Editorial:

La tortuga corre más

Lenta pero segura, la justicia ha alcanzado al presunto torturador argentino Ricardo Miguel Cavallo, alias Sérpico, que será extraditado a España desde México, donde fue detenido hace tres años. La extradición ya fue concedida en febrero de 2001, pero un recurso de amparo, desestimado ahora por la Suprema Corte de Justicia de aquel país, ha retrasado la entrega de quien fue identificado como uno de los torturadores que hicieron siniestramente célebre a la Escuela de Mecánica de la Armada en Buenos Aires.

Así, delitos de lesa humanidad cometidos en Argentina serán juzgados en Espa...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Lenta pero segura, la justicia ha alcanzado al presunto torturador argentino Ricardo Miguel Cavallo, alias Sérpico, que será extraditado a España desde México, donde fue detenido hace tres años. La extradición ya fue concedida en febrero de 2001, pero un recurso de amparo, desestimado ahora por la Suprema Corte de Justicia de aquel país, ha retrasado la entrega de quien fue identificado como uno de los torturadores que hicieron siniestramente célebre a la Escuela de Mecánica de la Armada en Buenos Aires.

Así, delitos de lesa humanidad cometidos en Argentina serán juzgados en España tras la extradición por México. Es la primera vez que culmina un procedimiento de este tipo, estableciendo un precedente que en adelante no podrá ser ignorado en las relaciones entre Estados. El ideal de una justicia internacional que impida que queden impunes los crímenes contra la humanidad avanza lentamente, pero sin detenerse. La extradición se concedió por los crímenes de terrorismo y genocidio, pero no por torturas, por considerar que ese delito habría prescrito según la legislación mexicana. Organizaciones de derechos humanos han considerado un contrasentido esa restricción dado que México es firmante del Estatuto de la Corte Penal Internacional, que considera imprescriptible ese tipo de delitos.

Con todo, se trata de una decisión de alcance histórico, especialmente significativa por proceder de un país que consagró la doctrina Estrada de no injerencia en problemas de otros países. La causa de la lucha contra la impunidad avanzó enormemente con el caso Pinochet, que, sin embargo, no culminó en su entrega a la justicia española. Otro caso de un presunto torturador chileno, el comandante Olivera, detenido en Roma en 2000, descarriló por errores de procedimiento. El de Cavallo es, por tanto, el primer procedimiento de los iniciados en varios países en aplicación del principio de jurisdicción universal sobre crímenes contra la humanidad que culmina con la extradición del presunto delincuente. La tortuga de la justicia internacional avanza paso a paso.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En