Áster Finca El Otero 2012 , la quinta cosecha

Ha tardado el Grupo Rioja Alta en sacar en Ribera del Duero un vino a la altura de la casa madre. Tal vez haya primado el deseo de atender una demanda poco exigente con otros tintos que no fueran los excelentes del Barrio de la Estación de Haro, cuyo renovado clasicismo está cada vez más valorado. Una política comercial que no se compadece con las grandes posibilidades vitivinícolas de algunos de los viñedos burgaleses de la bodega; en concreto, con las 7,5 hectáreas de Finca El Otero, en Anguix (Burgos), que pasaron a sus manos al adquirir Bodegas Áster. Se trata de cepas de tinta del país (t...

Ha tardado el Grupo Rioja Alta en sacar en Ribera del Duero un vino a la altura de la casa madre. Tal vez haya primado el deseo de atender una demanda poco exigente con otros tintos que no fueran los excelentes del Barrio de la Estación de Haro, cuyo renovado clasicismo está cada vez más valorado. Una política comercial que no se compadece con las grandes posibilidades vitivinícolas de algunos de los viñedos burgaleses de la bodega; en concreto, con las 7,5 hectáreas de Finca El Otero, en Anguix (Burgos), que pasaron a sus manos al adquirir Bodegas Áster. Se trata de cepas de tinta del país (tempranillo) con más de medio siglo, de fuerte expresión varietal y fiel reflejo del terruño. Esta es la quinta cosecha y, sin duda, la mejor.

Han influido tanto las características de la añada como el proceso de selección de uvas y ajustada elaboración enológica a cargo de Julio Sáez, que se basa en el hábil uso de roble francés nuevo, tanto en la fermentación maloláctica como en la posterior crianza durante 16 meses. Consigue con este 2012 equilibrar la potencia estructural con la complejidad aromática, que se muestra intensa, llena de perfumes frutales maduros, frescos, especiados, todo elegantemente envuelto en la madera. La armonía sápida hace de él un vino muy agradable que seguirá evolucionando.