Fuente de los Huertos 2018, soberbio y refinado

Elaborar un vino a base de viejas garnachas de Gredos es ya algo habitual, pero hacerlo con la delicadeza y frescura de una esbelta pinot noir de la Borgoña resulta un desafío vitiviníco­la morrocotudo. Es la locura en la que se han embarcado Curro Bareño y Jesús Olivares, dos soñadores para un viñedo. En este caso, una parcela de la finca Fuente de los Huertos, que da nombre al vino, propiedad de Paolo Armando y Victoria Serrano, dueños de la bodega Ca’ Di Mat (casa de locos, en piamontés). Está situada en San Martín de Valdeiglesias, a los ...

Elaborar un vino a base de viejas garnachas de Gredos es ya algo habitual, pero hacerlo con la delicadeza y frescura de una esbelta pinot noir de la Borgoña resulta un desafío vitiviníco­la morrocotudo. Es la locura en la que se han embarcado Curro Bareño y Jesús Olivares, dos soñadores para un viñedo. En este caso, una parcela de la finca Fuente de los Huertos, que da nombre al vino, propiedad de Paolo Armando y Victoria Serrano, dueños de la bodega Ca’ Di Mat (casa de locos, en piamontés). Está situada en San Martín de Valdeiglesias, a los pies de la sierra de Gredos, a uno 800 metros de altura. Viejas cepas, algunas de 80 años, plantadas en suelos graníticos con alta proporción de cuarzo, en un entorno de olivos, almendros, jaras y retamas, bajo un limpio y luminoso cielo velazqueño.

A partir de ellas, y tras una larga e imprescindible maceración en frío con la uva entera, la fermentación espontánea con raspón en pequeños depósitos de acero inoxidable y los largos encubados, se envejece el vino en barricas de 500 litros de roble francés usadas durante un año. El resultado es una soberbia y refinada propuesta aromática donde dialogan, en armónica belleza, las licorosas notas de frutillos rojos, los leves perfumes florales, el tibio recuerdo del roble y las cálidas especias. En boca es sabrosamente fresco, de textura esbelta y gusto incisivo que se prolonga en el tiempo.