La neumonía asiática da una tregua

¿Ha terminado la neumonía asiática o el verano es sólo una tregua en la lucha contra el coronavirus del SARS (síndrome respiratorio agudo y grave)? A falta de respuesta, que llegará en noviembre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los expertos trabajan como si lo más probable fuera su rebrote.

Pero ¿cómo y por qué podría reaparecer? Hay varias posibilidades. La primera es que el virus tenga un reservorio animal del que ha saltado al hombre y del que puede volver a saltar cuando baje la temperatura. Muchos coronavirus son estacionales, prefieren el frío. Actualmente es imposible...

¿Ha terminado la neumonía asiática o el verano es sólo una tregua en la lucha contra el coronavirus del SARS (síndrome respiratorio agudo y grave)? A falta de respuesta, que llegará en noviembre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los expertos trabajan como si lo más probable fuera su rebrote.

Pero ¿cómo y por qué podría reaparecer? Hay varias posibilidades. La primera es que el virus tenga un reservorio animal del que ha saltado al hombre y del que puede volver a saltar cuando baje la temperatura. Muchos coronavirus son estacionales, prefieren el frío. Actualmente es imposible saber si el SARS es estacional, pero los datos de supervivencia en el ambiente demuestran que sobrevive más tiempo cuanto menor es la temperatura. Esto explicaría la drástica caída de casos en China en el mes de mayo. Sobre todo porque las autoridades chinas desconocían dónde se había infectado el 50% de los pacientes, lo que dificulta la contención.

La OMS cree que, si rebrotara el mal, la epidemia respiratoria sería menos dañina

Los científicos han aislado el coronavirus de la neumonía en la civeta, un animal que se come en el sur de China, pero, según Dick Thompson, portavoz de la OMS, no está claro que sea el origen del virus. El virus también apareció en un perro mapache y un tejón tenía anticuerpos. "Hay un equipo en China buscando si hay un reservorio", explica Thompson.

La hipótesis se basa en el mecanismo de virus como el Ébola. Desde los años setenta, el Ébola salta al hombre desde un animal desconocido. El virus mata a los infectados rápidamente, así que no llega muy lejos, al contrario que el SARS.

Otra posibilidad por la que puede reaparecer es que existan portadores asintomáticos, según la OMS. Hay pacientes, pocos, que tienen anticuerpos para el virus porque han tenido el patógeno, pero que no han desarrollado la enfermedad. "Significaría que el virus ya está instalado en el ser humano y puede que con la llegada del otoño se propague desde estas personas", señala Thompson.

El virólogo del Centro Nacional de Biotecnología Luis Enjuanes señala que "lo más probable es que rebrote". Pero añade la tercera hipótesis, que la tregua sea indefinida y el virus no reaparezca: "Hay veces que se produce un solo salto entre especies porque se han dado unas circunstancias únicas. Hubo un coronavirus que saltó a los cerdos desde otro animal a mediados de los ochenta. Se erradicó y nunca más infectó".

Por si acaso, la OMS y los expertos trabajan pensando en que rebrotará. La UE y EE UU han establecido programas de financiación para buscar una vacuna. La OMS ha emitido una nota en la que pronostica que, si la neumonía reaparece, será más leve que este año. El virólogo de la OMS Mark Salter explica las razones del moderado optimismo: "Si el virus rebrota, las autoridades estarán atentas para aislar cualquier caso sospechoso. Hay medidas centenarias, como el aislamiento y la cuarentena, que pueden romper la cadena de transmisión entre los hombres".

Thompson admite que también habrá pegas: "El problema de que reaparezca en otoño es que en esa época mucha gente acude al hospital con neumonía atípica y gripe que puede confundirse con SARS. Los hospitales pueden verse desbordados". Y añade: "Es imposible aislar a todos los pacientes con síntomas".

Para detectar cada caso, los científcos consideran que lo primero es encontrar un test capaz de detectar el virus antes de que aparezcan síntomas, algo que no existe todavía. La OMS confía en la mejora de las normas internacionales aprobada por la epidemia, lo que le permite ir a un país aunque este no informe oficialmente de que existe un brote.