El Gobierno modificará la reforma laboral antes de 2021 para aliviar el golpe de la crisis en los trabajadores
El Consejo de Ministros aprueba su estrategia con los cambios más urgentes, pero no derogará la reforma de Rajoy como reclamaba una parte del Ejecutivo
La reforma laboral es una de las prioridades en la agenda del Ejecutivo de coalición entre PSOE y Unidas Podemos. El Consejo de Ministros aseguró este martes que corregirá la reforma de 2012 de Mariano Rajoy en lo que resta de año, como adelantó EL PAÍS. En el Ejecutivo hay sonadas diferencias por el alcance de los cambios —Unidas Podemos abogaba por derogar la norma entera y Nadia Calviño se resiste a cambiarla—. Pero el Ejecutivo ha anunciado que modifi...
La reforma laboral es una de las prioridades en la agenda del Ejecutivo de coalición entre PSOE y Unidas Podemos. El Consejo de Ministros aseguró este martes que corregirá la reforma de 2012 de Mariano Rajoy en lo que resta de año, como adelantó EL PAÍS. En el Ejecutivo hay sonadas diferencias por el alcance de los cambios —Unidas Podemos abogaba por derogar la norma entera y Nadia Calviño se resiste a cambiarla—. Pero el Ejecutivo ha anunciado que modificará los aspectos que considera más lesivos para tratar de aliviar el golpe de la covid en los trabajadores. El Ejecutivo aspira a aprobar los cambios de la mano de la patronal y sindicatos en el diálogo social.
Tras meses de vaivenes y declaraciones contradictorias dentro del Gobierno, este martes se aclararon cuáles son las cuestiones más urgentes a modificar de la reforma laboral de 2012 del Ejecutivo de Mariano Rajoy. Según detalló de forma sucinta la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, lo fundamental es recuperar la relevancia de los convenios colectivos y que estos no decaigan hasta que se apruebe uno nuevo, la supresión de la prioridad de los convenios de empresa sobre los sectoriales, así como la subcontratación y descuelgues. En plata, el Ejecutivo apuesta por corregir los aspectos más lesivos de la reforma laboral.
Está por ver cómo se gestionarán las tensiones dentro del Gobierno. Nadia Calviño, ministra de Economía, se resiste a abordar estos cambios en la ley laboral en plena crisis porque cree que suponen un incentivo negativo para que las empresas contraten. Así que está por ver si realmente salen los cambios o el anuncio forma parte de la estrategia de comunicación o de la negociación del Gobierno para aprobar los Presupuestos.
El objetivo, no obstante, marcado en el Consejo de Ministros, como argumentó Calvo, será mejorar la calidad del empleo que se genera y su sostenimiento. “El trabajo digno, estable y de calidad es nuestro compromiso”, insistió la vicepresidenta primera. Y destacó la figura de los ERTE como ejemplo de esta prioridad. Lo que no se incluye en la estrategia es la modificación de las indemnizaciones por despido.
“El Ministerio de Trabajo tiene previstas tres leyes, que están al caer”, adelantó Calvo. Estas son la del trabajo a distancia, la modificación de la estructura, el ámbito temporal y las condiciones de inaplicación de la negociación colectiva, y la protección laboral de los repartidores o riders de empresas como Deliveroo o Glovo.
El presidente Pedro Sánchez, en su comparecencia en el Senado, insistió en que los cambios se harán de la mano de patronales y sindicatos, con acuerdos dentro del diálogo social. Este rumbo marcado por el Gobierno dista todavía de lo recomendado por el Banco de España, la Comisión Europea o el FMI, que aconsejan no tocar la reforma laboral y solo abordar el tema de la dualidad del mercado de trabajo o las políticas activas. Fuentes de Trabajo aseguran que esto es solo el inicio. “Se cumplirá el acuerdo de Gobierno ratificado. Esperamos que quede legislatura suficiente para el resto”, explican estas fuentes.
Las patronales se mantienen a la espera de conocer los detalles, aunque cuestionan si el momento es el adecuado para cualquier modificación laboral. “Se debe hacer solo si es para buscar mejoras”, defienden fuentes de CEOE. Sobre la idoneidad o no del momento, Cepyme avisa: “Las pymes ya sufren bastante incertidumbre con la evolución de la pandemia y abrir una negociación sobre el marco laboral no ayudaría. Las empresas ahora necesitan medidas ambiciosas de apoyo a la falta de actividad, no introducir cambios normativos en un momento de crisis”, defiende su presidente, Gerardo Cuerva.
Por parte de los sindicatos, el secretario general de CC OO, Unai Sordo, sí considera que es el momento de retomar la negociación donde se dejó en marzo. “Es importante que se hagan estos cambios para evitar una devaluación salarial enorme”, defiende Sordo. El líder de Comisiones, además, entra sin tapujos en el debate sobre derogación o modificación. “Es una discusión nominal y superflua. Lo importante es sustituir algunos artículos y adaptarlos a la realidad. Con la situación actual, ir por pasos es lo correcto”, sostiene. Su homólogo en UGT, Pepe Álvarez, celebró este martes la propuesta. “No podemos trabajar solo sobre las cuestiones que tienen que ver con la pandemia, sino que también tenemos que entrar a hablar de los problemas estructurales”, afirmó en una entrevista en Servimedia.
La estrategia marcada por el Consejo de Ministros contiene otros compromisos, como la protección laboral de los denominados riders. Una problemática sobre los repartidores de empresas como Glovo o Deliveroo, que ha generado discrepancias sobre si son falsos autónomos o no. Asimismo, el plan incluye la necesidad de modernizar y reformar el sector público, que se materializará en la Ley de Función Pública de la Administración General del Estado.
La nueva ley del teletrabajo, muy pronto
El plan normativo aprobado este martes por el Consejo de Ministros incluye la ley por la que se regulará el trabajo a distancia, que Calvo dijo que “está al caer”. En este caso la estrategia tiene el objetivo de “proporcionar una regulación suficiente que dé respuestas a diversas necesidades”. Con esta nueva norma se reglará una forma de trabajo que ha pasado de ser residual a fundamental durante la pandemia en España.
La nueva ley se lleva negociando semanas con los agentes sociales y entre los detalles espinosos está quién sufragará los gastos del teletrabajo y qué porcentaje de la jornada laboral se tendrá que hacer en esta modalidad para que el trabajador se pueda acoger a ella. Recogerá también el carácter voluntario y reversible (por ambas partes) del trabajo a distancia, así como el derecho a la promoción y la formación profesional de los empleados.