El Loco De Finca La Colina 2016, perfil sugestivo, precio atractivo

No se entiende muy bien en qué estriba la supuesta locura de combinar verdejo, la variedad autóctona de Rueda, con sauvignon blanc, el varietal que hace grandes a los mejores vinos del Loire (y en particular los irrepetibles Pouilly-Fumé, donde la uva expresa su elegancia y complejidad con algunos de los descriptores aromáticos más singulares, como pis de gato o piedra pómez). Salvo pretender lo mismo en las secas y soleadas tierras de la vieja Castilla. Pareciera que en Vinos Sanz confunden marketing con enología, y blanco desenfadado y formalmente transgresor con originalidad.
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No se entiende muy bien en qué estriba la supuesta locura de combinar verdejo, la variedad autóctona de Rueda, con sauvignon blanc, el varietal que hace grandes a los mejores vinos del Loire (y en particular los irrepetibles Pouilly-Fumé, donde la uva expresa su elegancia y complejidad con algunos de los descriptores aromáticos más singulares, como pis de gato o piedra pómez). Salvo pretender lo mismo en las secas y soleadas tierras de la vieja Castilla. Pareciera que en Vinos Sanz confunden marketing con enología, y blanco desenfadado y formalmente transgresor con originalidad.

Así que olvidemos etiqueta y nombre y vayamos a la sustancia, donde, sin tanto aspaviento, el vino muestra una buena factura y un sugestivo perfil organoléptico. Y a un precio atractivo. Esos son sus verdaderos argumentos. Particularmente, la aportación de la verdejo plantada en 1980 sobre suelos de cascajo y caliza en la finca de su mismo nombre.

Sin llegar a la altura de su Finca La Colina Cien × Cien, este El Loco muestra una composición aromática rica en tonalidades frutales carnosas y tropicales, que dialogan con las notas herbáceas y se enriquecen con el logrado contrapunto del hinojo y la flor blanca. Sabroso y equilibrado, deja un final amargoso ligeramente cítrico.