Los editores buscan fórmulas para llegar al enorme potencial de lectores de Brasil

Los ministros Gil y Buarque inauguran la XI Bienal Internacional del Libro de Río

Gilberto Gil y Cristovam Buarque, ministros, respectivamente, de Cultura y de Educación de Brasil, inauguraron ayer la XI Bienal Internacional del Libro de Río de Janeiro bajo un imponente aparato policial debido al clima de violencia que reina en la capital carioca. Los editores son optimistas y han llegado a la feria, que termina el día 25, con la mirada puesta en los 60 millones de adolescentes y los 20 de analfabetos que tiene Brasil y que, con el tiempo, pueden ser nuevos lectores. Planeta y Santillana son los sellos españoles con una fuerte presencia en esta bienal.

En sus ya 20 a...

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Gilberto Gil y Cristovam Buarque, ministros, respectivamente, de Cultura y de Educación de Brasil, inauguraron ayer la XI Bienal Internacional del Libro de Río de Janeiro bajo un imponente aparato policial debido al clima de violencia que reina en la capital carioca. Los editores son optimistas y han llegado a la feria, que termina el día 25, con la mirada puesta en los 60 millones de adolescentes y los 20 de analfabetos que tiene Brasil y que, con el tiempo, pueden ser nuevos lectores. Planeta y Santillana son los sellos españoles con una fuerte presencia en esta bienal.

Gilberto Gil considera que sin desarrollo cultural no existirá desarrollo económico
En cuatro años se espera que lean y escriban 20 millones más de brasileños

En sus ya 20 años de historia, la Bienal de Río ha ido creciendo cada vez más, y este año va a superar todas las marcas. Con un 15% más de espacio, la feria ocupa 55.000 metros cuadrados en los que 916 expositores presentan más de mil nuevas obras. En total, serán expuestos más de 100.000 libros.

Con los ojos puestos en el enorme potencial de lectores de este país de 173 millones de habitantes -60 de los cuales son adolescentes y 20 analfabetos-, los organizadores de la bienal, que este año tiene a Italia como país invitado (en la pasada bienal fue España), Paulo Rocco, presidente del Sindicato Nacional de Editores, y Roberto Feith, director de comunicación de la feria, quisieron que la bienal fuera inaugurada no sólo por el ministro de Cultura, sino también por el de Educación, que se ha comprometido a que dentro de cuatro años los 20 millones de adultos y niños que no saben leer ni escribir se conviertan en otros tantos nuevos lectores.

Gilberto Gil, ministro de Cultura, llegó ayer a la bienal arropado por el mundo del arte y de las letras, que ha aplaudido su valiente discurso de la víspera ante el Parlamento, en el que afirmó que "la perversión neoliberal fue cruel con la cultura". Dijo que no estaba dispuesto a que el Ministerio de Cultura "siguiera siendo una pieza decorativa, un florero en los salones gubernamentales", y que no "existirá un Brasil desarrollado económicamente si al mismo tiempo no hay desarrollo cultural".

Este año es muy numerosa la presencia en Río de editoriales y autores extranjeros, y densa la programacion cultural que se desarrolla paralalemente a la feria y en sus mismos recintos, con cientos de conferencias, debates, cafés literarios y homenajes a autores famosos. La gran estrella será la escritora brasileña Ana Maria Machado, la primera autora de literatura infantil y juvenil que ha conquistado un sillón en la Academia de la Lengua y que ya había sido galardonada con el Premio Hans Christian Andersen, considerado como el Nobel de la literatura infantil.

Dos editoriales españolas tienen una presencia fuerte en esta bienal: Santillana y Planeta. Con la presencia de su consejera delegada, Isabel de Polanco, Santillana, que cuenta ya en Brasil con las editoriales Moderna y Salamandra, adquiridas hace dos años, presenta un programa con más de veinte actos culturales y un catálogo con otras tantas obras de importantes autores de la literatura infantil-juvenil brasileña como Ana Maria Machado, Ziraldo, Pedro Bandeira, Adriana Falçao, Leo Cunha, Ruth Rocha, Roseana Murray, Bartolomeo Campos Queirós y Luciana Sandroni, entre otros.

Planeta va a tener su bautismo en esta bienal como nueva editorial en Brasil, y presenta sus cuatro primeros lanzamientos (la portuguesa Inés Pedrosa, el alemán Fred Uhlman y los brasileños Adriana Falçao y el anciano y tierno poeta de 84 años Manoel de Barros) de los 75 que tiene previstos editar anualmente. "El número de lectores va a crecer mucho en Brasil en los próximos diez años y nosotros queremos estar presentes", comentó Miquel Alzueta, director internacional del Grupo Planeta. "No tenemos la arrogancia de querer conquistar el mercado brasileño de un día para otro. Queremos ser una de las mejores editoriales con una estrategia a largo plazo".

Para llevar adelante su nueva aventura en Brasil, Planeta cuenta con un plantel de jóvenes editores con sobrada experiencia en otros sellos como Pascoal Soto, Ruth Lama y Paulo Roberto Pires, que van a tener que competir con las grandes editoriales de literatura ya existentes como Companhia das Letras, Rocco, Record y Objetiva, entre otras.

Una de las novedades españolas, muy esperada por los brasileños, es el Diccionario Bilingüe de uso español-portugués (DiBu), de la editorial Arco Libros, concebido con criterios modernos e innovadores, único hasta ahora en su género y cuya aparición llena un vacío tanto para los españoles que desean tener un conocimiento serio del portugués como para los brasileños que están convirtiendo la lengua de Cervantes en su segundo idioma.

La Bienal Internacional del Libro de Río de Janeiro, que nació para emular a la ya clásica de São Paulo, poco a poco ha ido adquiriendo su propia identidad: lúdica, informal y hasta irreverente. Y, sobre todo, joven. Tan joven que las familias que más la visitan suelen llevar a sus hijos pequeños. Para ellos, la bienal dispone de una serie de monitores que se ocupan de los pequeños mientras sus padres recorren los pabellones. Destaca, entre éstos, el del Ministerio de Educación, donde se consigue que el visitante se sienta como si fuera analfabeto. Es una manera de llamar la atención sobre la dramática situación de 20 millones de brasileños. La feria es una gran fiesta -con música, teatro, contadores de historias y otras variadas propuestas- en la que se esperan más de medio millón de visitantes.

Gilberto Gil, el pasado mes de enero en Davos (Suiza).ASSOCIATED PRESS
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