Ginebra en estado líquido
La ciudad suiza impulsa su plan de transición energética con el agua como eje de un proyecto que aspira incluso a eliminar el aire acondicionado
En la ciudad suiza de Ginebra el agua no es solo la atracción del lago Lemán con sus barcos turísticos, ni tampoco únicamente la materia prima del famoso Jet d’Eau, ese impactante chorro que sale disparado a 200 km/h, que alcanza los 140 metros de altura y que, a juzgar por la cantidad de valientes que se acercan a él para ver si se gira el viento y los empapa, se ha convertido en una suerte de Torre Eiffel. Más allá de eso, el agua es un recurso abundante y protegido. Y el gran tesoro se encuentra en las profundidades de este lago alpino, a 45 metros, donde se conserva durante todo el año a s...
En la ciudad suiza de Ginebra el agua no es solo la atracción del lago Lemán con sus barcos turísticos, ni tampoco únicamente la materia prima del famoso Jet d’Eau, ese impactante chorro que sale disparado a 200 km/h, que alcanza los 140 metros de altura y que, a juzgar por la cantidad de valientes que se acercan a él para ver si se gira el viento y los empapa, se ha convertido en una suerte de Torre Eiffel. Más allá de eso, el agua es un recurso abundante y protegido. Y el gran tesoro se encuentra en las profundidades de este lago alpino, a 45 metros, donde se conserva durante todo el año a siete grados: una vasta reserva energética.
El agua se ha erigido en Ginebra como el punto de partida de los grandes compromisos en materia de transición energética. Es tan determinante que gracias a ella el aire acondicionado tiene los días contados, tanto es así que ya no se permite su instalación en las nuevas construcciones.
Desde el SIG, Servicios Industriales de Ginebra, responsable de la distribución de agua potable, gas, electricidad y calor en todo el cantón de Ginebra, así como de la gestión de las redes correspondientes, se comenzó en 2009 a animar a la población a beber Eau de Genève (agua de Ginebra). Si en 2007 había un 54% de bebedores habituales, en 2020 fueron un 93%. Esta excelente agua del grifo es más ecológica que el agua embotellada y completamente local. Procede en un 90% del lago Lemán y en un 10% del nivel freático de Ginebra. Un detalle en una ciudad donde una pizza en una terraza puede costar 28 euros.
En los últimos años, el SIG ha puesto en marcha GeniLac, la red térmica ecológica más grande jamás construida en Suiza. Esta infraestructura funciona con agua del lago y electricidad renovable. GeniLac es una innovadora solución térmica que utiliza agua del lago para enfriar y calentar edificios en el centro, edificios de las organizaciones internacionales y empresas en el distrito Nations (Ginebra Lac Nations) y varios comercios, garantizando a sus clientes (hoteles, bancos, centros comerciales…) suministro térmico para satisfacer sus necesidades de calefacción y refrigeración. ¿Cómo funciona? Fácil: desde el fondo del lago, el agua a siete grados se transporta desde una estación de bombeo a un intercambiador y luego, por tuberías subterráneas, a los edificios conectados. Este sistema permite sustituir los aires acondicionados, reduciendo en un 80% el consumo de electricidad. La red hidrotermal también se puede utilizar para calentar edificios. Para ello es necesario instalar una bomba de calor.
En 2035 está previsto que GeniLac haya reducido las emisiones de CO2 en 70.000 toneladas por año. “Debemos actuar juntos. Los propietarios deben elegir esta solución lo más rápido posible para sus edificios”, pide Christian Brunier, director gerente de SIG.
Así se enfrenta Ginebra a la emergencia climática. Serge Dal Busco, consejero de Estado del Departamento de Infraestructuras, insiste en que la eficiencia energética es una prioridad para el parque inmobiliario. Y Frédérique Perler, asesora del Departamento de Planificación, Construcción y Movilidad, declara que gracias a esta red Ginebra podrá cubrir el 15% de sus necesidades de calor mediante energías renovables, abandonando las contaminantes calderas de gasoil.