Tribuna:

El paciente en el centro de la organización

Tratar un paciente con cáncer no es fácil. La atención integral de todos los aspectos particulares que convergen en cada enfermo, es una tarea que precisa de una estructura organizativa especialmente diseñada para dar respuesta a las dos preocupaciones fundamentales que tienen todos y cada uno de los pacientes que padecen un cáncer: recibir el mejor tratamiento conocido para su enfermedad y tener la sensación de que en todo momento se encuentran arropados por la estructura sanitaria, frecuentemente variable y compleja, responsable de alcanzar un resultado final satisfactorio.

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Tratar un paciente con cáncer no es fácil. La atención integral de todos los aspectos particulares que convergen en cada enfermo, es una tarea que precisa de una estructura organizativa especialmente diseñada para dar respuesta a las dos preocupaciones fundamentales que tienen todos y cada uno de los pacientes que padecen un cáncer: recibir el mejor tratamiento conocido para su enfermedad y tener la sensación de que en todo momento se encuentran arropados por la estructura sanitaria, frecuentemente variable y compleja, responsable de alcanzar un resultado final satisfactorio.

Palabras como equidad, multidisciplinariedad y efectividad adquieren un significado especial cuando se quiere colmar las expectativas de estos enfermos. La equidad es un concepto que posibilita que todos los ciudadanos, sea cual fuere su lugar de nacimiento o residencia, tengan la oportunidad de acceder a todas las maniobras diagnósticas y terapéuticas disponibles. La multidisciplinariedad significa que el conjunto de especialistas médico-quirúrgicos involucrados han de diseñar la estrategia más adecuada para conseguir el mejor resultado terapéutico posible. Finalmente, la efectividad debe adecuar los recursos irremediablemente limitados que la Sociedad pone en mano de los profesionales para que alcancen por igual a todos los pacientes que los necesiten.

Se han creado circuitos de preferencia para la atención rápida y los oncólogos reparten su horario laboral entre el ICO y el hospital comarcal
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El Institut Català d'Oncologia (ICO-Grup) es una empresa pública multiinstitucional creada hace 10 años en el marco del Servei Català de la Salut para gestionar y prestar servicios de atención oncológica tanto en el ámbito asistencial, como de prevención, investigación y docencia. En estos años, el ICO, que fue inicialmente diseñado como un centro monográfico de tratamiento integral del cáncer en el seno del Hospital Duran i Reynals, situado en L'Hospitalet de Llobregat, ha incorporado las estructuras de atención oncológica de otros dos centros con una larga trayectoria de asistencia a pacientes oncológicos: el Hospital Doctor Trueta de Girona y el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona. Un total de 2,5 millones de personas, es decir el 40% de la población catalana, dependen de la acción coordinada entre estos hospitales. Más de 75.000 pacientes oncológicos han sido tratados por el ICO en estos 10 últimos años, lo que significa una de las mayores concentraciones de experiencia oncológica de Europa.

¿Cómo se enfrenta el ICO a los retos anteriormente mencionados? Para alcanzar la equidad deseada, ha puesto en marcha dos iniciativas complementarias. La primera es tejer una red asistencial que incluye todos los hospitales comarcales situados en sus regiones de influencia, proporcionando profesionales de la oncología que comparten horario laboral entre el hospital comarcal y el propio ICO como centro de referencia, y creando circuitos de preferencia para la atención rápida de cualquier paciente de la región. El compartir especialistas permite que los nuevos conocimientos y ensayos terapéuticos, tan frecuentes en esta enfermedad, estén al alcance de cualquier paciente, sea cual sea su lugar de atención inicial en la región. La segunda se sustenta en el patrocinio y ayuda en la elaboración de guías de práctica clínica, familiarmente bautizadas como Oncoguias, donde más de cuatrocientos profesionales de todas las especialidades involucradas han consensuado los pasos adecuados que deben realizarse en el diagnóstico y tratamiento de los tumores más frecuentes.

Ningún facultativo puede hoy en día justificar ignorancia dado que tiene en todo momento a su disposición en la web www.aatrm.com los pasos que debe seguir para diagnosticar y tratar a un paciente determinado. En el siguiente apartado el ICO ha cambiado el término multidisciplinariedad, es decir la actuación secuencial de los diferentes especialistas en cirugía, radioterapia y tratamiento médico del cáncer, por el de interdisciplinariedad, donde dichos especialistas atienden juntos al paciente desde la primera visita consensuando y agilizando de esta forma las maniobras diagnóstico-terapéuticas necesarias en el inmediato futuro. El órgano específico asistencial encargado de hacer realidad la interdisciplinariedad se denomina Unidad Funcional, donde expertos de los hospitales generales que arropan al ICO-Grup se articulan con sus especialistas oncológicos para conseguir un rápido diagnóstico y tratamiento de cada enfermo.

Esta organización permite que el 85% de las pacientes que acuden con un bulto en la mama accedan al pleno diagnóstico en sólo 24 horas y que más del 80% de las enfermas con un cáncer de esta localización reciban un tratamiento quirúrgico que les permita conservar la mama dañada. Finalmente, la efectividad se consigue con el empleo racional de medios y recursos dedicados al grupo global de pacientes necesitado de ellos. Expertos en cada patología evalúan uno a uno los nuevos fármacos y sus indicaciones, que se van incorporando al arsenal terapéutico contra estas enfermedades.

Decía el gran Marañón que "no hay enfermedades sino enfermos, y que cada enfermo es un mundo", lo que condiciona que cada tumor adquiera una personalidad propia según la idiosincrasia del paciente que lo padece. Es cuando un tumor impersonal de mama se convierte en el tumor de mama de la señora Solà o de la señora García, ambas con sus miedos y sus valentías, sus ansias de curación y su temor a perder la vida. Aquí es donde de nuevo el ICO ha hecho una apuesta decidida a favor de la información y formación dinámica y responsable, tanto al paciente como a su familia, como método para desmitificar una enfermedad cada día más frecuente y con mayores expectativas de curación.

Decía al principio que tratar un paciente con cáncer no es fácil, como no lo es el padecerlo, pero las dificultades se tornan ventajas cuando la organización sanitaria se diseña en torno al paciente y a sus necesidades específicas. Desde su fundación, el ICO ha procurado gestionar su entorno para alcanzar este objetivo. Es a los miles de pacientes que ha tratado a quienes corresponde decir ahora, si este objetivo se ha cumplido.

José Ramón Germà Lluch es director de Desarrollo Oncológico del Institut Cátala d'Oncologia (ICO).

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