BALEARES | LA ESCOLARIZACIÓN DE LOS INMIGRANTES

Avalancha en una zona bilingüe

La avalancha inmigratoria en Baleares que se evidencia en el aumento de la población del 4,4% en 2002 ha disparado el segmento de alumnos extranjeros hasta del 8,7% en este curso. Es la segunda comunidad autónoma española con mayor porcentaje de inmigrantes. En 1999, las escuelas acogían 4.000 inmigrantes y ahora superarán los 14.000, sobre una matrícula de 151.000 colegiales no universitarios. El exponencial crecimiento demográfico obliga a ampliar y crear centros y, en especial, exige abrir clases de acogida y talleres de lengua, con periodos de transición al currículo para las nuevas minorí...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La avalancha inmigratoria en Baleares que se evidencia en el aumento de la población del 4,4% en 2002 ha disparado el segmento de alumnos extranjeros hasta del 8,7% en este curso. Es la segunda comunidad autónoma española con mayor porcentaje de inmigrantes. En 1999, las escuelas acogían 4.000 inmigrantes y ahora superarán los 14.000, sobre una matrícula de 151.000 colegiales no universitarios. El exponencial crecimiento demográfico obliga a ampliar y crear centros y, en especial, exige abrir clases de acogida y talleres de lengua, con periodos de transición al currículo para las nuevas minorías. Los profesores de apoyo y los mediadores municipales allanan el acceso de los recién llegados al sistema educativo, que es bilingüe por la oficialidad del español y el catalán propio.

Más información

"En la educación infantil la demanda se ha triplicado en alguna zona", observa Rafael Bosch, director general de Planificación y Centros de Baleares, del PP. Bosch y Biel Caldentey, del sindicato STEI, auguran que este curso 2003-2004 se liderará en España el porcentaje de alumnado extranjero por la llegada tardía del alumnado flotante, hijos de temporeros del turismo y otros inmigrantes laborales y residenciales. En el litoral hay aulas con alumnos de una docena de países o idiomas.

Con una población de 917.000 ciudadanos, de los que sólo 600.000 son nacidos en la comunidad, 120.000 son extranjeros (la mitad, de la UE), algunos lingüistas advierten sobre una "bomba demográfica". El crecimiento vegetativo de 2002 fue de 3.300 personas (10.000 nacimientos y 6.300 defunciones) y entraron 47.000 inmigrantes, con un incremento del 12%.

Bosch anuncia "una plan de construcciones para cumplir la ratio de 25 alumnos por aula. La avalancha obliga a tener aulas con 27 niños y clases desdobladas".

Educación dice que los inmigrantes "se reparten por igual" en la pública (62% de la oferta) y la concertada (38%). El sindicato STEI asegura que los privados "colman la matrícula" y no dejan las dos plazas libres para sobrevenidos. "La pública asume el 85% del inmigrante", afirma Caldentey, que recuerda que las clases de acceso y complementarias, los talleres de lengua para la inmersión y de apoyo lingüístico han supuesto la creación de 253 plazas de profesores de los 9.000 de la red pública.

El mapa de este tipo de alumnado el curso pasado era éste: un 19% de Marruecos; en un 7% coinciden Ecuador, Colombia y Argentina. De la UE, Alemania, un 17%, y el Reino Unido, un 10%. Bosch observa que "crecen Ecuador y Argentina, y se estabiliza Marruecos".

Las migraciones interiores en España a veces implican complejidades lingüísticas. "Un niño argentino que estudió gallego hasta junio, su madre halló trabajo en Palma y ahora aprenderá catalán en las islas", explica Bosch.Caldentey cree necesario que se incrementen los mediadores culturales municipales, un puente con las familias. En Baleares hay talleres y clases de integración para padres inmigrantes.

"Esto estallará. Lingüística y culturalmente, no lo podemos asumir. ¿Cómo puede sobrevivir el catalán, la lengua propia y minoritaria en este contexto?". La pregunta es de Miquel Bezares, profesor y escritor de catalán, hijo de un inmigrante de Jaén. Bezares, que enseña a adultos en un área turística y ha ejercido en un instituto multinacional de Calvià y en uno marginal de Palma, afirma que el catalán sufre la pérdida de uso social. "Es la lengua escolar de acogida, pero al alumno inmigrante que se la enseñan, en los recreos ve que no le habla nadie en catalán, que debe estudiar".

Archivado En