Intensidad aromática

Han tardado 12 años, pero finalmente Familia Torres ha elaborado un vino a la altura del nombre de la bodega, Pago del Cielo, que es mucho decir. Ubicada en la comarca del Campo de Peñafiel (Valladolid), es la apuesta del grupo catalán en Ribera del Duero. Fieles a su estilo, asentaron el proyecto con vinos correctos y comerciales antes de lanzar un tinto acorde con su prestigio internacional. Para ello han esperado a que se produjera la adecuada conjunción de factores: añada excepcional; excelente materia prima, seleccionada de las viñas situadas en las parcelas más altas, a casi 900 metros d...

Han tardado 12 años, pero finalmente Familia Torres ha elaborado un vino a la altura del nombre de la bodega, Pago del Cielo, que es mucho decir. Ubicada en la comarca del Campo de Peñafiel (Valladolid), es la apuesta del grupo catalán en Ribera del Duero. Fieles a su estilo, asentaron el proyecto con vinos correctos y comerciales antes de lanzar un tinto acorde con su prestigio internacional. Para ello han esperado a que se produjera la adecuada conjunción de factores: añada excepcional; excelente materia prima, seleccionada de las viñas situadas en las parcelas más altas, a casi 900 metros de altura, y la acertada contribución de Xavier Ausàs, antiguo enólogo de Vega Sicilia, al trabajo concienzudo y riguroso del director técnico Juan Ramón García.

Tras una pequeña crianza sobre sus lías finas, el vino ha reposado durante 15 meses, principalmente en barricas de roble francés de 300 litros, para terminar de afinarse en botella. Logra así ofrecer la cara más fina, fresca y elegante de la cepa tinto fino (tempranillo), con una intensa expresión aromática a confitura de frutillos negros silvestres, envuelta en notas de hierbas balsámicas, con el vibrante acorde de las especiadas y torrefactos. Paladar mórbido, ligeramente licoroso, que deja un evocador regusto frutal.