Mengoba La Grande Cuvée 2014, hazaña enológica

Grégory Pérez, formado en el prestigioso Château Cos d’Estournel, es un bordelés de raíces hispanas que ha encontrado su hábitat vitivinícola (y vital) en El Bierzo, donde aún pueden encontrarse viejos viñedos inalterados y donde las variedades blancas y tintas conviven en armonía. En Espanillo, en la cabecera del río Cúa, en un entorno boscoso donde la naturaleza impone su ley, vegetan desde hace 70 años cepas dispersas plantadas en laderas de suelo arcillo-pizarrosos, a 600 metros de altura. Aquí solo cabe el laboreo de tracción animal y el cultivo ecológico si se quiere respetar el extraord...

Grégory Pérez, formado en el prestigioso Château Cos d’Estournel, es un bordelés de raíces hispanas que ha encontrado su hábitat vitivinícola (y vital) en El Bierzo, donde aún pueden encontrarse viejos viñedos inalterados y donde las variedades blancas y tintas conviven en armonía. En Espanillo, en la cabecera del río Cúa, en un entorno boscoso donde la naturaleza impone su ley, vegetan desde hace 70 años cepas dispersas plantadas en laderas de suelo arcillo-pizarrosos, a 600 metros de altura. Aquí solo cabe el laboreo de tracción animal y el cultivo ecológico si se quiere respetar el extraordinario ecosistema y su peculiar viñedo. Algo que solo resulta sostenible si se elaboran vinos de altísima calidad, capaces de soportar un precio elevado.

Para lograrlo, Pérez fermenta su blanco en barricas de roble francés seminuevo de 500 litros, y no duda en envejecerlo durante cuatro años. Hazaña enológica que se manifiesta en un aroma profundo, donde la fruta de hueso, las flores, hierbas balsámicas y cítricos se abren sobre un fondo de madera, torrefactos y mantequilla especiada. Su textura sedosa encierra un sabor equilibrado y persistente. Grégory Pérez, como ya hiciera Rafael Palacios con su As Sortes (Valdeorras), pone a nuestra godello en la cima de los grandes varietales blancos.