La saca del corcho
En el Barranco de la Mosquera, en plena Serra d'Espadà, nos encontramos la materia prima de los secadores de corcho: hectáreas y hectáreas de alcornoque.
España es la segunda productora mundial de corcho. Su obtención es lenta: para sacar la primera cosecha de un alcornoque hay que esperar 30 años (hay una cosecha cada nueve años) y su secado tarda nueve meses. Una vez secado, el corcho se hierve y se corta en la medida del tapón.
El empleo del corcho en las botellas se popularizó en el siglo XIX, ya que este material aumentaba la calidad de conservación del vino. Rápidamente los...
En el Barranco de la Mosquera, en plena Serra d'Espadà, nos encontramos la materia prima de los secadores de corcho: hectáreas y hectáreas de alcornoque.
España es la segunda productora mundial de corcho. Su obtención es lenta: para sacar la primera cosecha de un alcornoque hay que esperar 30 años (hay una cosecha cada nueve años) y su secado tarda nueve meses. Una vez secado, el corcho se hierve y se corta en la medida del tapón.
El empleo del corcho en las botellas se popularizó en el siglo XIX, ya que este material aumentaba la calidad de conservación del vino. Rápidamente los nuevos tapones sustituyeron a los antiguos de madera envuelta en brea. La Serra d'Espadà es, junto con zonas de Extremadura y Andalucía, uno de los lugares donde pervive este hacer centenario.