Seis millones de menores de cinco años fallecen de hambre cada año

La malnutrición causa la mitad de las muertes de niños por diarrea, neumonía y malaria

Cada año mueren en el mundo 11 millones de menores de cinco años, y el hambre o la malnutrición son causa de seis millones de estos fallecimientos, según la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de Naciones Unidas. Aunque pocos niños mueren estrictamente de hambre, la falta de alimentos causa más de la mitad de las defunciones por trastornos neonatales, diarrea, neumonía o sarampión. La FAO recuerda que los Objetivos del Milenio fijan bajar de 800 millones a 400 millones las personas que pasen hambre en 2015, y que esa meta está muy lejos.

"La gran mayoría de los niño...

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Cada año mueren en el mundo 11 millones de menores de cinco años, y el hambre o la malnutrición son causa de seis millones de estos fallecimientos, según la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de Naciones Unidas. Aunque pocos niños mueren estrictamente de hambre, la falta de alimentos causa más de la mitad de las defunciones por trastornos neonatales, diarrea, neumonía o sarampión. La FAO recuerda que los Objetivos del Milenio fijan bajar de 800 millones a 400 millones las personas que pasen hambre en 2015, y que esa meta está muy lejos.

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"La gran mayoría de los niños que mueren por enfermedades infecciosas curables habrían sobrevivido si sus cuerpos y sus sistemas inmunológicos no estuvieran debilitados por el hambre y la malnutrición", indica la FAO en su informe anual El estado de la seguridad alimentaria en el mundo.

Por ejemplo, la malnutrición está en la raíz de dos millones de niños que mueren por problemas neonatales, 1,6 millones por diarreas, 1,4 millones por neumonías, 700.000 de malaria y 130.000 de sarampión.

A este factor hay que añadir su efecto en las mujeres embarazadas, lo que produce no sólo un aumento de mortalidad en las madres, sino también en los recién nacidos.

La falta de una nutrición adecuada es, además, la rueda que mueve otra serie de carencias, como la pobreza, el analfabetismo o la desigualdad, favorece la extensión del sida y la tuberculosis, y aumenta la presión sobre el medio ambiente, advierte la FAO.

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio que se fijó la ONU en 2000 señalan que para 2015 la cifra de personas con hambre debería pasar de 800 millones a 400 millones, pero esto sólo puede conseguirse con un "esfuerzo adicional" de todos los países, indica la FAO.

La situación, en vez de mejorar, empeora (el año pasado el informe de la FAO calculaba en 5 millones las muertes infantiles). "Si se mantiene el ritmo actual de reducción de la pobreza", únicamente América del Sur y el Caribe conseguirá cumplir con ese objetivo. En Asia y Pacífico, la meta es asequible con un poco de esfuerzo. En cambio, el África Subsahariana está muy lejos de acercarse al objetivo, y en la región de Oriente Próximo y África del Norte el número de personas que pasan hambre no sólo no disminuye, sino que aumenta.

La FAO ha pedido a los países un esfuerzo para reducir el hambre. Para ello hay que actuar en las zonas rurales, donde vive el 75% de las personas con hambre, la mayoría de los 11 millones de niños que mueren antes de cumplir cinco años, los 121 millones que no van a la escuela, las 530.000 mujeres que mueren al dar a luz y donde aparecen 300 millones de casos de malaria.

Niños sudaneses refugiados en Bahai (Chad, frontera con Sudán) el año pasado.ASSOCIATED PRESS

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