Pocos beneficios

Incluso con la llegada del buen tiempo, esta imagen transmite frío El mismo que sienten muchos españoles, que para pagar el recibo de la luz se han tenido que quitar de la luz

CLAUDIO ÁLVAREZ

Dentro de esta foto hace frío. Casi puedes sentirlo si pones tu dedo sobre ella, entre el niño que se tapa el rostro con un libro de Lengua y la madre que atiende, aterida, a lo que ocurre en la pantalla de la tele. Si pudiéramos, ahora que empieza el buen tiempo, introducirnos en el interior de la imagen con ropa de verano, nos quedaríamos helados al instante. Este invierno último ha hecho frío en muchos salones, en muchos cuartos de estar, en muchos dormitorios. A veces hacía más frío dentro que fuera, porque, una vez que pierden el calor, las casas devienen en oquedades frígidas o frigorífi...

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Dentro de esta foto hace frío. Casi puedes sentirlo si pones tu dedo sobre ella, entre el niño que se tapa el rostro con un libro de Lengua y la madre que atiende, aterida, a lo que ocurre en la pantalla de la tele. Si pudiéramos, ahora que empieza el buen tiempo, introducirnos en el interior de la imagen con ropa de verano, nos quedaríamos helados al instante. Este invierno último ha hecho frío en muchos salones, en muchos cuartos de estar, en muchos dormitorios. A veces hacía más frío dentro que fuera, porque, una vez que pierden el calor, las casas devienen en oquedades frígidas o frigoríficas, ahora no caigo, que evocan la temperatura del mármol. Del mármol de las tumbas. Puedes dejar un pollo muerto en la cocina y dura lo mismo que en la cámara. De ahí el revuelo de mantas que se observa en el claroscuro del sofá. El asunto es que la gente, para poder pagar el recibo de la luz, se ha quitado de la luz, que es como quitarse del pan para no quedarse sin hidratos de carbono. Ahí, en esa pareja, tienen un ejemplo de lo que se ha pasado este invierno en algunos hogares de España, ¡España!, y de lo que, según las previsiones gubernamentales, nos queda por pasar. En las próximas elecciones, tiempo al tiempo, nos prometerán vatios, y nos engañarán, pues las compañías eléctricas, como los bancos, son un poder fáctico de la leche. Llaman al presidente del Gobierno y se les pone firme. Y si te quejas, te dan en la cara con el déficit tarifario, que es un dinero que debemos a las eléctricas, incluidas las privatizadas, porque las pobres tienen pocos beneficios.

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