Cartas al director

I+D

EL PAÍS del 10 de noviembre nos hacía saber el "abandonad toda esperanza" ahora aplicado al cumplimiento del compromiso del Gobierno de alcanzar el 2010 el 3% del PIB dedicado a I+D (incluso con el añadido de la "i", por innovación, a ver qué se puede colocar por ahí). "El capítulo de Defensa se llevará una parte muy importante de estos fondos", según dijo Costa, aunque no precisó el importe (el subrayado es mío). Pues bien, precisémoslo: el estudio de los Presupuestos Generales del Estado para 2004 que ha realizado la Fundació per la Pau (www.fundacioperlapau.org), revela que la...

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EL PAÍS del 10 de noviembre nos hacía saber el "abandonad toda esperanza" ahora aplicado al cumplimiento del compromiso del Gobierno de alcanzar el 2010 el 3% del PIB dedicado a I+D (incluso con el añadido de la "i", por innovación, a ver qué se puede colocar por ahí). "El capítulo de Defensa se llevará una parte muy importante de estos fondos", según dijo Costa, aunque no precisó el importe (el subrayado es mío). Pues bien, precisémoslo: el estudio de los Presupuestos Generales del Estado para 2004 que ha realizado la Fundació per la Pau (www.fundacioperlapau.org), revela que la partida destinada explícitamente a I+D militar se eleva a 1.373 millones de euros (228.445 millones de pesetas, para los que, como yo, todavía necesitamos las pesetas para hacernos una idea), lo que supone más del 31% del total.

En cambio, el programa que constituye la principal fuente de financiación pública de las universidades y del CSIC recibirá el 10,4% del total presupuestado y experimenta un recorte del 7% en cifras absolutas. Añade el informe que los fondos dedicados a I+D militar todavía podrían ser superiores, ya que en el proyecto no queda claro el destino (civil o militar) de otros 561 millones, con lo que la participación real de los proyectos militares en los gastos de I+D podría llegar al 44%.

La comunidad científica internacional ya mostró su escándalo (a través de Nature, por ejemplo) sobre que partidas destinadas a la construcción y adaptación de armas se "vendieran" como I+D científica. Así, si se siguieran los criterios internacionales, el porcentaje del PIB dedicado ni siquiera sería el del 1,03%, sino, como máximo, del 0,72%. Ya no quedaría ni el consuelo helénico.

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Para ver cuáles son las prioridades: las cinco empresas destinatarias del subprograma 542E.2 se repartirán para programas de I+D militar un presupuesto que es más del doble que el destinado a las universidades y CSIC para I+D civil.

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