galicia. Comisiones Obreras, con sus muchos defectos y muchas virtudes, representa por excelencia lo que se ha venido en llamar ‘franquismo sociológico”. Monedero resta importancia a esas declaraciones: “Iglesias puede enfadarse con el mundo mundial, pero no es Podemos. El conflicto no es ideológico. Cuando Díaz, que viene del PCE, apoya el envío de armas a Ucrania o no se posiciona con contundencia a favor de la ley del solo sí es sí no es porque sea de derechas, es porque quiere diferenciarse y no confrontar con Sánchez. El primer gran error de Sumar es pensar que Podemos está moribundo y que hay que rematarlo, y el segundo, que debe disputarle al PSOE su lugar político. Cuando nacimos, teníamos que ocupar ese espacio porque los socialistas estaban en la corrupción del modelo bipartidista. Pero Sánchez se recompuso, rehizo el partido, fue capaz de presentarlo como algo novedoso y hoy incluso es más canalla o más antisistema o tiene más capacidad para enganchar a los jóvenes que Díaz”.
Sumar cierra el 9 de junio acuerdos de coalición con una quincena de marcas que, en su mayoría, forman parte de la antigua familia política de Podemos, que finalmente acepta que Montero no vaya en las listas. La ministra de Igualdad está muy desgastada por lo que Pedro Sánchez ha llamado “los efectos indeseados” de la ley del solo sí es sí, un error colegiado del Consejo de Ministros que el PP puede explotar en campaña si forma parte de la candidatura. Simón opina que Podemos accede “porque de otra manera, está muerto”. Monedero afirma: “Podemos era consciente de su deterioro electoral. Me he cansado de decir que había que formar un frente amplio y que los que tuviéramos heridas teníamos que ponernos de lado porque para recuperar los fragmentos había que dialogar. Me parecía bien que se buscara a una persona para hacer esa tarea, pero se hizo mal. El comportamiento desleal de Sumar con Podemos es evidente”.
―¿Sumar no es el frente amplio? Agrupa a una quincena de partidos.
―Puedes montar un frente amplio con cabecitas de ratón, pero te falta el león.
―¿Podemos sigue siendo un león?
―En comparación con las demás fuerzas, indudablemente. Más de 55.000 inscritos participaron en la consulta sobre la investidura de Sánchez.
El 23 de julio, contra todo pronóstico, las urnas muestran que es posible reeditar el Ejecutivo de coalición. Al día siguiente, Belarra se muestra decepcionada con los resultados de Sumar: “La estrategia no ha funcionado”.
El politólogo Simón destaca la reacción de Belarra: “Cuando era un auténtico milagro que pudiera repetirse el Gobierno y que Sumar hubiese aguantado en los tres millones, siendo una plataforma creada de manera exprés, con una campaña de clara orientación bipartidista, con el riesgo de voto útil al PSOE etc., la secretaria general de Podemos dice que los resultados son una decepción. Lo son para sus planes orgánicos, no del sostenimiento del Gobierno de izquierdas, porque saben que no van a estar en él y si gobernaba la derecha tenían tiempo para recomponerse”.
Tercer acto: De los círculos al aislamiento
“Podemos”, explica Simón, “tiene una estructura extraña porque es súper verticalizada, pero al tiempo, las plataformas territoriales son claves para su supervivencia. Es un partido que se apoyó mucho en territorios de orientación plurinacional, en Compromís, los Comunes, las Mareas... pero todo eso no podía ser controlado desde el centro y las confluencias terminaron disgregándose de la madre nodriza”. Los círculos, aquellas asambleas ciudadanas que Podemos definía como “el pilar” de su despliegue, también se van apagando.
Monedero hace autocrítica: “Podemos nunca ha gestionado bien sus cuestiones internas, en parte por juventud y en parte por soberbia. Muchos asuntos se han solventado por relaciones personales. Pero tambien ha faltado generosidad por parte de nuestros socios. Nosotros defendimos con uñas y dientes a Colau, a Oltra..., pero cuando todo el aparato del Estado vino a por nosotros, los socios de Podemos no se solidarizaron”. Otros dirigentes y exmiembros de la formación destacan la controvertida consulta sobre la compra del chalé de Montero e Iglesias en 2018. “Fue la demostracion de que estaban ya en otra cosa”, señala un fundador del partido. El 68,4% de los militantes votó a favor. El 31,58% prefirió que dimitieran.
Covandoga Tomé, única diputada de Podemos en el Parlamento asturiano y suspendida cautelarmente de militancia por el partido, afirma: “Decidieron bunquerizarse y concentrar todo el poder en un pequeño núcleo de personas a nivel estatal. Quien discrepaba mínimamente era visto como un traidor. En Asturias abrieron una treintena de expedientes disciplinarios. Y en otros territorios más de lo mismo. Se fueron quedando sin gente, de forma que ese espacio político ahora lo ocupan prácticamente las mismas personas, pero desde otros lugares, no desde Podemos. A veces, en redes, hay gente que me dice: “Lárgate a Sumar”. Yo reinvidicaré siempre las políticas de las ministras de Podemos en el Gobierno de coalición, pero para mí Álvarez o Bustunduy son de Podemos”.
Epílogo
Ambas partes han descartado que los cinco diputados de Podemos terminen en el Grupo Mixto, pero ambas dan por hecho que no irán juntas a las elecciones europeas, una forma, afirma Simón, de “cerrar el ciclo, porque Podemos empezó ahí”. El politólogo descarta que la formación de Belarra vaya a rebelarse o que forme con ERC y EH Bildu un grupo díscolo dentro del bloque de investidura: “Tienen un botón nuclear porque sin esos cinco diputados ni salen unos Presupuestos ni sale nada, pero ¿va a votar Podemos con PP y Vox? ¿Los intereses de ERC y Podemos van a estar siempre alineados? Creo que no. Para empezar, ERC gobierna en Cataluña y le interesa que el PSC, por ejemplo, apoye sus Presupuestos”.
Monedero apunta: “Yo no veo solución. Sumar ha querido matar a Podemos y Podemos no se ha dejado. No hay puentes. Dicho eso, creo que Podemos tiene que dejar de expresar su rabia y ofertar de manera propositiva la vía ideológica hacia dónde debería ir este Gobierno. Para la crítica constante ya está el Canal Red. Para mí, el principal error ha sido perder la alegría con la que defendíamos la superación del régimen del 78. Se nos ha ido agriando el carácter y cuando se te enronquece la voz, dejas de ser atractivo. Si Podemos no hace eso, vendrá la derecha y la extrema derecha, y, por ir separados, nos ahorcarán juntos”.
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