Ocho rutas temáticas para descubrir Alemania a través de sus patrimonios mundiales de la Unesco
La fábrica siderúrgica Völklinger, el asentamiento vikingo de Haithabu, los espacios de la Bauhaus en Dessau, las cuevas de la Edad del Hielo de Ulm... Hay muchas y muy variadas razones para visitar el país centroeuropeo
Los conceptos estereotipados suelen conducir a error. Muchos viajeros pueden dejarse arrastrar por la falsa imagen de Alemania como país industrial y avanzado, pero con pocos atractivos turísticos. Sin embargo, ¿sabían que es el tercer destino del mundo con más lugares declarados patrimonio mundial por la Unesco? Tiene 51, solo superado por Italia (58) y China (56). Y por delante de España y Francia, que empatan en cuarta posición con 49 de estas codiciadas distinciones internacionales. Ese medio...
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Los conceptos estereotipados suelen conducir a error. Muchos viajeros pueden dejarse arrastrar por la falsa imagen de Alemania como país industrial y avanzado, pero con pocos atractivos turísticos. Sin embargo, ¿sabían que es el tercer destino del mundo con más lugares declarados patrimonio mundial por la Unesco? Tiene 51, solo superado por Italia (58) y China (56). Y por delante de España y Francia, que empatan en cuarta posición con 49 de estas codiciadas distinciones internacionales. Ese medio centenar de lugares alemanes incluye cascos históricos, yacimientos arqueológicos, antiguas zonas industriales, minas, catedrales, parques naturales, palacios, museos, castillos… Un enorme catálogo de razones para visitar Alemania, más allá de tópicos y clichés establecidos.
Aquí van ocho rutas temáticas diseñadas por la Oficina Nacional Alemana de Turismo para adentrarse en el país siguiendo sus hitos patrimoniales. De todas ellas hay mapas, fotos e información práctica en la web editada a tal efecto. Una pista: si elige recorrer el país en transporte público, en la web de Deutsche Bahn encontrará información sobre horarios y tarifas de tren y podrá adquirir billetes.
1. Ruta de la cultura industrial ‘Energía y estética’
Cuatro ciudades principales para conocer en una semana el patrimonio industrial de Alemania desde la Edad Media hasta nuestros días. Una ruta para amantes de la ingeniería y la arquitectura. En Stuttgart se encuentra Le Corbusier-Haus, uno de los hitos del genial arquitecto suizo, y en dos excursiones desde la misma ciudad se puede visitar la fábrica siderúrgica de Völklinger o el sistema de gestión del agua de Augsburgo. En Essen, segunda parada, espera la mina de carbón Zeche Zollverein; en Hannover es recomendable adentrarse en el casco antiguo antes de hacer una excursión a la fábrica Fagus en Alfeld; y en Goslar se encuentra las minas de Rammelsberg. Finalmente, en Hamburgo hay que pasear por la moderna y sostenible HafenCity, el proyecto urbano transformador del puerto, y aprovechar la noche para hacer una travesía en barco por los canales del espectacular barrio de Speicherstadt.
Duración del viaje: ocho días. Longitud: 829 kilómetros. Medios recomendados: tren, barco, bicicleta y otros transportes públicos.
La ruta incluye siete sitios declarados patrimonio mundial de la Unesco.
2. Ruta activa ‘Parajes naturales salvajes y jardines principescos’
Sin alejarse más de 100 kilómetros de Berlín, esta ruta atraviesa bosques y jardines históricos, páramos y llanuras aluviales. En la capital alemana son ineludibles la Isla de los Museos y las urbanizaciones modernistas. Desde la ciudad es fácil llegar a Angermünde, donde se puede hacer una caminata de 17 kilómetros hasta el bosque de Buchenwald Grumsin. Y para las dos siguientes jornadas, dos propuestas en bicicleta: una por el carril Berlín-Usedom hasta Bernau (29 kilómetros) para visitar el casco antiguo medieval y el edificio de la Bundesschule Bernau, hito de la Bauhaus diseñado por Meyer y Wittwer; y otra por la ruta Wannsee-Babelsberg con fantásticas vistas del paisaje del palacio Babelsberg, de allí a Potsdam y Sanssouci (20 kilómetros). En Dessau puede conocer en bicicleta los espacios de la Bauhaus y pasear por los jardines de Dessau-Roßlau en el Garden Kingdom. Por último, en Cottbus, además de recorrer su casco antiguo, camine por el parque Branitz creado por uno de los genios de la jardinería del XIX, el príncipe Pückler. Por último, una excursión al parque Muskau, otra obra maestra de Pückler, y a Lübben, donde navegar en canoa por los ríos de la reserva de la biosfera Spreewald.
Duración: 11 días. Longitud: 344 kilómetros. Medios recomendados: tren, bicicleta y otros transportes públicos.
La ruta incluye ocho sitios patrimonio mundial de la Unesco.
3. Ruta familiar ‘Tras las huellas de romanos, caballeros y sirenas’
Esta es una lúdica alternativa a los omnipresentes parques temáticos. Historia y naturaleza en un viaje en el tiempo en el que parques arqueológicos, castillos, museos interactivos y la leyenda (y la estatua) de la sierena Lorelei salpican las excursiones. Comience en Fráncfort, desde donde podrá viajar a Saalburg para visitar en los limes de la Alta Germania–Recia el parque arqueológico y su fortaleza romana. Desde Coblenza puede atravesar en tren el valle del curso medio del Alto Rin, detenerse en St Goarshausen y visitar la estatua de Lorelei a orillas del Rin. Al día siguiente (barco y teleférico mediante) visite el castillo de Marksburg, el castillo de Stolzenfels y la fortaleza de Ehrenbreitstein. Una visita a la ciudad más antigua de Alemania, Tréveris, le llevará hasta sus monumentos romanos, desde el anfiteatro hasta la Porta Nigra, la catedral y la iglesia Liebfrauenkirche. La segunda mitad del viaje tiene como centro la ciudad de Colonia, donde conocer su catedral y los museos del Chocolate, el Romano-Germánico o el interactivo Odysseum. Para excursiones de un día: Brühl, para visitar los castillos Augustusburg y Falkenlust, y Aquisgrán, la ciudad más occidental del país, para visitar su catedral y el museo interactivo Centre Charlemagne. La despedida es una última excursión al Parque Arqueológico de Xanten (en el Limes Germania Inferior).
Duración: ocho días. Longitud: 227 kilómetros. Medios recomendados: tren, barco, teleférico y otros transportes públicos.
La ruta incluye siete sitios patrimonio mundial de la Unesco.
4. Ruta costera ‘Ciudades hanseáticas y brisa marina’
En la mitad nororiental de Alemania, tres de las ciudades hanseáticas centran este viaje que también tiene ecos de su pasado vikingo. El Speicherstadt de Hamburgo, con sus magníficos edificios de ladrillo rojo levantados sobre pilotes de madera y entre canales, es la primera visita en la segunda ciudad alemana, al igual que el museo Speicherstadt, un paseo por la nueva cara de la ciudad (la HafenCity) y el Museo Marítimo Internacional de Hamburgo. Schleswig, para conocer el complejo arqueológico del asentamiento vikingo de Haithabu y la muralla defensiva Danevirke, y dos excursiones a Bremen y al paisaje natural del mar de Wadden completan la primera mitad del itinerario. En Lübeck se debe ver la Puerta de Holsten, los Almacenes de Sal y la Casa Buddenbrook y, por supuesto, el casco antiguo medieval (aproveche para probar el típico y delicioso mazapán). Otras dos ciudades patrimonio mundial completan la ruta, Wismar y Stralsund, desde donde visitar la isla más grande de Alemania, Rügen, y el centro del parque nacional Königsstuhl, en los acantilados calcáreos del parque nacional de Jasmund.
Duración: nueve días. Longitud: 277 kilómetros. Medios recomendados: tren, barco, bicicleta y otros transportes públicos.
La ruta incluye ocho sitios patrimonio mundial de la Unesco.
5. Itinerario cultural ‘Facetas del Romanticismo’
Un viaje para sumergirse en el espíritu del Romanticismo en Alemania debe empezar en el primer museo del mundo dedicado a esta corriente cultural que marcó el sentimiento germánico. Y en la vecina casa de Goethe, ambos en Fráncfort. Desde aquí hasta Quedlinburg la ruta transcurre por calles históricas de pueblos antiguos, palacios, castillos, jardines y paisajes naturales. En Wurzburgo se encuentra el palacio barroco Residenz Würzburg. En una excursión a Bad Kissingen conocerá uno de los grandes y más famosos balnearios de Europa. Bayreuth es el lugar para visitar la Casa de la Ópera Margrave y el museo Richard Wagner, y en la ciudad medieval de Ratisbona su casco antiguo, en la isla de Stadtamhof, conserva un centenar de edificios protegidos y restos de su pasado romano. En Bamberg (capital de la cerveza) también paseará por su histórico centro, su catedral y sus muchos jardines. La quinta parada en Eisenach, ciudad natal de Bach, guarda, además de la casa del compositor, el castillo medieval mejor conservado de Alemania, el de Wartburg. Los jardines vistos hasta la fecha tendrán una gran continuación en el parque nacional Hainich la víspera de la excursión a Weimar. Aquí esperan, además de los sitios de Goethe, Schiller y Herder, el nuevo museo Bauhaus de Weimar. En Quedlinburg, final de esta ruta, se encuentran la colegiata de San Servacio, con su impresionante tesoro catedralicio, la Wipertikirche y el convento de Santa María en Münzberg.
Duración: 12 días. Longitud: 675 kilómetros. Medios recomendados: tren y otros transportes públicos.
La ruta incluye 10 sitios patrimonio mundial de la Unesco.
6. Ruta del bienestar ‘Desacelera cuerpo, mente y alma’
¿Cultura, técnica y práctica del cuidado integral: cuerpo, mente y espíritu en una ruta turística? Sí, es esta e incluye visitas a históricas ciudades balnearios, iglesias y monasterios con estancias en Fráncfort, Baden Baden, Constanza y Füsen. En la primera son visitas ineludibles la catedral imperial, el museo Judío y el magnífico jardín de palmeras, un espacio para el disfrute de la vista y el descanso. Desde Fráncfort, además de la excursión al impresionante balneario de la antigua ciudad imperial de Bad Ems, podrá conocer en distintos días el patrimonio mundial carolingio de Lorsch y la catedral imperial de Espira. Un inicio de viaje que, con este cúmulo de visitas, casi parece un final de fiesta. En la ciudad balneario de Baden Baden merecen atención su centro, su castillo y su jardín de rosas y, desde ella, la ciudad cultural y monástica de Maulbronn. En la isla de Mainau, en Constanza, un barco eléctrico le llevará hasta viviendas lacustres prehistóricas, y desde la misma ciudad podrá visitar la isla del monasterio de Reichenau, con una gran cantidad de rutas para hacer senderismo. El último centro urbano de esta ruta le llevará hasta Füssen, con una excursión a la iglesia de peregrinación Die Wies.
Duración: 11 días. Longitud: 518 kilómetros. Medios recomendados: tren, transporte público y el funicular Kurwaldbahn.
La ruta incluye nueve sitios patrimonio mundial de la Unesco.
7. Ruta del viaje en el tiempo ‘De la Edad de Piedra al futuro’
Desde Múnich hasta Hildesheim, un viaje en el tiempo a través de la historia que incluye la visita a varios sitios SchUM —acrónimo de los nombres hebreos medievales de Espira, Worms y Maguncia—, declarados patrimonio mundial. El futuro se materializa en el laboratorio de realidad virtual del Deutsches Museum, en Múnich, pero un día después Ulm le devolverá a épocas pasadas desde su histórico barrio de pescadores y las seis cuevas patrimonio mundial de la Edad de Hielo (75 kilómetros de ruta ciclista a través de los valles de Ach y Lone). Maguncia —una de las grandes capitales del vino—, Espira y Worms son parada obligada para conocer la historia judía a través de sus sinagogas, cementerios y museos. Una vez en Darmstadt, en la colina de Mathildenhöhe, cuna del movimiento Bauhaus, dispone de un tren eléctrico gratuito para conocer el entorno. Apenas a 15 minutos en autobús desde Darmstadt está el yacimiento paleontológico de Messel Pit, con 40.000 hallazgos y fósiles de 47 millones de años. Kassel, con el barroco Bergpark Wilhelmshöhe, el parque de montaña más grande de Europa; Hildesheim, con la catedral de San Miguel, y la catedral de la Asunción de Santa María y la antigua abadía benedictina de Corvey, en Höxter, ponen punto final a esta ruta.
Duración: 10 días. Longitud: 851 kilómetros. Medios recomendados: tren, bicicleta y transporte público.
La ruta incluye ocho sitios patrimonio mundial de la Unesco.
8. Ruta religiosa ‘Vida judía y reforma cristiana’
Tras los pasos de Martín Lutero y Johann Sebastian Bach y la vida judía en Alemania, esta última propuesta de viaje, entre la cultura y la religión, recala en cuatro ciudades principales: Maguncia, Eisenach, Érfurt y Leipzig. Tanto en la primera, como en la excursión a Worms, donde se encuentra el cementerio judío más antiguo de Europa y los baños judíos, la huella de esta religión es sobresaliente. Bach es protagonista en su ciudad natal, Eisenach, cuyo museo podrá ver, además, en Érfurt. Las visitas al castillo de Wartburg y a la catedral medieval de Naumburgo, obra maestra de la arquitectura del siglo XIII y donde Lutero consagró al primer obispo protestante del mundo, centran el contenido cultural de la ruta de nuevo en el teólogo. En Eisleben, a una hora de Leipzig, se encuentra la casa donde nació y murió Lutero y su iglesia bautismal gótica, St. Petri-Pauli. A solo media hora en tren, en Lutherstadt se puede visitar la Casa de Lutero, el museo de la Reforma más grande del mundo y la iglesia donde el teólogo clavó sus 95 tesis. Por último, broche final en Friburgo, donde visitar la mina de plata, el museo de la Ciudad y la Minería y la catedral de Santa María con cuatro órganos Silbermann. Un nuevo encuentro con Bach.
Duración: 10 días. Longitud: 438 kilómetros. Medios recomendados: tren y transporte público.
La ruta incluye siete sitios patrimonio mundial de la Unesco.
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