Terry O’Neill, el fotógrafo que le dio brillo al siglo XX
El Museo Fotografiska en Nueva York presenta hasta el 16 de septiembre la exposición ‘Terry O’Neill: Stars’, una retrospectiva de 50 años de la carrera del artista británico que retrató a las grandes celebridades de la música, el cine, la moda y el deporte del siglo XX
Terry O’Neill era conocido como el fotógrafo favorito de las estrellas. El británico retrató a las grandes figuras del espectáculo durante más de 50 años, se convirtió en amigo íntimo de muchas de ellas y pudo capturar con su lente tanto los hitos de sus carreras como los momentos más personales que presentaban la otra cara de la fama, publicando en revistas como Vogue, Rolling Stone o Vanity Fair. “Nombra a cualquier celebridad global de la segunda mitad del siglo XX y es muy probable que esa persona haya posado para Terry O’Neill”, señala Johan Vikner, director de exhibi...
Terry O’Neill era conocido como el fotógrafo favorito de las estrellas. El británico retrató a las grandes figuras del espectáculo durante más de 50 años, se convirtió en amigo íntimo de muchas de ellas y pudo capturar con su lente tanto los hitos de sus carreras como los momentos más personales que presentaban la otra cara de la fama, publicando en revistas como Vogue, Rolling Stone o Vanity Fair. “Nombra a cualquier celebridad global de la segunda mitad del siglo XX y es muy probable que esa persona haya posado para Terry O’Neill”, señala Johan Vikner, director de exhibiciones globales del Museo Fotografiska. La exposición que ahora muestran en Nueva York lo confirma: los retratos de Audrey Hepburn, David Bowie, Frank Sinatra, Paul McCartney o Naomi Campbell son ejemplos del amplio catálogo de rostros que tomó con su cámara. Algunas de las fotografías son parte ya del imaginario colectivo de Hollywood, como la imagen de Faye Dunaway (con quien O’Neill se casó poco después) en 1977, sentada junto a la piscina de The Beverly Hills Hotel con el Oscar que había ganado la noche anterior por Un mundo implacable. “Quería captar ese momento, el de la mañana siguiente, cuando la actriz se levanta y se da cuenta de que, en una noche, no solo se había convertido en una estrella, sino en una millonaria”. El fotógrafo, comendador de la Orden del Imperio Británico, murió en 2019 a los 81 años, dejando tras de sí un registro único de la cultura popular en torno a la fama, el dinero y el glamour.