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Una 'casa' en la Jungla de Calais

Bajo la perspectiva de una tienda, una imagen, una historia, Marco Tiberio fotografió el asentamiento cuando comenzaba a construirse. Su proyecto Ciudades invisibles Arquitectura del éxodo es la cara opuesta de la actualidad; ahora el campo está siendo parcialmente desmantelado

El fotógrafo italiano, Marco Tiberio, está especializado en la migración y los problemas sociales. Sus proyectos son un doble juego entre fotografía y análisis para generar un debate sobre la realidad desde una perspectiva diferente. Detrás de una casa de plástico y madera hay mucho más de lo que imaginamos. Ahí es donde Tiberio quiere llegar, a las raíces de los inmigrantes, su cultura y el vínculo con sus países de origen. Su trabajo “Ciudades invisibles: Arquitectura del éxodo’ surgió después de varios viajes a Calais donde llegó por primera vez en enero de 2015 (cuando todavía no se había levantado el asentamiento conocido como la Jungla que ahora está siendo desmantelado) para conocer sobre el terreno la situación en la que viven los refugiados que han llegado a esta localidad francesa con la intención de cruzar el Canal de la Mancha y entrar en Reino Unido.Marco Tiberio
“Mi principal objetivo – dice Tiberio- es analizar un tema desde un punto de vista poco habitual. Me gusta ver cómo los cambios sociales y los paisajes urbanos y humanos evolucionan juntos. Sé que no siempre será posible conseguirlo pero intento tener dos puntos de confluencia en mis proyectos: la imagen y el análisis o investigación del tema”. El inicio del proyecto de Tiberio coincidió con la construcción de los primeros refugios que dieron lugar a la Jungla Para los refugiados, este lugar, se ha convertido en su hogar y es el único sitio donde se sienten seguros. Al comenzar del proyecto el fotógrafo no tenía clara la línea del reportaje y barajó la posibilidad de incluir el factor humano en las fotos, pero finalmente excluyó los retratos.Marco Tiberio
Los refugiados temen ser fotografiados y los problemas para realizar el reportaje fueron muchos hasta que comprendieron cuál era su interés. “El campamento era un verdadero desastre, no podía trabajar como lo hubiese hecho en la calle”, dice Tiberio, que en la mayoría de sus fotos utilizó únicamente la cámara, sin trípode, ni ningún otro equipo técnico. “El exceso de engranajes habría sido inoportuno e incluso inútil”. El principal obstáculo era que no siempre podía disparar desde la posición adecuada. Solía buscar el mejor emplazamiento pero la falta de espacio entre las tiendas de campaña lo hacía muy complicado. Asesorado por su esposa, la arquitecta María Ghetty, y con el apoyo del fotógrafo Nicolò De Giorgis, Tiberio concluyó que la idea de una tienda por foto resaltaría la personalidad de las construcciones otorgándoles un valor como edificio.Marco Tiberio
El fotógrafo quedó asombrado al ver las habilidades de construcción que tenían los habitantes del campo de Calais, especialmente los refugiados africanos. Lo que más le gustaba era ver cómo utilizaban las ramas de los árboles para calzar la tienda y hacerla más sólida. Cómo usaban las mantas para el aislamiento y cómo se subían a la parte superior del esqueleto de la tienda para hacer esto. https://www.flickr.com/photos/marcotiberio/20427695435/in/ album-72157656984217982
Tiberio, marcado por la fuerte experiencia que le ha supuesto conocer la vida y los sentimientos de los inmigrantes, realizó el reportaje entre mayo y noviembre de 2015, “Al principio fue bastante estresante porque nadie está acostumbrado a ver tanta miseria por todas partes pero al final consigues acostumbrarte”, dice el fotógrafo, quien trató de formar parte de las comunidades en las que hizo las fotos. Durante ese verano fue al campo una o dos veces a la semana y en algunas ocasiones se quedó varios días en el campamento.Marco Tiberio
Otra de las cosas que Tiberio quería conseguir con este reportaje, era crear un archivo que documentase cómo se construye un campamento, cómo es en sus inicios (cómo se levanta) para compararlo con lo que queda después de un desmantelamiento como el que ahora se está produciendo en la zona sur de ‘La jungla’. Algunas de sus fotos están tomadas en esta parte, pero la mayoría son de la zona norte que aunque se ve menos afectada por la evacuación también ha sufrido variaciones/cambios. “Hay que tener en cuenta que los cambios en un asentamiento de estas características son constantes debido a la situación inestable en la que se encuentran” “Las tiendas de la zona afectada por el desalojo fueron construidas con la ayuda de voluntarios y este aspecto no me interesaba para el reportaje”, cuenta el autor.Marco Tiberio
Los sudaneses fueron quienes mostraron un mayor interés por el hecho de que estuviese fotografiando sus refugios. Esta comunidad construye sus casas con mucha dedicación y esfuerzo. Siempre sonríen y están contentos, porque según ellos cuentan, no están arriesgando sus vidas cada día. “Espero que puedas encontrar una casa mejor pronto, le dijo Tiberio a un refugiado sudanés en una de sus conversaciones, a lo que el joven respondió: “Oh, no, yo estoy feliz en la Jungla, aquí tengo a todos mis amigos”. Luego se fue a jugar al fútbol. Tiberio habla siete idiomas (italiano, inglés, francés, español, árabe, turco y armenio) lo que le ha facilitado sus horas de conversaciones con las distintas comunidades de inmigrantes. Relacionarse con afganos y paquistaníes fue lo más complicado.Marco Tiberio
“Mi vida nunca ha sido tan fácil como aquí”, así de rotundo fue un joven eritreo de 22 años que solía cuidar de la iglesia ortodoxa de La jungla y cuya historia marcó al fotógrafo. David tuvo que salir de Eritrea huyendo del ejército de su país que solía ir iba casa por casa buscando cristianos y a los que encontraban, les solían marcar con una cruz en pecho (ver original). Antes de llegar a Calais había pasado cuatro años en una prisión en Libia. “No entró en detalles, pero me hizo entender que la vida como prisionero era insoportablemente dura”, cuenta Tiberio. David no ha visto a su mujer ni a su hijo recién nacido desde que salió de Libia y su mayor preocupación era que su hijo crecería sin conocer a su padre. En el campamento participaba con las asociaciones que ayudaban a los migrantes a mejorar sus construcciones y los voluntarios confiaban en él. David se ocupó de la iglesia hasta que partió para Reino Unido.Marco Tiberio
Tiberio decidió un día montar una pequeña exposición en el salón donde los inmigrantes solían reunirse, algo que no podrá olvidar. El fotógrafo imprimió algunas de las imágenes que había tomado para su proyecto, la mayoría relacionadas con la comunidad sudanesa, que es la que más le ayudó en su estancia en la Jungla. “No podía creer la felicidad que mostraban al ver las fotografías”. Los refugiados comenzaron a dibujar y tomar fotos con sus móviles. “Se sentían orgullosos al ver las imágenes de las casas que ellos mismos construyeron”.Marco Tiberio
“El campamento es una ciudad real con diferentes zonas según la nacionalidad de sus habitantes”, explica el fotógrafo. Los inmigrantes de Chad y Sudán siempre están cerca y lo mismo ocurre entre afganos y paquistaníes pero las zonas que ocupan los dos primeros están separadas de las de los segundos. Los cristianos y los eritreos forman sus propias comunidades debido a su religión, ya que el resto de comunidades son musulmanas. Estas divisiones estaban patentes desde que el campo empezó a construirse. Con el paso de tiempo y la llegada de miles de personas, las divisiones dejaron de ser claras y estallaron las peleas. Cuando una casa se queda vacía es la comunidad la que decide quién la ocupará.Marco Tiberio
Tiberio estaba más familiarizado con Lampedusa. Trabajaba en un documental sobre la situación de los refugiados en esta localidad italiana cuando pensó cómo sería la situación de los inmigrantes a casi 4000 km de distancia. Así escogió Calais para su reportaje. Un lugar desconocido para él y probablemente único en Europa, quizás comparable al casi desaparecido campo serbio de Subotica levantado en el verano de 2015 en las inmediaciones de la valla con la que el Gobierno húngaro cerró la frontera con Serbia.Marco Tiberio
Como fotógrafo, Tiberio quiere seguir en esta línea, en la que une la fotografía con la investigación y el análisis de un tema. Ahora trabaja en una serie sobre los campos de refugiados y la planificación urbana a través de imágenes de satélite (https://www.flickr.com/gp/marcotiberio/HT82E8) y ya está pensando en el siguiente reportaje. "En Rosarno (Italia) existe un asentamiento en el que los inmigrantes han construido tiendas y quiero visitarlo pronto", cuenta el fotógrafo.Marco Tiberio
Después de una experiencia de estas características quizás uno se plantea cómo sería su refugio si tuviese que sobrevivir en las mismas circunstancias que los habitantes de Calais. “Nunca había pensado en eso, pero creo que mi casa sería muy similar a una de las que fotografié. Una casa increíblemente organizada en el interior, pero iba a necesitar a alguien que me ayudase a construirla. No tengo habilidades para la construcción”, dice el autor. Si yo fuera inmigrante, mi casa (en la imagen) sería como la de un refugiado sudanés con quien sigo en contacto.Marco Tiberio