Abadía de San Quirce M9 2014, serena placidez

Un tinto vigoroso de suave textura en boca

Una breve historia con raíces viejas. Así es Bodegas Imperiales, fundada en 1998, en la burgalesa villa real de Gumiel de Izán. Aquí el vino es historia milenaria, y las cuevas donde se cría siguen formando parte de su morfología urbana. Buen sitio para lucirse. Y lo hacen, ahora de la mano de Inés Antolín. Nueva generación, nueva forma de pensar el futuro. Ha creado una línea de vinos de finca para expresar la diferencia. Primero Finca Helena y ahora M9.

Para ello cuentan con viejas viñas de tinta fina (tempranillo) plantadas a más de 900 metros, altitudes impensables en esta zona viti...

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Una breve historia con raíces viejas. Así es Bodegas Imperiales, fundada en 1998, en la burgalesa villa real de Gumiel de Izán. Aquí el vino es historia milenaria, y las cuevas donde se cría siguen formando parte de su morfología urbana. Buen sitio para lucirse. Y lo hacen, ahora de la mano de Inés Antolín. Nueva generación, nueva forma de pensar el futuro. Ha creado una línea de vinos de finca para expresar la diferencia. Primero Finca Helena y ahora M9.

Abadía de San Quirce M9 2014

  • Bodega: Bodegas Imperiales. Gumiel de Izán (Burgos).
  • Teléfono: +34 947 54 40 70.
  • Web: www.bodegasimperiales.com
  • DO: Ribera del Duero.
  • Tipo: tinto crianza, 14,5%.
  • Cepas: tinta fina (tempranillo).
  • Precio: 25 euros.
  • Puntuación: 9,4.

Para ello cuentan con viejas viñas de tinta fina (tempranillo) plantadas a más de 900 metros, altitudes impensables en esta zona vitivinícola. Pocas cepas, maduración fenólica lenta, escasa producción, selección estricta, vinificación tradicional, fermentación maloláctica y crianza de 14 meses en roble francés. No hace falta más, pero tampoco menos si se pretende hacer líquido el terruño y sus circunstancias.

Grandeza sin adjetivos, limpia de escudos, oros y oropeles. Su escueta etiqueta, de inspiración zen en sus insinuadas líneas topográficas, evidencia la intención del enólogo: un tinto vigoroso, pero capaz de mostrar con serena placidez su elegante composición aromática: fruta negra madura, flores, hongos, balsámicos, roble y especias. Sabroso y concentrado, su suave textura en boca tapiza el paladar con la fresca hondura del terruño singular.

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