Reportaje:

Arranca la ley más paradójica

La norma que permite la clonación terapéutica entra hoy en vigor sin que los científicos hayan conseguido todavía desarrollar la técnica

Hoy entra en vigor la que quizá sea la ley más paradójica jamás aprobada en España: la Ley de Investigación Biomédica. Y es así porque la norma autoriza la clonación terapéutica, algo que todavía no es posible científicamente.

Esta técnica consiste en obtener células madre de un paciente a partir de un óvulo en cuyo núcleo vacío se introduce el de otra célula adulta. El reto es conseguir que esas células madre generen en un futuro tejidos trasplantables al paciente. Así sería posible generar neuronas, células cardíacas, células sanguíneas, pancreáticas o intestinales, que evitarían los ...

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Hoy entra en vigor la que quizá sea la ley más paradójica jamás aprobada en España: la Ley de Investigación Biomédica. Y es así porque la norma autoriza la clonación terapéutica, algo que todavía no es posible científicamente.

Esta técnica consiste en obtener células madre de un paciente a partir de un óvulo en cuyo núcleo vacío se introduce el de otra célula adulta. El reto es conseguir que esas células madre generen en un futuro tejidos trasplantables al paciente. Así sería posible generar neuronas, células cardíacas, células sanguíneas, pancreáticas o intestinales, que evitarían los rechazos al ser células del propio paciente. Pero esto es sólo el futuro. Y ya es mucho.

El porqué de una ley que va más deprisa que el hecho que regula se explica por dos factores. El primero es que la clonación terapéutica ya se creía probada. Hasta que se desveló que el coreano Hwang Woo-suk, el descubridor de la técnica, se la había inventado. Pese a ello, el Gobierno español siguió adelante y el Congreso de los Diputados la aprobó en junio de 2006. Había una razón más detrás de la decisión. Colocarse en la vanguardia de un asunto que siempre ha sido polémico. La Iglesia Católica y el PP siempre se han opuesto a esta terapia porque para extraer las células madre hace falta destruir el preembrión, es decir, una vida humana en potencia. Pero el proceso, según la Ley, se detendría antes de los 14 días. Se prohíbe que se permita el desarrollo del conjunto de células que daría lugar a un niño.

El objetivo de ese proceso es precisamente el de salvar vidas humanas. España es el cuarto país que autoriza la clonación terapéutica (tras Reino Unido, Bélgica y Suecia). El uso de esas células madre permite además un objetivo más cercano: usar las células clonadas de un paciente para estudiar su enfermedad y experimentar nuevos fármacos que no se pueden probar en las personas. La Ley de Investigación Biomédica también regula el almacenamiento de muestras biológicas en biobancos y otros aspectos relacionados con los análisis genéticos que sirven para identificar si una persona es portadora de alguna alteración genética.

EL PAÍS

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