Feijóo eleva la agitación en la calle y convoca nuevas protestas contra la amnistía

Más madera. El PP eleva la agitación en la calle contra la amnistía, que Alberto Núñez Feijóo ha descrito hoy, en su crescendo de críticas, como “el mayor retroceso democrático de nuestra historia”. Lejos de llamar al sosiego ante el clima de ebullición en el que se encuentra la derecha, ...

Más madera. El PP eleva la agitación en la calle contra la amnistía, que Alberto Núñez Feijóo ha descrito hoy, en su crescendo de críticas, como “el mayor retroceso democrático de nuestra historia”. Lejos de llamar al sosiego ante el clima de ebullición en el que se encuentra la derecha, con protestas ante la sede central del PSOE y los primeros casos de vandalismo en otras agrupaciones socialistas, el líder del PP ha instado a los suyos a mantener la tensión. “No nos van a silenciar, no nos van a callar y no nos van a parar”, ha avisado desafiante Feijóo en su discurso de este lunes ante la plana mayor del partido, reunida en la Junta Directiva Nacional en Madrid. Mientras sus barones discrepaban sobre si cuestionar o no las concentraciones ante la sede de su principal rival electoral, Feijóo ha soslayado el asunto y, en paralelo, ha llamado a una nueva protesta generalizada en las calles. El PP organizará el próximo 12 de noviembre manifestaciones en las plazas de todas las capitales de provincia españolas, ha anunciado su líder.

A su llegada a la madrileña calle de Génova, algunos presidentes autonómicos populares comentaban en privado que esperan una tensión aún mayor cuando se apruebe la ley de amnistía para el procés. Y añadían: “La respuesta judicial y en la calle es mejor que la lidere el PP”. Los populares quieren evitar que Vox les arrebate la bandera del rechazo a la medida de gracia y por eso se adelantan a la extrema derecha en la convocatoria de nuevas movilizaciones. Después de mes y medio de actos en la calle todos los domingos, cada día en una comunidad autónoma diferente, el PP pasa ahora a buscar una protesta generalizada al mismo tiempo en todo el país el 12 de noviembre. Feijóo estará, además, presente en la manifestación convocada por asociaciones de la sociedad civil vinculadas a la derecha en Madrid el próximo 18 de noviembre, a la que también acudirá el líder de Vox, Santiago Abascal. El político gallego ya no evita compartir escenario con el líder de la extrema derecha.

El objetivo es mantener la tensión contra el Gobierno, que al PP le está granjeando buenos réditos electorales. Desde las generales del pasado 23 de julio, los populares han mostrado, mes a mes, una paulatina tendencia al alza en intención de voto, hasta el punto de que en una hipotética repetición electoral más que duplicarían su ventaja sobre los socialistas, según el barómetro de noviembre de 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER publicado este lunes. En paralelo, su principal competidor en la derecha, Vox, pierde fuelle, y se deja más de un punto y 7 de los 33 escaños que cosechó en las generales de julio.

En la reunión a puerta cerrada la conversación se ha centrado también en otra de las derivadas del pacto del PSOE con ERC, la quita de parte de la deuda de Cataluña con el Estado, que supone una patata caliente para los Gobiernos del PP, porque el PSOE asegura que se hará extensiva al resto de comunidades. Según fuentes presentes, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha tomado la palabra y ha pedido a sus colegas “no caer en la trampa” de aceptar quitas de sus deudas, porque eso sería como blanquear el pacto con ERC. Ayuso tiene una situación financiera ventajosa con respecto a la de sus compañeros barones, porque el Gobierno de Madrid no tiene deuda con el Estado, aunque sí con terceros. En cambio, otros Gobiernos del PP, como el de la Comunidad Valenciana, acumulan deudas astronómicas (48.344 millones de euros). Carlos Mazón, su presidente, no estaba presente hoy en la Junta Directiva porque se encontraba de viaje fuera de España, y nadie ha contestado a Ayuso.

Feijóo ha comparecido este lunes ante los suyos con un discurso de tono retador contra el Gobierno socialista en funciones. “Por mucho que nos amedrenten, vamos a trabajar libremente en nuestro país”, ha advertido. “Lo haremos en la calle, lo haremos en todos los ayuntamientos. Lo haremos con la mayoría absoluta en el Senado y como grupo mayoritario en el Congreso”, ha avisado.

“Humillación”, “indignidad”, “infamia”

El líder del PP ha sembrado su intervención de los calificativos que utilizan las voces más duras de la derecha contra la amnistía: “Humillación”, “indignidad”, “infamia”… Y ha acusado al presidente socialista de entregar a ERC y Junts la independencia de Cataluña. ”Lo grave, lo vergonzante, es que haya un presidente que otorgue por su propio interés personal la independencia que reclaman, financiada con el dinero del pueblo español y con los impuestos de los ciudadanos”. “Sánchez está asumiendo el discurso de que España se comportó como una dictadura [en la actuación contra el procés]”, ha percutido.

Con su discurso más encendido, el líder del PP responde al estado de ánimo de la derecha y de sus propias filas. El presidente de Aragón, Jorge Azcón, ha llegado a afirmar que la amnistía es más grave que el intento de golpe de Estado del 23-F. “La realidad es que en la historia de la democracia en España nunca habíamos sufrido un ataque como el que estamos sufriendo en la actualidad”, ha expresado el barón popular a su llegada a la Junta Directiva. “Creo que es verdad que había habido más ataques a la democracia, los hubo el 23-F, los hubo el 1 de octubre del 2017. La gran diferencia es que ahora es el Partido Socialista quien está apoyando a los socios independentistas para que esos ataques a nuestra democracia se consumen”.

El riesgo que afronta el PP con la agitación de la calle es que las protestas se desmadren, pero los populares no quieren dejar de representar el enfado de parte de la ciudadanía contra la amnistía y prefieren asumir las consecuencias. Feijóo ha soslayado toda mención a las protestas ante la sede del PSOE en la calle de Ferraz, convocadas por las redes sociales y apoyadas por Vox, y tampoco se ha manifestado sobre que otras sedes socialistas hayan aparecido este lunes vandalizadas con pintadas.

La mayoría de los presidentes del PP se han mostrado comprensivos con las protestas, incluso ante la sede socialista, y solo algunos, como el presidente de Aragón y el de Murcia, Fernando López Miras, han llamado a cumplir la ley y a que toda manifestación se comunique legalmente. El barón murciano ha sido el único en reprochar a la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre que el sábado cortara el tráfico en la manifestación en Ferraz. “Cortar el tráfico sin autorización... creo que no está dentro de la ley, por tanto, yo no lo apoyo”, ha contestado López Miras a los periodistas. El presidente de Murcia se ha desmarcado de sus colegas de partido y sí ha hecho un llamamiento al orden en las protestas.