13 fotos

Limpiar el agua en una ciudad sin ella

El huracán Matthew hace repuntar los casos de una enfermedad que muchos daban por amortizada en Haití

El cólera causa una fuerte diarrea, en general descontrolada, junto a vómitos y otros síntomas que pueden llevar a la deshidratación y, en caso de no tratarse adecuadamente, llegan a provocar la muerte. En clínicas como esta de Diquini (Haití), lo primero que hacen es identificar si es cólera. Después tratan al paciente con sueros para rehidratarlo e intentar estabilizarlo.Fran Afonso
"No tenemos recursos suficientes", lamentaba Zamar Marie Magdalah, una enfermera, en septiembre pasado, momento en que el equipo de la redacción de Planeta Futuro visitó este centro de Diquini, en Carrefour (Haití). La capacidad del centro se había reducido de 60 a 40 plazas. "El suero salva vidas, y afortunadamente pocos fallecen aquí", comentaba.Fran Afonso
"Pero hacen falta cosas básicas", contaban en Diquini (Haití). Por no hablar ya de lujos como cortinas o biombos, que protejan la intimidad de los enfermos con diarrea.Fran Afonso
Antes del huracán, la percepción entre los donantes era que mantener a raya el cólera en el país ya no era una prioridad. "Quizá no se acuerden de qué es el cólera. Un solo caso tiene un gran potencial epidémico", comentaba entonces el responsable de emergencias de Unicef Haití. "Especialmente con las condiciones sanitarias que hay aquí, no podemos afrontar no tratarlo, o reducir el sistema de respuesta rápida". Imagen de un centro de control de cólera en Diquini (Carrefour), en Haití.Fran Afonso
El personal de centros como este llevan un cuidadoso registro de los enfermos y se esfuerzan por verificar los casos positivos de cólera en el país (Haití). La información es clave para localizar los brotes y poder ofrecer una respuesta adecuada que permita ir mejorando la asistencia y la respuesta.Fran Afonso
Cada vez que llega un caso al centro médico de Diquini, en Carrefour (Haití) y se comprueba que es cólera, miembros del equipo de respuesta rápida se dirigen a su casa para descontaminarla. También distribuyen un kit contra la dolencia a la familia y al resto de vecinos dentro del perímetro sanitario que consideran adecuado.Fran Afonso
Al acudir a lugares de Haití donde se han registrado casos, el equipo médico de respuesta también toma muestras y hace una labor de sensibilización sobre precauciones, riesgos y respuesta entre los allegados y vecinos del enfermo.Fran Afonso
Morenvil Clerette, una mujer de 43 años que vive con su sobrina de 10 en un edificio de una planta con adoquines de hormigón a solo 30 metros de la fuente de Terin, cayó enferma. En la clínica consiguieron estabilizarla, y el equipo de respuesta se trasladó a su casa de Carrefour, junto a la capital de Haití, para descontaminarla, hacer pruebas, clorar el agua y entregarles el kit de respuesta, que incluye pastillas para tratar el agua, suero, sales y una profilaxis (doxiciclina) para que los allegados se protejan contra la enfermedad. "Tuve amigos que lo pasaron y sabía perfectamente adónde tenía que ir", se felicita Clerette.Fran Afonso
Una niña recoge agua de una fuente en una zona donde se detectaron casos de cólera en la isla (Haití). La sensibilización del vecindario es capital, pero también es importante el control del suministro de agua y el reparto de productos para tratarla. En ciudades como Puerto Príncipe es complicado obtener agua limpia y segura.Fran Afonso
Lo comentan los vecinos a pie de fuente callejera en Haití: — Es el agua que usamos todos en la zona para beber, cocinar, lavarnos... Viene de un pozo y llevamos mucho tiempo usándola. — Pero, ¿la tratáis? — No, no tenemos un laboratorio.Fran Afonso
Esta fuente del distrito de Carrefour (Haití) está controlada por la ONG francesa Solidarités International, que toma muestras después de cada lluvia para comprobar que no esté contaminada, y clora el agua para prevenir casos de cólera. "La tratamos porque es un punto de riesgo: cada semana hay uno o dos casos en la zona".Fran Afonso
"Aunque avancemos en sensibilización y respuesta, el trabajo que hacemos no es sostenible", lamenta Wangcos Laurore (de Solidarités) ante la fuente Boyer, donde algunos jóvenes aprovechan para remojarse o lavarse con el chorro. "Habría que sellar todas las fuentes, establecer distintas áreas para beber y para lavar, reparar y asegurar las tuberías...", enumera.Fran Afonso
"Lo que hacemos hoy por hoy es lo mínimo que se puede hacer para controlar la enfermedad. Pero cada vez que llueve, el cólera renace", sentencia Laurore, de Solidarités International, ONG trabajando en Haití junto a Unicef en la erradicación del cólera.Fran Afonso